En la boca del lobo (final)

Me despierto, desatado y solo, en la cama de Julio. La verdad es que no he pegado ojo y he estado toda la noche pensando en el beso de Mario de ayer, este chico me vuelve loco, estoy sintiendo cosas por el que nunca he sentido por nadie, ni por Claudia. Son las 9 de la mañana, solo faltan 5 horas para que se cumpla el plazo y por fin esta pesadilla termine y me vaya de esta casa de una vez por todas, Mario estará al pasar para darme el documento. Encuentro una nota en la mesilla, parece de Julio:

"Cerdo te he dejado un último regalito en tu habitación".

Me dirijo a ella y me encuentro una caja grande encima de mi cama. La abro y dentro me encuentro un frasco de cristal, me quedo en shock con lo que veo:

Oh Dios mío!

(La tarde de ayer mientras estaba atado en la cama de Julio)

Julio está en la puerta del estudio de Mario y toca el timbre:

Hola mi amorsito - le dice a Mario besándose ambos.

Buenas tardes cari - le contesta Mario devolviéndole el beso. - ¿Pasas?

Si claro, venía a ver qué tal estaba mi noviecito rico.

Pues saliendo de la ducha. - aún con la toalla en la cintura.

Siempre me has puesto así, con tu pelo rubio mojadito, con ese pechito sin pelitos, mmm. - le contesta Julio sin parar de acariciándole.

¿Has visto a Rubén? - le pregunta Mario.

¿Porque? ¿Tanto te importa ese chamaquito? - le reprende Julio.

Por saber, le he dejado hace un rato en tu casa y a ver si estaba bien.

Esta fenomenal no te preocupes, le he dejado tranquilito en la casa. - miente Julio. - Mmm, ¿sabes que?

Que.

Julio le coge de la mano a Mario y se lo lleva a la cama. Te voy a comer todo todito.

Julio se empieza a quitar la ropa poco a poco y empuja a Mario a la cama. Coge unas esposas y le ata a la cama de las manos y con un cordón de los pies.

Siempre me han gustado estos jueguecitos tuyos. - le dice con deseo Mario.

Lo sé, y a mí me encanta hacerlos. - Julio empieza a besar a Mario desde la frente bajando poco a poco por la nariz, boca, cuello, pecho, tripa y cuando llega a la polla se la agarra empezando a pajearla como si no hubiese mañana. - ¿Te gusta esto eh? Mmm.

Me encanta. - contesta deseoso Mario. - sigue, sigue, deja que me corra.

Julio se acerca a Mario sin soltarle el pene y le pasa el suyo por toda la cara hasta metérselo en la boca. ¿Tienes hambre nenito? - le tienta a Mario. - Chupa, chupa, come y chupa. - sigue Julio sin parar de pajearle hasta que al fin de corre en la boca de Mario y le hace tragar todo el semen. Mario también se corre a la vez que Julio.

Abre la boca nenito. - le tienta Julio a Mario mientras esté tapando con un dedo su nariz se saca mocos para que Mario también se los coma. - te voy a dar más comidita.

Me encanta tus guarradas cariño. - le dice Mario.

¿Seguro que soy tu cariño? - le pregunta Julio.

Claro que sí, ¿que te pasa ahora? - le dice Mario con preocupación.

No sé, cómo te veo besándote con Rubén debajo de mi casa. - le dice al fin Julio.

¿Cómo? Pero sí ha sido un beso de despedida. - mienta Mario.

¿De despedida? ¿con lengua? - Julio empieza a enfadarse con intención de no irse de casa de Mario sin acabar con su plan.- Así que prefieres al chamaquito antes que a tu novio ¿no?

Claro que no.

Callate!!! - le tapa la boca a Mario. Lo se todo Mario, tu ibas a darle mi nacionalidad a Ruben, ¿porque le ayudas?

