SEGUNDA SESIÓN DE AMO SIXTO CON LATIGAZOS

SESIÓN SEGUNDA REAL AMO SIXTO CON LATIGAZOS

Queríamos continuar con la sesión anterior, llevando a la realidad la fantasía de que latigazos estaba en prisión y era mandado con una carta al departamento de reeducación.

Según la indicación previa debía presentarse a las 11,30 en punto, pero se retrasó 5 minutos.

Una vez en el lugar del encuentro, me entregó la carta, yo me senté en un sillón y leí con tranquilidad en silencio la carta mientras el recluso permanecía de pie con la cabeza agachada.

La carta que el recluso me entregó decía:

“ Nuevamente le enviamos a nuestro recluso Latigazos puesto que no conseguimos acabar con sus faltas de disciplina. Sigue mostrándose insolente y maleducado y Usted mismo lo comprobará. (sigue con otros detalles de su vida sexual improcedente…) y continúa la misiva, Por todo ello, le rogamos que actúe con mayor severidad y le remitimos las instrucciones para la primera parte del castigo. La segunda, dependerá plenamente de lo que usted desee hacer con él. Antes de nada, le diremos que el preso lleva también instrucciones para que le enseñe a manejar el látigo y la vara a fin de conseguir el mayor dolor. … (la carta continuaba detallando los castigos así como la cantidad y lugar del cuerpo donde deben ser aplicados… y termina la carta recordándome que no deje de utilizar las descargas eléctricas)…“

Una vez leída la carta mandé desnudar al recluso y dando muestras una vez más de su rebeldía se quedó con los boxer puestos y de un tirón se los bajé hasta las rodillas.

Le propiné unos azotes con la mano en las nalgas por no cumplir correctamente la orden, otra muestra de su rebeldía.

Le volví a recordar las faltas que mencionaban en la carta y él las negaba todas… visto su carácter díscolo, pasé a prepararme para empezar los castigos.

Primeramente una tarea suya es darme unas enseñanzas prácticas de cómo hacer que los azotes con la vara fueran más dolorosos y también con el látigo. Con la vara fue más fácil, con el látigo es más complicado pues es largo y la habitación no muy grande… pero pude hacer unos ejercicios siguiendo sus instrucciones y él os podrá decir si sus enseñanzas sirvieron para algo…

Coloqué al recluso unas barras separadoras de brazos y piernas de forma que no pudiera impedir el castigo… lo mandé tumbarse en la cama boca abajo y le leí el primer castigo que le habían impuesto 20 varazos en las nalgas, y le obligué a irlos contando… ahhhhh y como no se había desnudado del todo cuando se lo ordené, y su falta de puntualidad añadiría 5 más… sus protestas no sirvieron de nada.

Zassss!! uno, zasss dos… los primeros los aguantó bien… pasando del 15 se removía pero no podía protegerse con nada… zassss 20… zasssss 25…

Para el segundo castigo lo mandé ponerse de pie frente al espejo grande para que pudiera verse… esta vez serían 20 latigazos en la espalda…. El látigo sonaba al descargar en su espalda que se iba poniendo más colorada… ¿Cómo los sentías?

A las barras separadoras había añadido un collar de perro y le tenía una cuerda atando su polla y sus huevos con bastante fuerza y atada a la argolla del collar lo que hacía que cualquier movimiento tirara más de esos huevos duros y grandes que se iban hinchado poco a poco.

Los latigazos fueron cayendo con contundencia en su espalda, junto al conteo con la voz conteniendo el gemido se iba escuchando el estallido de su látigo que con tanto esmero había ido preparando…

Antes de pasar a la tercera tanda de castigos… yo sentía mucho calor ya me fui desnudando, sin quitarme los boxer que llevaba, le mandé ponerse de rodillas, me acerqué a él para que terminara de desnudarme quitándomelo solo con la boca… y luego le sujete la cabeza, metí mis dedos en su boca y jugué con ellos dentro para ir metiendo mi polla, follando la boca abierta de mi perro carcelario.

Cuando me dispongo a pasar al próximo castigo… le quité las barras separadoras y...

De repente intenta salir de la habitación donde estaba, tuve que agarrarlo con fuerza y forcejear con él hasta lograr tumbarlo en la cama impidiendo que se moviera, como castigo le puse en la cintura el cilicio y quedó tumbado boca arriba, para iniciar la tercera parte del castigo que consistía con 20 varazos en los muslos tanto internamente como externos… la vara iba desgranando los impactos mientras él los iba contando… la polla seguía atada y los huevos morados ya…

Llegamos al cuarto castigo impuesto desde la cárcel que consistía en 20 latigazos en el pecho y costados… Puesto de pie junto al espejo supo aguantar muy bien…

Ya terminados los castigos impuestos ahora estaba disponible para mis iniciativas y en mis manos para hacer con él lo que quisiera.

Le desaté la polla y huevos….

Me tumbé en la cama… y mandé al perro que lamiera y comiera mi polla y huevos con delicadeza de perra (que cuando quiere lo sabe hacer muy bien)… así relajaba un poco mi tensión de esta primera parte.

Hice un bondage a lo largo de su cuerpo, y de pie como estaba le puse pinzas en polla y huevos con unas pesas que oscilaban cuando se movía.

Puesto a cuatro patas sobre la cama con las pesas colgando con uno de los látigos de múltiples cuerdas, azoté las nalgas a la vez que con la fusta daba sobre el cilicio para que sintiera más sus dientes…

La electroestimulación iba a ser otra de las aplicaciones de castigo.

Tumbado boca arriba y con la cabeza colgado de la cama para que en momentos de máximo dolor, la polla en su boca acallara sus gritos…. Colocamos las terminales en polla y huevos… y empezamos con las descargas… los gemidos iban subiendo de intensidad así que le metí la polla como silenciador… y su lengua jugaba con ella, dándome mucho placer.

Cambiamos de ubicación las dos terminales una en la polla y otra en el dedo gordo del pie derecho… y las descargas las sentía en polla y dedo… nueva sensación…

Fui cambiando en intensidad y modalidad de las descargas… sus gemidos o sobresaltos ante los cambios de ritmo eran muy morbosos ver cómo se agitaba y estremecía… mientras mi polla seguía follando su boca…

Para darle un descanso en los castigos, me tumbe en la cama y le hice que me acariciara polla y huevos y me los masajeara con la lengua y boca… cuando su boca llegaba a mi polla mis manos controlaban su cabeza… para hacerlo a mi gusto hasta que me llevó a una buena corrida, fue al baño para traerme una toalla y limpiarme y quedarme un poco relajado.

Después de esta tregua, recuerdo que en la carta me recomendaba que si me parecía oportuno darle la oportunidad de correrse al recluso lo hiciera con dolor, así que le autoricé a tocarse mientras ponía a funcionar de nuevo electroestimulador, jugando con las variaciones que ya habíamos experimentado antes… hasta que el recluso tuvo su regalo por haber cumplido lo que se le había mandado con respeto.

Con la satisfacción de ambos dimos por terminada la sesión a la espera de poder tener alguna sesión con algún/na sumisa/o dispuesto a vivir situaciones de D/s con prácticas de BDSM…

Latigazos espero haber reflejado lo vivido desde mi punto de vista tal vez tú puedas aportar el tuyo en tu faceta esta ocasión de sumiso a la espera de que podamos tener un encuentro en el que los dos ejerzamos de Amos con sumisos dispuestos.

Amo Sixto