Al terminar se fueron al baño. Raúl se fue directo a la ducha y Sergio, como no podía esperar, se sentó en la taza a soltar la tanta cantidad de leche que tenía dentro.
• Sergio: “Macho, además de tener tremendo pollón sueltas mucha leche”
• Raúl: “Sí, suelto bastante, además venía cargado, con los huevos a reventar”
• Sergio: “Entonces ahora estarás más relajado”
• Raúl: “Mucho más relajado”
Raúl terminó pronto de ducharse, salió y se fue a la habitación a vestirse. Sergio se duchó detrás de él y tampoco tardó mucho, ya se había duchado antes y lo que necesitaba era principalmente “lavarse los bajos”. Enseguida entró en la habitación, Raúl estaba prácticamente vestido y él sólo se puso un pantaloncito corto muy poco masculino.
• Raúl (mirando lo que se ponía): “Oye, no paras de demostrar que eres maricón… porque eso que te estás poniendo no deja muchas dudas”
• Sergio (sonriéndole): “Sí… dentro de casa siempre”
Pasaron al salón. Marcos que estaba en la cocina, al sentirlos, sale en busca de ellos.
• Marcos: “Bueno Raúl, ¿qué tal ha estado mi puta?”
• Raúl: “Todo perfecto… llegué con la leche rebosando y me la ha sacado toda y muy bien, la verdad que tiene vocación, ha nacido para esto”
• Marcos: “Sí, pero no es culpa de él, es la naturaleza, ¿viste que casi no tiene polla?”
• Raúl: “Sí y que además tiene un culo y unas tetas que dan ganas de comérselos”
• Marcos (riendo): “Y seguro que lo hiciste, ¿no?”
• Raúl: “Por supuesto”
• Marcos: “Me contó que ese cuerpo, esos glúteos, esos pectorales, se los debe a su primer amo que fue su monitor de piscina y gimnasio”
• Raúl: “Pues hizo muy buen trabajo”
• Marcos: “Oye macho, al llegar no quisiste ni tomarte una copa…”
• Raúl (interrumpiéndole): “Sí, perdona, fui casi grosero contigo pero es que venía con muchas ganas”
• Marcos: “No tío, no te preocupes por eso, lo que quería decirte es que ahora sí podemos conversar algo… mira, además acabo de terminar de cocinar y tengo comida de sobra, te invito a cenar con nosotros, ¿qué te parece?”
• Raúl: “Me parece demasiado que me ofrezcas tu puta y además me invites a cenar pero no te voy a hacer el desaire”
• Marcos (abriendo una botella y dirigiéndose a Sergio): “Susi ve montando la mesa mientras Raúl y yo nos tomamos una copa de vino”
• Raúl (riéndose un poco): “¿Susi?”
• Marcos: “Sí, yo a veces le llamo Sergio y otras veces Susi… o maricón, puta, zorra, lo que me apetezca… ella siempre contesta de buen grado”
Raúl y Marcos conversan relajadamente. Básicamente Raúl se mostró interesado en saber el tiempo que llevaban juntos, cómo se habían conocido y se asombró al saber que eran jefe y empleado y que Marcos mandaba no...