USADO EN EL TRÓPICO

USADO EN EL TRÓPICO

Aitor siempre había querido entregarse de tal forma que simulase una sumisión casi sin límites. Evidentemente, ponerse en manos de alguien muy duro pero inteligente y con cabeza. Lo habló con dos o tres personas para dejar claro que, a partir de ese momento podían usarle o, directamente entregarle a un Amo.

Lo que Aitor no esperaba era lo que iba a suceder. Un amigo íntimo se enteró que se acababa de sacar el pasaporte y lo usó para su entrega a un Amo que había conocido por otros temas diferentes a los que les unía.

Este chico, Antonio, citó en su casa a Aitor una tarde de sábado. Sabía que tenía un mes de vacaciones y entre todos habían hecho que Aitor cogiera unas vacaciones de un mes donde su familia no le echaría en falta con lo que lo que iban a hacerle iba a pasar desapercibido.

Entre sus tres o cuatro amigos sexuales le habían preparado una sorpresa muy elaborada.

Primero habían contactado con un Amo extremadamente duro, experto y exigente pero sensato. Él, que tenía posibilidades de preparar planes tan elaborados tenía todo dispuesto.

Antonio recibió a Aitor a su casa con la excusa de follarle. Le abrió la puerta, sin que se diera cuenta, entre besos y caricias la dejó entornada sin quedar cerrada y le condujo hasta el sofá primero donde se besaron y acariciaron mientras se desnudaban. Con solo el bóxer caminaron hasta el dormitorio y la cama. Allí siguieron con los besos etc. No escucharon como tres hombres encapuchados entraron por la puerta.

Amo Karl los había enviado. Eran de su más absoluta confianza. Antonio estaba boca arriba mientras que Aitor se situaba encima boca abajo besándose apasionadamente. Dos de los hombres lo sujetaron de los brazos, a la vez que el tercero le tapaba la boca con un pañuelo.

Seguido a taparle la boca le pinchó con una jeringa inyectándole un líquido que dejó a Aitor completamente dormido.

Habían estado a Aitor ese día y sabían que no había nadie en casa. Uno de ellos fue a la casa con las llaves de Aitor. Entró y buscó el pasaporte llevándoselo lo mismo que unos pantalones y camisa para así poder pasar la aduana disimuladamente. Volvió donde Aitor dormía anestesiado. Lo vistieron con la ropa que habían cogido.

Lo bajaron en el ascensor al garaje y allí lo metieron en la parte de carga de una furgoneta de reparto y le condujeron al aeropuerto. Allí esperaron a que despertase y Aitor cuando lo hizo y se vio con un pañuelo tapando la boca se acojonó pero le aclararon que estaba en manos del Amo Karl y eso tranquilizó a Aitor.

Le acompañaron a pasar la aduana y cuando lo hizo le condujeron a la terminal de aviones privados. Allí fue subido al avión y conminado a desnudarse. Entonces fue recluido en una jaula vertical donde se acomodó para el vuelo.

Tras unas cuantas horas de vuelo aterrizaron en el trópico. Bajaron a Aitor desnudo y con una capucha. Le hicieron caminar unos cuantos metros hasta que fue metido en la camioneta. Fue conducido a una gran finca. Lo bajaron y lo colocaron contra la pared de la nave principal. Allí fue despojado de la máscara.

El Amo Karl se acercó. Vestía con ropas claras y unas botas de cuero, llevaba un látigo de dos metros en la mano. Cogió a Aitor de la mandíbula y le hizo abrir ya boca. Introdujo los dedos en la boca y luego le palpó por todo el cuerpo. Hizo una seña y uno de los empleados le cogió de las muñecas y poniéndolo contra la pared le ató las muñecas con gruesas cadenas.

Ahora otro de los trabajadores de la finca cogió una manguera y con agua fría mojó a Aitor haciendo que quedase empapado. Luego Amo Karl chasqueó el látigo y fue azotando a Aitor marcando sus nalgas, muslos y espalda. El color de las marcas se fue tornando rosa, rojo y violáceo. Uno de los trabajadores pinchó alguna de sus marcas haciendo que sangrase para que no acumulase sangre.

Luego otro acarició cada herida con sal. El dolor era inhumano. Fue soltado de sus ataduras y tirando en el suelo orinado por el Amo y varios de los capataces. Fue conducido luego a una de las cuadras y allí, colocado un collar de hierro, atado a una argolla. Pasó toda la noche así.

A la mañana siguiente fue llevado al despacho de Amo Karl que vio las heridas y lo envió al médico.

Túmbate en la camilla. Dijo el médico.

Aitor se tumbó boca arriba en la camilla. El médico se acerca y extiende una gran cantidad de crema por todo el torso, tripa, brazos y piernas. Aparte de pubis. Espera 15 minutos aproximadamente y luego retira la crema llevándose todo el vello. Luego le hizo tumbarse boca abajo y el doctor extendió crema por la parte trasera de las piernas. Las nalgas y el perineo. También para el poco vello en el ano. Luego cogió un poco de lubricante con efecto frio y se lo untó en los dedos y penetró a Aitor en el ano muy lentamente hasta meter el dedo entero. Luego fue con el dedo buscando la próstata y la fue acariciando poco a poco haciendo que Aitor sintiera mucha excitación. Cada vez más y con cada movimiento la excitación aumentaba hasta que Aitor fue eyaculando poco a poco dos o tres trallazos hasta no soltar más semen.

