Written by: Lindqvist
3787 words
Era un viernes de otoño cualquiera, a las 8:00 AM había salido a correr un poco antes de irme al trabajo, cuando entrando a mi casa veo que un hombre de unos 30 años, rapado y con una copiosa y larga barba negra, de 1.95 aproximadamente, de cuerpo ancho y velludo, vestido con una camisa de leñador de cuadros negros y marrón remangada hasta el codo donde a pesar de sus velludos brazos se podían ver sus tatuajes, pantalones llenos de bolsillos, con herramientas de trabajo y un par de botas altas marrones sin acordonar, lo mire de arriba abajo con mis 169 de estatura, delgado, sin vellos solo en el pubis y la cabeza, le dije que desea, usted pidió para hoy se le instalará la lavadora que compró la semana pasada, si tiene usted razón, pero lo solicite para las 3 de la tarde, que pedí salir antes del trabajo, para estar aquí para cuando usted llegara.... el tío miró la carpeta y me dice... si tiene usted razón... el que se equivocó soy yo, volveré en la tarde, yo al ver aquel oso me dije, lo quiero dentro de mi casa aunque sea para mirarlo, entonces le dije no se lie usted, pase si de todos modos creo hay tiempo hasta las 10 AM no entro a la oficina, el hombre entró y lo lleve directo al cuarto de baño, donde estaba la lavadora aun en su caja, este la desempaco y como tengo calefacción hasta en el piso del baño, sin que el se diera cuenta la subí, a los minutos el oso comenzó a sudar y me dijo me puedo quitar la camisa, que siento mucho calor, entonces le respondí.... ningún problema ponte cómodo, cuando hizo esto a mi me entro un calor en el pecho, de ver aquel macho velludo, como en un momento se quitó la camisa y la camiseta que tenia debajo, aquel cuerpo grande estaba lleno de tatuajes a pesar de sus vellos por toda su anatomía, pecho abdomen, brazos y espalda, el hombre desmontó unos gabeteros que había para instalar la lavadora, le pregunté si no le importaba que me duchara, pues a las 10 debia entrar a la oficina y el me dijo sin problemas tio, no tengo que trabajar para nada con la ducha, yo subi mas la calefacción del baño, antes de entrar a la ducha, para ver si se quitaba algo más de ropa, corrí la cortina de la tina, abrí la ducha y comencé a mirar con un lado de esta, al macho aquel lleno de pelos, sin darse cuenta tropezó con el gabetero que había sacado de donde tenia que poner la lavadora, esté al caer se abrieron las gavetas, pero cuando levantó el mueble y cerró las gavetas, vio en la última unas revistas pornos gay de los años 90, que eran de mi ex pareja, me dio un poco de vergüenza, él viera las revistas, pero bueno esa es mi casa, pero lejos de molestarse o asombrarse, las cogió y comenzó a mirarlas, como estaba de espaldas, yo no podía ver que hacia, solo miraba que su brazo se movía por delante, como si se tocara la polla, yo me puse super cachondo me encaramé en la esquina de la tina, me aguante del tubo de la cortina, porque quería ver a través del espejo que ...