Santi y yo llevábamos varios meses chateando, nos habíamos pasado algunas fotos y nos caímos bien, una noche me explicó una de sus fantasías y después de darle vueltas le dije que si quería yo estaba dispuesto a ayudarlo.

Quedamos en un polígono a las 11 de la noche, a la hora establecida 2 amigos y yo pasamos con el coche, lo vimos y paramos.

Nos vajamos del coche y lo afofeteamos hasta hacerlo caer de rodillas y cogimos su teléfono, lo atamos y le tapamos los ojos, la siguiente parada era un bosque.

Lo metimos en el maletero y nos dirijimos al lugar que mis amigos y yo teníamos establecido, una vez llegamos lo sacamos del maletero y le dimos patadas detrás de la rodilla para que cayera al suelo, le levantamos la la cabeza y lo volvimos a abofetar recordándole que esa noche estaba a merced de unos desconocidos que no se lo iban a hacer pasar nada bien.

Lo arrastramos por el pelo entre la hierba y las piedras y a patadas, así llegamos a lo que sería el árbol en el que permanecería atado hasta el amanecer.

Una vez llegamos al árbol, le destrozamos la ropa que llevaba puesta sin desatarlo y con los ojos tapados. Después de darle unos cuantos golpes más, lo atamos al árbol mientras el gimoteaba, imagino que provocado por esa mezcla de dolor y placer que estaba sintiendo.

Lo atamos desnudo al árbol, la temperatura rondaba los 15 grados.

Lo calentamos a base de tortas otra vez repitiéndole que era un montón de mierda a la merced de tres personas que no se lo iban a hacer pasar bien y que esa noche literalmente ya podía rezar lo que supiera por salir indemne de allí.

Mis amigos y yo nos abrimos una botella de whisky y nos encendimos unos cigarros, le hicimos tragarse las colillas mientras se bebía nuestros meos, esto duro una hora más menos, a la 1 de la madrugada decidimos ir a tomar algo con 50 euros que le habíamos sacado de la cartera dejándolo allí atado.

Tardamos un par de horas en volver, la temperatura había bajado y santi seguía allí atado a aquel árbol, empezó a gimotear al escucharnos llegar, tenía frío y había que calentarlo, la temperatura ya rondaba los 10 grados así quelo meamos los 3 y le dimos unas cuantas ostias, nos sentamos a unos 6 metros suyos y seguimos fumando y tomando whisky, mientras el seguía atado desnudo y con los ojos vendados.

Alrededor de las 4 decidimos subir un nivel y empezamos por meterle en la boca un buen puñado de hierba, le acercamos levemente un mechero encendido para que notara el calor del fuego y lo siguiente fue echar un poco de gasolina encima de su cuerpo inmóvil, empezó a agitarse y decidimos darle algunas ostias más para relajarlo,la palabra de control pactada no había sido usada.

Empezamos a jugar con los mecheros cerca de sus oídos, a hacer ruido al encenderlo diciéndole que era un montón de mierda, un puto depravado que esa noche t...