H. 1

El olor a gel de baño aún no ha abandonado mi piel, Las sábanas aún están frías al rozarse con mis muslos, tu te deslizas ya entre ellos. Te mueves como un depredador a punto de sentenciar a muerte a un pequeño herbívoro. Arqueas la espalda , cada movimiento es calculado, seguro, implacable. Pones el pulgar en mi labio inferior , lo empujas hacia dentro, en busca de mi lengua, empujas más , mi garganta se contrae . Pones la otra mano en mi garganta sujetando mi rostro por la base de la mandíbula. Aún tienes tu pulgar en mi boca mi garganta aún está contraída pero tú quieres sostenerme la mirada.

- eres mi juguete - dices con tono serio. Sacas el pulgar de mi garganta y me rozas los labios, no para que sienta placer , para ver como se transforma mi cara con tu voluntad.

Aprietas la mano al rededor de mi cuello , mi cara enrojece , vuelves a acercarte pero esta vez giras mi cabeza para acceder a mi oído

- eres mi puto juguete y vas a obedecer- repites. Esperas una respuesta así k me abofeteas para que responda

- soy tu juguete de mierda y voy a obedecerte.

Otra bofetada impacta en mi pómulo

- no me tutées puto de mierda- me corriges .

Coges mi erección con la otra mano y la retuerces. Intento no poner cara de dolor

Tus labios encuentran los míos, bajan a mi cuello y yo no puedo reprimir un gemido .

Te apartas y vuelves a abofetearme: una vez , dos veces, tres veces. La tercera duele de verdad.

- estate callado o desearás no haberme conocido - Muerdes mi costado derecho con fuerza para probar k lo he entendido , consigo quedarme en silencio .

-arrodíllate niñato, vas a tragar la polla de papá.

Me preparo y escupo sobre tu glande. Huele a orín y a toalla de gimnasio. Mi erección

se hace más fuerte. La beso en la punta, la recorro con mi lengua . Tu estás harto de tanta amabilidad y fuerzas el enorme miembro hasta mi garganta .

-como note un solo diente te los saco a golpes maricon asqueroso.

Me follas la boca sin piedad. Intento que no sientas mis dientes con todas mis fuerzas pero al final te encuentras con ellos. Esta vez son cinco bofetones , los últimos tres duelen de verdad. Vuelves a llenarme la boca con tu virilidad. Tienes mi cabeza contra la pared y un pulgar dentro de mí para asegurarte de que abra bien la boca . Empiezan a aparecer lágrimas. Me asfixio. El ciclo vuelve a repetirse hasta 5 veces. De vez en cuando escupes en mi boca para lubricar y para k tenga tu ADN dentro de mi .

Te has hartado de esperar. Me levantas y me empujas para que caiga en la cama. Rasgas la parte posterior de mis boxer. Separas mis glúteos. Escupes . No hay piedad por tu parte .

La siento dentro al completo . En todo su grosor glorioso. pego un puñetazo en el colchón para no gritar. Pero al final gimo de dolor. Tu aprovechas tu advertencia anterior, ahora debo arrepentirme por elevar la voz. La violación es cada vez más implacable . Tengo lágrimas en los ojos, tu mano me aprieta con fuerza la cabeza contra las sábanas yo me retuerzo con impotencia . Duele demasiado pero necesito ese dolor, significa que soy tuyo.

- gime si te atreves, y te doy más fuerte- me amenazas.

Mi culo comienza a doler de verdad , pero también se ha calentado, cada estocada es una dura puñalada de amargo placer. Un placer maldito.

Gimo.

Cumples tu amenaza.

Siento que ya no hay ano, solo hay herida, pero en un arrebato de soberbia, de locura, arqueo la espada para hablar en tu oreja.

-Quiero más fuerte papi, dame más fuerte. Rómpeme el coñito.

Sacas la polla y me das la vuelta con desprecio.

Escupes mi cara , y me coges del cuello para ponerme contra la pared.

Me abres las piernas

Vuelves a clavar el puñal.

- vas a desear no haber nacido desgraciado - dices, el enfado, el odio son palpables en tu voz.

Vuelves a cumplir tu amenaza . Mi rajita ahora es una herida de guerra. Empiezo a no poder controlarme , gimoteo de dolor tu la hundes cada vez más y más dentro de mi. Sé que te gusta cuando observas el dolor que produce tu dominación. El ritmo es tal algo que comienzas a agarrotarte, las tres últimas estocadas van acompañadas de tus rugidos de León. Te corres. Mi sangre se mezcla con tu esperma. Gritas en mi oído pero no aflojas mi cuello. Yo te abrazo. Sigues dentro de mi.