CONTRATO
1. Con la firma del presente contrato con mi Amo y Señor Fedemallas, yo mayte ofrezco mi sumisión absoluta a mi único Dueño , quien por el presente me acepta como su esclava. A partir de la fecha paso a ser de su entera propiedad en cuerpo y mente con la única aspiración de adorarle y complacerle cada día más y mejor

2. No tengo voluntad propia y no deseo más que cumplir las órdenes de mi Amo. Mantendré una mente abierta para probar cosas que me incomodan e intentaré expandir mis límites y continuar creciendo como sumisa.

3. En manos de mi Amo no soy más que un objeto, un instrumento que mi Señor podrá llamar como quiera y usar en cualquier momento para obtener su placer sexual o mental.

4. No haré nada que no sea ordenado o autorizado por mi Amo, sea cual sea la forma en que éstas me puedan llegar, ya sea de viva voz o con una simple mirada, a puntapiés o a latigazos, chasqueando los dedos o señalando. Una vez recibida la orden la cumpliré al pie de la letra.

5. Mi Amo tendrá siempre el tratamiento que se merece y le corresponde, el de Amo y Señor, y de esta manera me dirigiré a él adoptando la posición de sumisión que él me indique. Una vez firmado este contrato, nunca podrá salir un “No” de mis labios. Utilizaré frases cortas y diré las cosas con claridad, brevedad y precisión. No haré preguntas innecesarias. Tendré terminantemente prohibido emplear expresiones del tipo "quiero...", "deseo...", etc., pues mi voluntad y mis deseos no existen.

6. Para tomar cualquier decisión, tanto en mi vida privada como mi relación de sumisión con mi Amo, tendré siempre presente sus gustos y preferencias, según él me haya domesticado.

7. Cuando mi Señor desee utilizarme esperaré en su presencia en una de estas dos posturas, según me ordenes: a cuatro patas como la perra que soy o de rodillas frente a mi Amo con la cabeza a la altura de su pene.

8. Nunca me preguntaré las razones de las órdenes o los castigos que mi Amo me imponga. Simplemente las aceptaré y cumpliré poniendo todo mi empeño en ello. Mi dolor es el placer de mi Amo y esa es la única razón de mi existencia.

9. No esperaré de mi Amo la más mínima muestra de afecto. Recibiré sus merecidos azotes con el agradecimiento que se merece quien me está conduciendo por el camino de la virtud.

10. Mi Amo decidirá cuál debe ser mi aspecto en cada momento, cómo debo mostrarme ante él y cómo en público.

11 En público me comportaré con la máxima discreción, pero si mi Amo desea exhibirme como una puta entonces vestiré como lo que soy y me comportaré como la puta perra que soy, adoptando poses obscenas y extremadamente provocativas.

12. Mi Amo decidirá las prendas que debo lucir en cada situación, que por lo menos incluirá mi collar de perra, medias de color carne o blancas y calzado de tacón alto. El resto de prendas,...