Salí con agujetas III

Y allí estaba yo desnudo en una sala de torturas con un tipo musculoso vestido de cuero que ya me había follado a fondo hacía un rato, ¿qué me esperaba? estaba nervioso. Si lo de antes era una prueba no me imaginaba lo que vendría ahora.

Mientras todas las dudas y miedos pasaban por mi cabeza ordenó:

-Sobre la mesa a cuatro patas y me haces 10 flexiones de brazos.

Mientras las hacía me puso pinzas en los pezones. Cada vez que bajaba chocaban con la mesa-cama y me dolian mas.

-Plancha!

Y me puse en plancha y entonces puso un peso en cada pinza.

-10 flexiones!

Me hablaba a gritos. Ya no era "suave" como antes. Algo había cambiado....

Se sentó en el sofá a contemplarme mientras alternaba gritos de plancha!, flexiones!, descanso!... Él estaba allí sentado tocándose la polla tan tranquilo y yo sufriendo. Entonces cogió un dildo mediano de la mesa de juguetes y empezó a lubricarlo lentamente para que lo viera bien...

Como era de esperar, era para mi.

-De rodillas! ya!

Y me puse de rodillas sobre la mesa. Puso el dildo con la punta apuntando a mi culo y apretó mi cuerpo hacia abajo. Era muy grande para mi culo. Pero le dio igual, empujó y se colocó dentro del tirón. Ahora el problema era la salida....

-Bien, sigue con tus ejercicios.

Y plas!!, golpe con la mano abierta en el culo.

-10 flexiones! Ya!

Y volvimos a lo mismo. Ya estaba agotado y entre las pinzas con pesos y ahora el dildo el dolor ya era importante.

-Muy bien perro, te portas bien. Mañana te acordaras de mí....

Se sentó en el sofa, se sirvió una copa y se lio un porro. Siguió ahí impasible contemplando mis ejercicios un buen rato. Quizas no fue mucho pero se me hizo eterno, mis brazos ya no daban mas y los pezones y el culo me dolian muchísimo....

-Levanta! , ven aquí ! de espaldas! Ábrete el culo!

Me acerqué, separe las nalgas y sacó el dildo del culo sin vacilar.

-Date la vuelta y manos en la nuca.

Me lo imaginé bien: sentadillas. Empezé a hacerlas y los pesos en los pezones cada vez dolian mas. Con una vara alternaba golpecitos en los pesos y en la polla... todo muy suave pero me estaba poniendo a mil. Mi polla se iba poniendo dura por momentos....

-Basta! De rodillas!

Quitó las pinzas con los pesos de los pezones y eso sí era dolor.

-Ahora empieza lo mejor, dijo.

-Ponte estas muñequeras y estas tobilleras. Ya has calentado suficiente. Ahora a jugar.

Unió las muñequeras y tiró de la cadena para llevarme hacia un extremo de la habitación de malos modos.

-Creo que estás preparado para algo importante. Eres bueno, me lo vas a agradecer.

Me hizo subir a una escalera y cuando estuve arriba pasó una cadena que colgaba del techo entre la cadena que unía mis manos. Estaba claro: ME IBA A COLGAR!!!!!

Le había dicho que eso de momento no pero no me atreví a decir nada. Él manda. Con un empujoncito me tiró y quedé colgando....

Grité de dolor. Estaba flipando. Eso no estaba previsto!

Entonces vino, me agarró el culo y me levantó un poco. Acercó su cara a la mia y me dijo:

-Tranquilo, te va a gustar. Te has hecho mil pajas viendo tios colgados. Ahora eres tu.

Mientras hablaba me tenía agarrado por el culo y no me dolian los brazos. Deseaba que no me dejara... Uno de sus dedos se dirigió hacia mi ano y empezó a meterlo y a sacarlo con mucho ímpetu....

-Eres una zorra y te gusta. Disfruta.

Y entonces me soltó de golpe y quedé colgando otra vez....Y llegaron los azotes con latigo grande. Eso picaba de verdad! Me retorcía de dolor.... pero le daba igual!

Entonces vino otra vez y volvió a agarrarme fuerte el culo para que descansara los brazos.

-Ahora ya puedes decir que aceptas suspensión , ¿lo ves? no pasa nada. Te está gustando porque eres una guarra. Estás deseando que te folle aquí colgado... pero te vas a joder...

Y mientras lo decía metía un par de dedos en el culo y yo gemía de placer...

Y después de decir esto me escupió en la cara , me soltó de golpe y me empujó para que me columpiara. Se sentó en su sofá y tomó un trago mientras yo me retorcía de dolor y alucinaba por su indiferencia a mi sufrimiento.

Por fin se levantó, cogió la escalera y subió a descolgarme. Cuando estuve libre no puede hacer nada mas que tirarme al suelo agotado.

Entonces me tiró del collar y a cuatro patas me llevó hasta la jaula. Me puso una mordaza ,un antifaz , unas esposas y ato mis pies. Y me dejó allí tirado.

-Descansa. Estamos a la mitad de la sesión de iniciación. Vamos bien. Voy a hacer un recado y ahora vuelvo.

Y allí me quedé otra vez desnudo, atado de pies y manos, sin ver nada y sin poder gritar. Totalmente indefenso y a la espera de lo que se le ocurra a ese tipo que no conocía de nada....