Olor a macho 2

El macho estuvo más de 4 horas sobando. Yo mientras hice la comida y le miraba desnudo en mi cama mientras dormía, cada vez me gustaba más. Era un poco más alto que yo, delgado, con algo de barriguita, bastante peludo y con unos pies muy grandes, de polla no estaba nada mal.

Se despertó, supongo que ya se le había pasado la borrachera. Olía a tigre, aunque a mi me encantaba. Me dijo quería ducharse y si tenía un cepillo de dientes, le di uno y lo dejé en la ducha.

Salió, tapado con la toalla, yo le había lavado la camiseta y los pantaloncitos que llevaba. Me dijo que tenía hambre y comimos.

- ¿Te gustó como te follé?, me dijo

- Sí, me encantó. Me gustan mucho las pollas. Le respondí.

- ¿Y los pies?, ¿te gustan los pies?.

- Sí, mucho, también, me gusta comerle todo a un macho como tú.

Se levantó, dejó la toalla en la silla y se fue directo al sofá.

- Ven puta. Arrodíllate y lame mis pies.

Ufff, estuve largo rato comiéndole los pies. Mientras me miraba y se sonreía, de tenerme tanto a su servicio.

- Ven, acércate. Me dijo. Te estás quedando sin saliva.

Me abrió la boca con un dedo y me lanzó un lapo dentro que saboreé y eso le gustó, me dio 3 o 4 más y seguí comiéndole los pies.

- Desde que vi tu dildo en el baño supe eras una puta viciosa.

Le sonó el móvil. Se lo acerqué y empezó a hablar con alguien. Él había llegado a Barcelona con un colega y éste al no saber de él le llamó, se habían separado por la noche durante la fiesta. Le dijo que en cuanto colgara le escribiría mi dirección para que viniese a mi casa a buscarlo.

- Escribe un whapp con tu dirección, ahora viene mi amigo.

Así lo hice, ufff, yo me puse muy nervioso, ¿que debía hacer?, ¿Cómo sería su amigo?, ¿sabría que le estaba haciendo de zorra a su amigo?

- Vamos a la cama. Me dijo. Quiero meterte tu dildo por el culo.

Me puso en 4, me escupió en el ojete e iba metiéndome el dildo en el culo como quién quiere atornillar un tornillo, dándole vueltas, a mi me dolía, y él se reía.

- Ja ja ja, pero si no te cabe!

Ufff, al final entró, tuvo que escupirme varias veces en el ano, una vez dentro empezó a bombearme el dildo y la verdad es que nunca había experimentado tanto placer con el juguete como ese día, yo gemía y gemía y él me llamaba zorra, eres una puta zorra anal!!.

Yo no podía más, notaba que iba a explotar, le supliqué que parase de metérmelo y sacármelo, ya me había puesto de cara, mirándole, con las piernas bien abiertas. Y exploté, me meé, no pude controlarme. Se rio a carcajadas y paró.

Fui corriendo al baño, tenía el ojete como una coliflor, vino tras de mi y me dijo que también tenía ganas de mear, me arrodilló y me empezó a mear en mi boca, uffff, quizás es lo que a mi me pone más cerdo, incluso tuve una erección, a él le excito, y me metió toda la polla en la boca mientras me agarraba la cabeza y lo único que yo podía hacer era tragar y tragar.

Continuará