Escrit per: MasterPig80
2607 paraules
“Lleva a los perros a la casa, enciérralos a todos en la mazmorra, dile a José que venga de inmediato, tú también vuelve con él”, le digo a Juan, debo admitirlo, estoy nervioso, esto puede salirse de control.
Mario llega en su camioneta acompañado de su capataz, yo lo recibo en la entrada,
Mario: “Como estas pos hombre, desde hace más un año que no te veo”
“Mario querido, estoy muy bien, como ves, la tierra a dado buenos frutos, y la cosecha es la mejor que he tenido en largos años, estos perros conocen bien su trabajo, son mis más fieles sirvientes”. Le respondo,
Mario: “Que gusto escuchar eso, desearía decir lo mismo, pero este año solo conseguí a unos escuálidos perros, apenas pueden levantar un canasto a la vez, solo son buenos para chupar mi verga, ¡esos pinches maracos!”, me dice,
“No te preocupes, para eso estamos los socios, para apoyarnos, vas a ver lo que te tengo, acompáñame a mi bodega, con cuidado, que el suelo está mojado”, le digo.
Su capataz se quita la camisa y la tira al suelo, se coloca en cuclillas y avanza centrado en cuidar que su Amo no se ensucie los zapatos, hasta llegar a la bodega con la pared, donde tengo mi mercancía, lista para la venta.
“Como ves, he seleccionado a mis mejores perros, los más gruesos, fornidos y sumisos. Resisten los golpes del látigo, puedes hacerlos trabajar mientras te cargan al hombro”, Le digo con gracia,
Mario: “Es una belleza, que suerte que tienes, con estas bestias debes haber conseguido la cosecha de todo un año en estos meses”, Lo dice mientras golpea con sus palmas los muslos de cada esclavo colgado de la pared, les toca sus vergas y sus bolas con suavidad.
En eso llega José, casi corriendo, fajando su camisa, agitado, pero muy bien peinado, arreglándose sus Jean para estar perfectamente presentable.
José: “Me mandó a llamar mi Señor”, me pregunta,
“Si José, saluda a Mario, ya lo conoces, te irás con él para domar a sus bestias y conseguir mejorar su cosecha, harás todo lo que él te pida, sin desobedecer, será tu Amo en estas dos semanas”, Le dije a José,
José: “Si mi Señor”, va donde Mario y se arrodilla ante él diciendo “A sus órdenes mi Señor”, luego besa sus zapatos.
Mario: “¡Párate mierda, y trae algo fuerte para tomar!”, le dice gritando en tono dominante.
José: “Si mi Señor”, y corre de vuelta a la casa para obedecer su orden.
Mario: “¡Capataz! recoge y ponte tu camisa, acompaña a José por las bebidas”. A su orden patrón”, le responde el capataz.
“Bien que te parece estas bestias Mario”, le pregunto.
Mario: “Mmm, me parece interesante estos boludos, pero, podrán resistir el castigo físico”, me pregunta,
“Ya te lo dije, sus fuertes lomos aguantan canastos de 50 kilos y ni...