Ya está deslechado Señor--- dijo el médico a Amo Karl.

Amo Karl hizo un gesto y dos auténticos monstruos se acercaron y cogiendo en volandas a Aitor lo condujeron al despacho de Karl dejándolo desnudo y de pies.

Me presentaré, has decidido estar un mes conmigo, si lo que comentaste a tu amigo no era cierto, puedes salir de la habitación ahora y daré por rota la relación sino siéntate en esa silla y lee los papeles que hay delante para acordar los términos de tu entrega.

Aitor se sentó en la silla, leyó todos los términos y fue rellenando las preguntas y solventando todas sus dudas. Cuando terminó firmó en los márgenes de las hojas y lo dejó en la mesa junto al bolígrafo.

Amo Karl se acercó y lo fue acariciando, con los dedos fue rozando los pezones y pellizcándolos, se había colocado como unos dedales metálicos, con los bordes rozaba cada mm de la piel de Aitor. Sin darse cuenta Aitor, le fue acompañando y empujando hasta la mesa. Allí le cogió del pelo y lo empujó hacia delante hasta situarlo sobre la mesa con el culo en pompa. Aitor se movió pero el peso y la fuerza de Karl lo venció.

El Amo cogió un poco de lubricante en un bote en su mesa y lo untó en el ano del sumiso y sobre su polla y colocando el pene en la entrada empujó y entró hasta dentro. El dolor de Aitor fue grande pero menor de lo que esperaba. Luego lo fue follando, alternaba velocidades altas y profundidades pequeñas con velocidades más moduladas y profundas.

Lo follo cada vez más a saco hasta que cuando sintió las ganas de eyacular, lo cogió del pelo y lo hizo arrodillar para, a continuación correrse sobre la cara de Aitor como queriéndolo marcar.

Tras ello entraron los dos hombres y le llevaron al patio donde le lavaron con una manguera de agua fría y le secaron. Tras ello lo ataron a un gran poste de pies y manos. Acercaron un gran recipiente lleno de brasas al rojo vivo y una bandeja con gasas, cremas y demás instrumental para poder curar heridas y quemaduras. Aitor se dio cuenta de lo que venía.

Comprueben si está debidamente inmovilizado---- ordenó Amo Karl

Los asistentes lo hicieron y el Doctor se acercó junto a Amo Karl. El Doctor limpió, casi obsesivamente, la zona a marcar. Luego colocó un bocado a Aitor para que no se mordiera la lengua. Karl dio vueltas al hierro hasta que la punta de este alcanzó un color casi blanco y separándolo de las brasas lo acercó hasta apoyarlo en la nalga de Aitor. El sumiso tensó todos los músculos y si no llega a ser por el bocado y que le habían cerrado la boca hubiera chillado.

Luego El Doctor le aplicó los primeros cuidados y curas. Luego fue llevado a una habitación donde fue cuidado durante varios días para que la herida no se infectara. Pasaron los días de reposo y la comunicación fue ilusionante para Aitor.

Aitor, tengo que proponerte algo. Tengo un amigo que también es Dominante y en su empresa buscaban un perfil de trabajador similar al tuyo. El sueldo es mejor del que tienes ahora pero cuando él lo que requiriera debieras servirle como, cuando y donde él requiera bajo las mismas condiciones y límites que tienes aquí. Si aceptas yo prepararía la licencia en tu actual trabajo. Tienes hasta la hora de la comida para decidir. Si aceptas, se lo comunicas a la persona que venga a retirarte la comida.

Aitor tuvo varias dudas pero viendo las condiciones en que serían le impulsó a aceptar. Cuando vinieron a retirarle la comida le indicó al hombre que se la retiró que aceptaba su nuevo trabajo. El criado se lo comunicó a Karl y este lo comunicó a todo el personal y como premio concedió a sus hombres el uso que quisieran de Aitor hasta la hora de llevarlo a la celda a dormir.

Los dos ayudantes de Karl entraron a la habitación de Aitor y apagaron la luz, antes que Aitor se diera cuenta, estaba durmiendo la siesta, le ataron a la cama y le colocaron boca abajo. Así colocado se desnudaron. Aitor vio con horror, por una parte, pero gran excitación por otra las dos enormes vergas que portaban. Proporcional a su tamaño.

Se colocaron abundante cantidad de lubricante y mientras uno sujetaba a Aitor de las piernas para que no se moviera y no se dañase la marca el otro logró sodomizar a Aitor y lo folló a tope desde un ritmo muy lento y profundo hasta acelerando el ritmo se corrió sobre la espalda de Aitor. Luego el segundo hombre lo penetró. Karl observaba como lo follaban y humillaban. Lo cogió del pelo y le introdujo la polla en la boca hasta la garganta y le folló la boca hasta eyacular en la cara del sumiso y el segundo hombre también en la espalda.

Luego le llevaron a la bañera donde le jabonaron y adecentaron. Y desnudo lo condujeron a la celda a pasar la noche. Empezaba así la verdadera sumisión de Aitor.