El Primo de la Novia 7

Cuando Luciano despertó, una vez completamente solos en el departamento Luciano le ordenó a Oswaldo encerrarse en su cuarto por 24 horas y sólo le dió permiso de salir para ir al baño y para conectarse a trabajar - quiero que tengas un duelo adecuado- le dijo entonces- no voy a ser el clavo que saca otro clavo, voy a ser tu Amo y quiero que cierres tu relación anterior como creas conveniente.

Oswaldo lloró, bebió, durmió y rompió cosas en su cuarto durante aquellas 24 horas. Cuando el tiempo concluyó Luciano abrió la puerta del cuarto y le anunció - este cuarto ahora es mío, tú eres el perro así que no necesitas tener un cuarto- lo encerró en la jaula el resto del día para ayudarle a su mascota a comprender su nueva realidad.

Al día siguiente lo dejó encadenado al WC y salió del departamento durante todo el día- duerme en mi cuarto, puedes usar pijama si quieres- le ordenó al soltarle la cadena de la base del WC - mañana te quiero bien bañado y listo a las nueve, vamos a desayunar.

Es domingo, hoy Oswaldo no tiene que quedarse en casa para trabajar, Luciano y el van a un restaurancito cerca del departamento para tomar el desayuno. Mientras comen platican amistosamente, Luciano no es ese chico frívolo y pesado que Oswaldo creyó ver cuando llegó a su departamento hace mes y medio. Es un hombre culto, educado, con buena conversación, ideas muy claras.

Luciano estudió para piloto aviador, se mudó a la capital porque consideraba que ahí encontraría mejores oportunidades de trabajo que en su ciudad natal; durante dos meses se dio a la tarea de dejar sus documentos en todos los sitios donde pudiera abrirse una oportunidad… ahora solamente esperaba a que le llamaran o a enterarse de algún trabajo para él por las relaciones que había hecho.

-Por eso no he salido del departamento estás semanas- le cuenta a Oswaldo- no quiero que pienses que soy un vividor, simplemente comprendo que conseguir trabajo va a llevarnos tiempo.

Luciano toma su celular y le muestra unas fotos a Oswaldo, son de él, desnudo- me preguntabas cómo hacía para tener dinero, pues tengo un Onlyfans… y así es como me terminé de pagar la carrera y como he conseguido para pagar tu corte, tus juguetes y otras cosas- Oswaldo se queda mirando las fotos de Luciano desnudo, algo tiene su cuerpo delgado y fino que lo pone muy caliente. Luciano le retira el celular- ya deja de calentarte con mis fotos… o paga por ellas- añade riendo.

-Los primeros días quise ayudarte a descubrir que dentro de ti hay un hombre sumiso, que disfruta sintiendo la humillación y el control- le dice mirándolo a los ojos.

-Ahora estamos a punto de iniciar una nueva etapa perro- le dice mirándolo a los ojos con ternura y seriedad- quiero saber si estás dispuesto a seguir.

Oswaldo va a contestar de inmediato que si pero Luciano lo detiene- antes de que aceptes tienes que saber que lo que sigue es un proceso doloroso. Tengo que disciplinarte, para que recuerdes siempre tu lugar, para que seas una mejor mascota, para moldear tu carácter y tenerte bien sujeto a mi- Oswaldo se queda mirándolo en silencio.

-Ya una vez te castigué por no cumplir- Oswaldo baja la mirada nervioso, le incomoda hablar de eso en el café- pero ahora voy a torturarte sin que hayas hecho nada malo, lo voy a hacer para que aprendas que no necesito pretextos para usar tu cuerpo como yo quiera… porque eres mío.

Luciano guarda silencio y el silencio se prolonga durante un minuto -¿estás dispuesto a que avancemos?- pregunta Luciano

-Si Amo- responde Oswaldo

Una hora más tarde, completamente desnudo, en posición de cuclillas, con las manos en la cabeza Oswaldo mantiene la vista hacia el piso mientras Luciano gira alrededor de él con un flogger en la mano.

Zazzzz suena el primer azote directo a su espalda, zazzzz un segundo azote que hace que Oswaldo se mueva y luche por mantener la posición… zazzzz el tercer azote le da en el pecho y Oswaldo abre sus brazos- ¡quieto animal!- le ordena Luciano y le da dos fuertes azotes más en el pecho- las manos en la cabeza, no puedes bajarlas