¿Porque Rubén es amigo mío y tú eres mi novio? Quiero que tú seas feliz y no quiero que a mí amigo le pase nada malo y se que tú harías algo malo con el si no hacía lo que tú le pidieras.

Y no te equivocas Mario y ¿sabes que? - le dice sacando su famosa navaja del bolsillo. - que de acabó, no vas a joder mi plan. - le da un beso en la boca y ejecuta.

(Volviendo al día de hoy)

¿Que hago? Joder, es la nariz de Mario. ¿Llamo a la policía? No puedo no tengo el móvil. Joder ¿le ha cortado la nariz a Mario? No me lo puedo creer, ¿porque?, no voy a conseguir el documento y el siguiente seré yo. De repente tocan a la puerta, miro por la mirilla y es Juanjo, abro.

Buenos días Ruben. - me dice.

Juanjo, gracias a Dios que has venido. - le abrazo con lágrimas en los ojos.

¿Que pasa Rubén?, ¿ha pasado mi sobrino? - me pregunta.

Tengo que enseñarte una cosa Juanjo. - le enseño la caja y se queda descolocado.

Vístete que nos vamos a la policía de inmediato. Cuando llegamos a comisaría y confesarles todo lo que me estaba pasando, sin obviar está vez las amenazas, al primer sitio que nos llevan es al estudio de Mario y lo que nos encontramos allí es dantesco. Mario inconsciente atado en la cama sin nariz con un chorro de sangre en la sábana, pero la hemorragia estaba cortada, no se había desangrado, gracias a Dios. Vino una ambulancia y me llevaron a casa para urdir un plan para detener a Julio.

Julio está a punto de llegar y la policía está escondida en mi casa, me han prometido que no me pasará nada, que todo irá bien, que cuando grite ellos entrarán y lo detendrán y no volveré a saber de él porque lo deportaran a su país y le prohibirán la entrada al país. Esta todo listo.

14:00, Julio abre la puerta, no puedo ocultar mis nervios pero he de mantenerme sereno y tranquilo.

Que bueno verte chamaquito, espero tengas mi petición, el tiempo ha llegado a su fin riiiing! -me vacila Julio. - ¿Te ha gustado el regalito? Que divertido ha sido hacerlo mmm, tendrías que haber visto la carita de tu amiguito.

No me interesa y no lo tengo ni te lo voy a dar. - me atrevo a contestarle.

¿Cómo has dicho? Veo que quieres correr la misma fortuna. - me agarra nuevamente de la nariz con rabia y me lleva a su habitación. - antes de quitartela te haré lo mismo que a Mariete pero a ti no te dejare vivo. - empezó a follarme la boca locamente sin soltar en ningún momento mi nariz. Cuando terminó saco su navaja y la colocó debajo de mis orificios, esto ya lo había vivido antes pero esta vez iba a cortarla. - respira hondo, abre bien esas aletitas y piensa en un último deseo. - me dice.

SOCORROOOO - grito, con la aparición inminente de la policia.

Levanta las manos cabron y suelta al chico - le dicen tirando la navaja dejándome un pequeño corte por debajo de mi nariz.

Pinche cabron, me la has jugado, te voy a matar, volveré ¿me oyes?, volveré.

(Un mes después)

Mario por fin abandona el hospital con su nariz reconstruida ya que ha estado bien conservada. Le quedará cicatriz pero no le va a suponer trauma, está igual de guapo o más si cabe.

Juanjo ha dejado de tirarse a los amigos de su sobrino y centrarse en su nuevo novio, un policía que conoció el día que fuimos a comisaría.

Julio fue reportado a México y cumplira condena perpetua en la cárcel de DF.

En cuanto a mi, me he mudado al estudio de Mario abandonando el piso de Julio, no quería pisarlo más y Mario y yo hemos decidido empezar juntos una relación sin roles y de igual a igual, con respeto y de buen sexo. Al fin he encontrado mi identidad y ahora se quién soy y a dónde voy.

Fin.