Este relato lo baje hace tiempo y en inglés. Me tomé el trabajo de traducirlo para compartirlo, el que creo es fantástico. Su escritor sólo se identificaba como “The Milk Man”. Espero guste.

Parte 1

Navegando por Internet, un día leo un anuncio que dice: ¿Es usted un masturbador crónico y compulsivo? ¿Tiene la fantasía sobre ser castrado o eunuco? Venga a la granja y consiga las acabadas de su vida –y-, quizás, más.

Respondí al anuncio y se me respondió informándoseme que debería estar caminando en un cierto lugar en un cierto momento, que me recogerían y me transportarían a la granja.

Por supuesto, yo tenía mis reservas sobre esto ya que muchas veces antes, había contestado o casi había contestado anuncios y todos fueron dejados de lado por mí.

Pero esta ves, tomé la determinación de llevarlo a cabo. El contacto había dicho que me daría la oportunidad de echarme atrás después de todo lo que me sería explicado en la granja. Para lo que pensé, ”estoy decidido e iré”.

Estaba caminando en el lugar especificado y hora y un camión de mudanzas paró a mi lado, al detenerse, baja un tipo que llevaba pantalón vaqueros muy ajustados, camiseta blanca, y zapatillas tenis. Era grande y musculoso y su cabeza totalmente afeitada. Él preguntó si yo era quien quería ir a la granja, cuando yo confirmé con un moviendo de cabeza, otros dos tipos salieron del camión, me tomaron como una muñeca de trapo y me tiraron en la parte de atrás del camión de mudanzas.

Ellos me siguieron y pronto estábamos en movimiento. Los tipos me pusieron una capucha en mi cabeza y la ataron en la parte de atrás. Mi ropa fue retirada con destreza, mis brazos doblados hacia mi espalda y con algo parecido a largos guantes de cuero limitaron mis movimientos desde mis muñecas a los codos.

Un collar ancho de cuero fue puesto alrededor de mi cuello y oí un clic de una cámara sacándome una foto en esa posición. Luego me pusieron boca abajo en el suelo alfombrado y se pusieron tobilleras en cada uno de mis tobillos y una barra que se enganchó a ellos separando mis piernas.

Durante el trayecto, yo trataba de escuchar lo que hablaban entre ellos pero no podía entender lo que decían.

No se cuanto tiempo pasó, perdí la noción y ubicación, pero el vehículo paró finalmente, la barra fue retirada de mis tobillos y me sacaron del camión de mudanzas.

Entonces una cadena se enganchó a mi collar y fui llevado a través de una puerta, luego hacia abajo y por lo que parecía como un pasillo muy largo. Había muchos giros pero finalmente pasamos por otra puerta y nos detuvimos.

Me soltaron los brazos, me sentaron en un sillón y mis brazos fueron afirmados a los brazos del mismo. Mis piernas también atadas a las patas de la silla y una faja de cuero grande, ancha se puso fuertemente alrededor de mi pecho.