-Si Amo, perdón Amo- zazzz un azote en su espalda es la respuesta- silencio, no hables, no te di permiso de hablar- un azote más en la espalda y luego Luciano mete su bota entre las piernas de Oswaldo, le da pequeños golpes en los huevos, Oswaldo respira agitado y lucha para no bajar las manos, los golpecitos van en aumento, su verga que está dura como un tronco se mece arriba y abajo ante los golpes de su bota cuatro azotes más, Oswaldo enloquece, grita pero mantiene las manos en la cabeza. Luciano toma los calzones que Oswaldo se quitó hace unos minutos y se los mete completos en la boca- cierra la boca le ordena y Oswaldo obedece- de pie- Oswaldo se levanta agradecido, siente sus piernas entumidas, no le da tiempo de descansar, cuatro azotes con el flogger en las nalgas hacen que sus glúteos tiemblen y su cuerpo se pone duro…

Oswaldo percibe la diferencia entre ser castigado y ser disciplinado, no hay caricias entre los azotes, no hay palabras… simplemente sufrimiento. Los azotes siguen en su pecho, abdomen, espalda y nalgas… al principio trata de esconder su dolor, después se da cuenta de que Luciano disfruta viéndolo sufrir y exhibe su cara humillada y adolorida, expresa con todo su cuerpo la sensación de ardor que cada azote le provoca.

Luciano le suelta un azote en la verga con el flogger, luego uno más… luego los huevos… cambiando la dirección del flogger para pegarle de abajo hacia arriba, Luciano hace girar el flogger y le rosa los huevos con las cintas de cuero una.. otra… otra vez… y otra…. Y otra… el perro aúlla de dolor y Luciano se agarra la verga a través del pantalón demostrando lo excitado que está

Saca de una bolsa un par de pinzas de metal, tienen unas pesas circulares añadidas por una cadena, se la pone en los pezones, las pinzas le jalan la piel hacia abajo alargándole “las chichis”. Se coloca detrás y lo hace empinarse un poco, las pinzas cuelgan y producen más dolor, lo azota nuevamente en la espalda y las nalgas, con fuerza, sin un orden determinado, simplemente un azote tras otro tras otro tras otro… Luciano se detiene.

Oswaldo respira agitado, las pinzas duelen y la espalda arde - ponte en cuatro- le ordena y Oswaldo obedece. Le obliga a abrir las piernas con las botas y luego le agarra los huevos por detrás, saca un humbler de la bolsa de plástico que tiene cerca, con mucha pericia le jala los huevos y se los atora en aquella plancha doble de madera que se sujeta detrás de los muslos obligando sus huevos a estirarse.

Le coloca el collar y la cadena y lo obliga a caminar detrás de él jalándolo de ella por la sala… las pinzas se mecen con su andar jalándole los pezones y sus huevos prisioneros se jalan y se aprietan cuando avanza a cuatro patas… lo lleva a la cama y con mucho esfuerzo lo hace subir a ella- abre bien las piernas- le ordena y Oswaldo las abre empujando el culo hacia atrás. Luciano le da golpecitos con las manos en los huevos, Oswaldo brinca y se retuerce y las pinzas se mueven a todos lados jalándole los pezones.

Luciano agarra uno de sus zapatos del piso y con la suela le da golpes en los huevos a Oswaldo… que fuera de si comienza a gritar y a retorcerse de dolor…. Luciano saca de la bolsa un gancho de metal, lo llena de lubricante y lo mete lentamente en el ano de Oswaldo… sujeta el gancho con una cuerda al collar de perro que trae en el cuello y lo estira hasta que Oswaldo queda arqueado, luego le amarra las muñecas por la espalda con otra cuerda-abre la boca- le ordena y Oswaldo obedece, le saca el calzón completamente mojado de ella- quiero oírte gritar- le dice mientras le acaricia los huevos con la suela del zapato en sus manos.

Toma un poco de vuelo para darle el primer golpe- ahhhhh- llora con todas sus fuerzas Oswaldo- ahhhh- grita después del segundo golpe- ahhhhhhh- llora tras el tercero

-¡Ladra perro!- le ordena Luciano dándole un golpe más

-wooof woooof wooooof woooof woooof- ladra sin control Oswaldo mientras Luciano continúa dándole un golpe tras otro en los huevos.

Se engrasa la mano y lo masturba, la posición es terriblemente incómoda, Luciano le pega una vez más con el zapato mientras con la otra mano no deja de masturbarlo, un golpe más y otro… y otro… y otro… y Oswaldo lanza un quejido intenso mezcla de dolor y placer y un chorro de semen brota de su verga… Luciano se la suelta, el orgasmo está a medias, en lugar de placer Oswaldo recibe más y más golpes en los huevos mientras arroja leche sin control.

Después de desatarlo y dejarlo descansar un poco Luciano le muestra una jaula de castidad - mira, te compré esto ¿sabes para lo que es?- le pregunta

-Si Amo- responde Oswaldo acostado en la cama, sudando agotado

-Vamos a usarla para inutilizar esto, que no va a ser necesario que uses en un buen rato- le dice sujetándole la verga flácida e hinchada… Oswaldo esta tan cansado que se queda quieto mientras Luciano le inutiliza la verga y la somete para el.