El paso final (real)(3)

El jueves iba a ser un día importante. Lo sabía antes de ir. No sabía exactamente qué, pero sabía que estaba a prueba y que cada sesión era a todo o nada. El AMO había ordenado: "puta, el jueves depilada, limpita con dos enemas, en la puerta de servicio de mi casa a las 14 horas”. Sabía entonces que me iba a coger y sabía también que como cada día que esté a SU servicio tendré que tomar el Elixir de Puta, que tanto me había costado la sesión anterior. Pero yo necesito como el aire profundizar lo que soy, vivir como lo que soy, sin más hipocresías ni simulaciones. El otro día fue la Marcha del Orgullo en Argentina y te juro que lloré de emoción cuando escuché "Tenemos una sola vida sin retorno/¿Por qué no vivir como de verdad somos?/No quiero fingir, no voy a mentir/Yo soy lo que soy"'. Hoy necesito más que nunca ser como soy, vivir como de verdad soy, sin caretaje.

A las dos estaba parada en la puerta de servicio de SU casa, una zona más bien rural del Gran Buenos Aires. Los perros ladraron y nadie apareció. Sabía bien que de todos modos debía esperar, pero una mezcla de ansiedad y temor me carcomía. Pasó como una hora y traté dificultosamente de mantener mi mente en blanco, no mirar, no oír, no pensar, no sentir. Pese a ello no pude evitar ver una imagen pequeña, evidentemente religiosa, hecha en cerámica, que mostraba a una mujer devota arrodillada y tenía una inscripción: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra (Lucas: 1-38)". Me impactó. yo era ella. De pronto se abrió la puerta y apareció el AMO. "¡Pasá puta, desnudate y ponete en posición base!"

En cuanto lo vi, imponente, ocupando todo el marco de la puerta, de arriba abajo, me inundó un sentimiento de fatalidad y entrega. Qué sea lo que tenga que ser. Mi suerte está echada porque mi condición me lleva a aceptar lo que se disponga para mí y lo que se me imponga. Estoy espiritualmente preparado para dar este paso. Casi robóticamente me desnudé y me puse en mi posición base, tal como ÉL me enseñó en la primera sesión: "de rodillas, manos atrás, con la boca siempre abierta y pensando que estoy ahí solo para servir como la esclava que soy".

En cuanto lo hice vi que había otra presencia. Detrás de ÉL, de rodillas, con las manos atrás, desnudo y con la boca abierta, había un esclavo. Tenía un collar metálico y llevaba un dispositivo de castidad que prácticamente hacía desaparecer su pene (¿acaso era una esclava también, como yo?) y era calvo o calva. Llevaba un anillo en el septum de donde colgaba una cadena. Muy pintada. De negro, boca y ojos. Respiré hondo: no pude evitar ver mi futuro allí.

- "¿Sabés qué tenés qué hacer ahora, puta?'"

- "Si AMO", respondí. - "Tomar el Elixir de Puta, AMO."

- "Bien, perra, vas aprendiendo. Mi leche, mi meo, mi saliva, mis mocos, mis gargajos. Ese es tu elixir, puta. Espero que lo disfrutes como la puta barata que sos".

- "Si AMO". ¡Zás! Un tremendo sopapo.

- "Repetí y agradecé, puta. ¿Cual es tu elixir?"

- "SU leche, SU meo, Su saliva, SUS mocos y SUS gargajos, AMO, Gracias AMO", respondí con dificultad respondí sabiendo que tendría que vencer a mi cuerpo, pero sabiendo también que mi cuerpo se iba a resistir.

- "¡Otra vez puta barata!"

- "Mi Elixir de Puta Barata es SU leche, SU meo, Su saliva, SUS mocos y SUS gargajos, AMO, Gracias AMO". SU mente ocupaba mi mente.

El AMO chasqueó los dedos y el/la esclavo/a en forma casi instantánea gateó en cuatro patas y le ofreció al AMO un recipiente que sin lugar a dudas era mi Elixir de Puta. El AMO me miró y supe sin necesidad de que dijera una sola palabra que debía abrir mi boca y prepararme a recibir su contenido.

- “A ver, perra… La vez pasada me decepcionaste. Mirame y disfrutá el privilegio de recibir mis fluidos dentro tuyo.” Sin más me agarró del pelo con violencia, tiró mi cabeza atrás y empezó a volcar SUS fluidos en mí. Sentí SU Poder como nunca había sentido el poder de nadie sobre mí. Yo soy de ÉL. Ni siquiera soy yo. Soy una puta barata, "algo", que estaba teniendo el privilegio de recibir a mi SEÑOR.

Comenzó a volcar lentamente el Elixir en mí. Mientras el espeso líquido me penetraba, mis ojos no dejaban de mirar SU cara. No pude dejar de mirar cómo se formaba en SU rostro una sutil sonrisa sádica, mientras mi garganta trataba de abrir paso para que SUS fluidos inunden mis entrañas. Vi SU placer tomando control de mi cuerpo, forzando a anular reflejos ancestrales y prejuicios sociales. Y empecé a sentir como mi cuerpo empezaba a pedir SUS fluidos, mi Elixir de Puta Barata. Sentí en mí el placer de SU placer, domándome.

