FIN DE SEMANA/ SESIÓN DURA 5

FIN DE SEMANA/ SESIÓN DURA 5

(real)

Ya habían pasado varias horas, la noche avanzaba sin sentirlo. La sesión había subido de tono poco a poco y ahora nada la podía detener.

Llegado un momento mi AMO me ordenó ponerme de pie bajo las cuerdas y me ató las manos al techo.

Me cegó y puso una mordaza en mi boca y después tapó mis oídos con tapones de cera, había pensado en los más mínimos detalles, para sus depravaciones. Me dio unos buenos azotes sobre la marcha. Y me dejó en vilo.

Pude sin embargo oír como se abría la puerta. Durante varios minutos estuve en espera completamente inmóvil, tratando de saber cuál sería su siguiente movimiento, volvió a entrar.

El aire húmedo del exterior inundo la sala. Unas manos frías recorrieron mi espalda y mis nalgas, haciéndome reaccionar al contacto con mi piel, erizándola por completo, al segundo siguiente otras manos hicieron lo mismo con mi pecho y mi polla.

El frio penetró por mis poros hasta mi cerebro. El momento me superó.

No pude más que reaccionar a la sorpresa, inesperado invitado que mi AMO ya había dispuesto para el uso de su siervo en compañía de algún colega.

Mi cuerpo temblaba por causa de esas sensaciones y de lo que podría venir a partir de aquel momento.

Pellizcaron mi cuerpo con ansia y placer los dos. Me dejaron solo, anulado, colgado, sin tener conciencia real de lo que estaba pasando. Los sentí disfrutar del momento casi sordo e inmóvil como estaba. Yo a penas les sentía hablar, pero adivinaba el momento.

El invitado seguro que estaba intentando coger nuestro nivel de vicio metiéndose algo. No tardaría mucho.

Al momento me acercaron el popper, los tres ahora estábamos subidos, jugaban juntos sobre mi espalda abrazándose y apretándose sobre mí. Yo oscilaba atado de sus empujones.

Después me quitaron los tapones y el bocado, volví a sentir el agitado respirar de ellos dos. Ya bien puestos y con ganas de todo.

De nuevo noté la suave caricia del látigo sobre mi hombro izquierdo y sin esperarlo otro sobre el derecho.

Eso me puso en tensión, ya sabía lo que seguiría. Sin saber de cual, un primer azote cayó sin piedad sobre mi espalda.

Yo estaba seguro que el más fuerte sería el de mi AMO. Tenía pocas dudas. Al instante el otro. Los dos al unísono se dispusieron a pasar un buen rato disfrutando con saña de azote al esclavo.

Una y otra vez los dos látigos se turnaban, cayendo otras veces al unísono sobre mí. Ya mi espalda era toda dolor. Mi sumisión y entrega había llegado a masoquismo puro en manos de los dos.

Me dejaron atado, disfrutaron de un momento juntos, mientras yo les escuchaba. Sus roces en cuero cuerpo a cuerpo, esnifando y sintiéndolos salidos y muy cerdos me estaban poniendo muy agitado, pensándolo y esperando mi turno.

Yo aún no sabía quién era el invitado, mi AMO se acercó a mí por la espalda, pellizcó mis pezones y al oído me susurró ¨sé que lo estas disfrutando cabrón, la sorpresa te puso a mil, lo noto. Ahora tienes dos amos que te harán sufrir como a ti te gusta perrito¨. ¿Quieres sufrir perro? ¨si mi AMO, gracias.

¨Bien asi me gusta, te vamos a complacer, ya verás¨ palpé su deseo sádico acompañando esas palabras.

Oí la bolsa con pinzas moverse, su sonido me adelantaba mi suplicio.

Uno por un lado y otro por el otro, estaban disfrutando viéndome retorcerme de dolor a cada pinza puesta en mi cuerpo, hasta dejarme totalmente cubierto de ellas en cada punto que se pudiesen sostenerse. Bien perro vamos allá.

Esas palabras me indicaban la continuación del juego. Supliqué una puesta a punto de medicinas y popper antes. mi AMO me complació sabiendo el punto de sufrimiento que me esperaba y del que disfrutaría más que yo produciéndomelo.

