Iván me había contado que el creía que esa relación familiar limitaba a Diego en la cama. Ambos eran muy morbosos, pero el sexo fue más clásico después de que descubrieron su parentesco, por ese le calentó saber cómo me había cogido Diego después de decirle Papi y decidió ver qué pasaba esa mañana.
Al principio Diego miraba solo se sentó a mirar. Iván me puso en cuatro y me la puso de golpe. Estaba sacado, lejos estaba el chico tímido de la noche anterior.
Yo gozaba y miraba a Diego. Iván hacia lo mismo y preguntaba todo el tiempo "lo estoy cogiendo bien papi?".
Diego miraba y tenía la pija cada vez más dura. Yo lo mire a los ojos y le digo "Papi, tengo sed ¿Me das de tomar?"
Iván me pone boca arriba y me la vuelve a poner. Diego se para, me pone la pija en la boca e Iván acerca su boca para jugar los dos hasta que le dice "quiero que nos mees".
Diego hace fuerza y mientras Iván me coge y me besa nos baña en su meo. Después se acerca y me escupe la cara e Iván me lame su escupida.
En ese momento Iván y yo eramos uno. Me cogía con un animal mientras yo solo gemia y le pedía más. En un momento acabe. El agarro mi leche con la mano y la uso de lubricante.
Diego solo estaba para al lado y se pajeaba hasta que su leche inundó mi cara y mientras la compartíamos con Iván en un beso, me inunda el orto con la suya.
Después de eso nos abrazamos y hablamos. Iván y Diego hablaron de sus morbos y sus límites mientras que yo les dije abiertamente que los límites lo pusieran ellos.
Iván va a esta el ropero y me trae unas medias, una tanga y una pollera y me dice "hoy sos mi hermana. Pero quiero ver primero como te coge papá".
Así me fui a cambiar y después me puse en cuatro sobre la mesa esperando a que Diego me la ponga pero primero Iván me come el orto y me mete algunos dedos para prepararlo.
Después Diego se sienta en un sillón y me dice "vení con papi bebé" me siento en su pija y le digo " puedo ser su hermana, pero soy tu puta"
En el medio de la cogida siento la lengua de Iván. Y le gritó que quiero su pija adentro. Al principio cuesta pero la mano de la noche anterior ayudó mucho. Tengo las dos pijas adentro e Iván empieza a acabar y me la saca.
En ese me dieron ganas de cagar. Si bien no fue mucho, fue lo suficiente para calentar a Diego. Pero mi sorpresa fue cuando volví a sentir la lengua de Iván que corriendo su límite tomaba lo que salía de mi culo para compartirlo con su pareja.
Después, mientras Iván jugaba con mi agujero, la boca de los dos fuera a mi pija hasta que me hicieron acabar.