- “¡Qué puta resultaste ser! Sabía en cuanto te vi que eras uno de esos seres que puedo moldear a mi Voluntad. Preparate porque con vos voy a hacer realidad mis morbos más oscuros, puta. No tragues todo. Hacé gárgaras con el último trago y después vas a compartirlo con la cerda”. Sin demora “la cerda” se puso a lado mío con la boca abierta y deseosa de compartir conmigo al AMO. Sentí una ráfaga de egoísmo y me sorprendí a mi misma de lo que podía hacer. Volqué el Elixir de Puta en la boca de la cerda en una especie de beso húmedo de esclavas conectadas íntimamente por la esencia del AMO. Me sentí bien. Me sentí otra.

- “¿Qué se dice puta?”

- "Mi Elixir de Puta Barata es SU leche, SU meo, Su saliva, SUS mocos y SUS gargajos, AMO, Gracias AMO".

- “Esto es solo el comienzo, perra. Mirá la cerda. La cerda lleva tres años conmigo. Aunque no lo creas es abogado, como vos. Creo que ya perdió la cuenta de los tipos que se la cogieron y las pijas que tuvo que tragar.” Miré a la cerda que permanecía impávida, pero alerta al más mínimo movimiento del AMO. Pude verla en detalle. Tiene el cuerpo completamente depilado. ¿Quizás su calvicie sea natural? Tiene tatuado en la ingle la palabra “cerda”, un número y un código de barras. Y tenía grilletes de metal en las muñecas y los tobillos. Pezones enormes perforados y un piercing en la lengua. Y ojos amarillos (lentes de contacto de color). Tenía moretones en todo el cuerpo. Su manera de moverse, sus gestos y sus formas físicas me parecieron muy femeninas y gatunas. ¿Estará tomando hormonas?

A un gesto del AMO la cerda se movió como realmente una cerda y abrió su boca frente al AMO. El AMO metió SU PIJA dentro de la boca de la cerda y meó largamente. La cerda tragó todo sin derramar una gota. Tragando, tragando, tragando… Como una bomba de succión humana. Con una actitud que no solo mostraba cotidianeidad, sino devoción. Sentí unos celos tremendos. Al terminar hizo un sonido gutural y volvió a la posición base (de rodillas, manos atrás, con la boca siempre abierta y pensando que estoy ahí solo servir como la esclava que soy). Pude ver entonces que no solo tenía un dispositivo de castidad que prácticamente no permitía ver ¿el pene? de la cerda, sino un tapón anal.

- “Vení, limpiame puta”, dijo el AMO sacando SU PIJA de la cerda, como su fuera un mingitorio. En realidad lo era, pensé. “Gracias AMO”. Recibí otro sopapo terrible. La cara me ardía. -“Nada de hablar, a partir de ahora perra. Las esclavas no hablan acá, salvo que te diga. ¿Viste el sonido que hizo la cerda? Pues bien, así, perra. Gutural y mostrando agradecimiento y devoción a tu AMO y SEÑOR. Gritar pueden, hablar, no.” Naturalmente me salió un sonido animal desde el fondo del alma y caí a SUS pies.

El AMO nuevamente chasqueó los dedos y la cerda corrió a un rincón, no muy lejos donde permaneció en posición base. El AMO se acercó y la puso en un aparato que estaba ahí, que la obligaba a estar atada en cuatro patas sin poder mover nada de su cuerpo. Sacó el tapón anal del culo de la cerda y se lo hizo limpiar con la boca. Ella lo hizo como si fuera un premio. Metió entonces en su culo un dildo metálico y lo conectó al igual que el dispositivo de castidad a unos indudables electrodos. El AMO la encendió y la cerda empezó a retorcerse y hacer unos ruidos y gritos lastimosos. El AMO le puso entonces una mordaza con un pene plástico que ingresó a su boca y sus gritos se transformaron en apenas un sonido de fondo.

-”Bueno puta, esa fue la parte fácil. Tenés la mala suerte de que yo soy un AMO sádico. Eso quiere decir que mi mayor placer es verlas sufrir. Y mucho. El 50% de tu esclavitud van a ser golpes, dolor incomodidad heavy y restricciones severas. Y el otro 50% va a ser tu emputecimiento, pero sin ningún placer para vos. Puede ser que cada tanto te permita llegar a algo parecido a un orgasmo, pero no esperes que sea placentero para vos. Nunca, absolutamente nunca, tenés permitido que se te pare tu clítoris. Si alguna vez te llega a pasar te puedo asegurar que va a ser la última. Vas a usar además un aparato de castidad como el de la cerda, se llaman “jaulas de castidad invertida”. Olvidate de todo atisbo de masculinidad. Entendé que desde ahora en adelante, en mi mundo no vas a ser más un hombre, en ningún sentido. Tampoco una mujer. Cosa, perra y puta. Cuando salgas de acá, en tu mundo de abogado, simularás ser un hombre, todo lo que puedas. Eso es asunto tuyo. Pero debajo van a estar siempre las marcas de tu condición de puta y esclava, MI puta y MI esclava. ¿Comentarios puta?"

Estaba abrumada. Pude ver con claridad en lo que ya me estoy convirtiendo. Desde el fondo de lo que soy salió un sonido que no podría salir nunca de una persona “normal”. Me asusté de mi misma. Me dí cuenta que esto exactamente es lo que estaba buscando. Un AMO que me llevara al fondo de mí misma, aún si yo misma me resisto. Vi la sonrisa en el AMO, esa sonrisa sádica que anticipa que lo peor no pasó.

-”Viste los moretones de la cerda. Bueno acostumbrate, porque pronto vas a verte igual. ¡Ponete en cuatro, puta!”