Los tres al mismo instante plenos de vicio. Las dos fustas acariciaron mi piel. Sentí el primer golpe como señal de salida. Las dos golpearon las pinzas de madera haciéndolas saltar por todo el salón, una tras otra saltaban de mi piel a cada enviste. Mi dolor se multiplicaba al mismo ritmo que crecía la satisfacción de mi AMO al verme sufrir así.

En los momentos que siguieron todo se precipitó a mi alrededor. El tiempo se detuvo. Nuestros cuerpos jugaban excitados y sin limitaciones. Cuatro manos frotaron mi cuerpo entero repasando los puntos de pinceo, volviendo a hacerme doblegar ante sus ataques.

Ya mi cuerpo estaba totalmente entregado a los caprichos de los dos amos. Que disfrutaban de lo lindo.

Mi AMO se acercó a mí que continuaba cegado, soltó mis muñecas de las cuerdas, yo me desplomé al instante, mis piernas flaquearon.

Los momentos anteriores fueron muy intensos, mi cuerpo no había calculado hasta que punto lo habían sometido.

Me dejaron relajar un rato, mientras ellos se tomaban unas birras y se magreaban sin prisas.

Al poco mi AMO se acercó a mí, enganchó mi correa a mi collar y me llevó hasta el sofá, sentí sobre mi cabeza la mano del invitado ¨bien perro me estás haciendo disfrutar mucho en compañía de tu dueño, me alegro me invitase a pasar esta noche con él y con su esclavo¨

Los dos estaban sentados en el sofá, el calor de la chimenea me llegaba a mi espalda dolorida.

Quitale las zapas a él y a mi mis botas perro y ponte a lamer nuestros pies como sabes.

Las órdenes de mi AMO eran directas, dejé desnudos los cuatro pies, sin antes llenarme de sus olores, después snifé del frasco que me acercó una mano y me dediqué en cuerpo y alma a lamer los pies de los dos amos, con esmero y entrega, sin dejar ni un solo resquicio en el que no pasase mi lengua.

Bufffffff ¡que rico cerdo!

Durante unos cuantos minutos lamí sus pies, sin saber todavía a quien pertenecían dos de ellos. Mi AMO me hacía sufrir en cada una de las ocasiones que se le presentaban, poniendo a prueba mi sumisión.

A sus pies yo les sentía sobarse y manosearse, constantemente, estaban más que salidos, mi AMO cogió mi cabeza, me ordenó abrir mi boca y ¨abre perro¨ sin previo aviso sentí caer su meo dentro de ella, bebí con ansia agradecido, invitó a su amigo a imitarle, con satisfacción le oí soltar su meada dentro de mi boca.

Sus meos cayeron desde mi boca por mi pecho, impregnándome de todo su olor, me rebocé con ellos, los dos me insultaban al unísono ¨así cerdo, traga meadas, disfruta de tus miserias perro¨ ¨así cabrón¨

Ahora limpia el suelo lo quiero sin una gota, lamí las baldosas hasta dejarlas secas en mi locura de sumisión, todo me llevaba a no pensar en lo que llegaría después, ya nada importaba.

¨Bien cerdo ven aquí¨ era la voz del invitado mi obligación a tratarlo como un amo no me dejaba opciones. ¨Abre tu puta boca perro¨ su polla entró en mi boca sin piedad, ahogándome empujándola con sus manos una y otra vez ¨traga cabrón traga¨ pon el culo en pompa cerdo tu AMO te lo va a follar.

Mi Sr. clavó su rabo en mi ojal sin ni siquiera lubricarlo, follándolo a fondo, su buena polla hacía bien su trabajo, mientras su amigo follaba mi boca como nunca, viendo a su colega cabalgarme. ¨joder que bueno, que vicio tienes cerdo.¨ traga bien ,traga.

Al poco se turnaron, una vez y otra y otra vez, mi felicidad de siervo era plena y como pasivo estaba en el paraíso de mis mejores sueños y mis mejores pesadillas.

La noche seguía avanzando, pero aún quedaban horas suficientes para seguir al servicio de mi dueño y su compañía.