- Felicidades te ha tocado el bisturí, creo que has tenido suerte.
Me acerqué a su cara y le dije muy serio mientras le mostraba el bisturí.
- Esto va a ir así, te voy a cortar la polla te pongas como te pongas, de ti depende de que sea algo rápido y doloroso o lento y muy doloroso. Ya has intentado soltarte y creo que a estas alturas te habrás dado cuenta de que no lo vas a conseguir, pero me facilitarás el trabajo si no te mueves mucho con lo cual te aconsejo que te quedes quieto y no me toques los cojones o te garantizo que hoy perderás algo más que la polla y los huevos, a fin de cuentas para ver como te torturo no hace falta que veas con los 2 ojos ¿estamos de acuerdo?
Manel no se movía pero empezaba a tener espasmos musculares, me imagino que debido a los nervios y la tensión que debía de soportar, volvieron las lágrimas.
- Te lo vuelvo a repetir ¿estamos de acuerdo?
Poco a poco subía y bajaba la cabeza afirmando, pero con tantos espasmos que le era imposible seguir un camino recto.
Me acerque a su polla y se la agarre con fuerza, noté como daba un ligero salto mientras oía como intentaba gritar, pero salvo por los espasmos no se movía excesivamente. Levanté la mano que tenía el bisturí, quería que lo viera y la bajé lentamente hasta que se lo clavé entre las 2 gomas que bloqueaban el flujo de sangre, costó que entrara: la dermis, grasa, músculos, la sangre agolpada, todo hacía que me costase trabajo introducir la cuchilla, tenía que empujar con fuerza para que toda la cuchilla entrara. Manel gritaba y se golpeaba la cabeza con fuerza contra la camilla, pero intentaba controlar e inmovilizar su cuerpo. Una vez dentro la cuchilla, empecé a cercenarle la polla de la misma manera que me como un filete poco hecho, empezó a salir sangre con cada movimiento de vaivén que hacía con el bisturí, Manel no para de gritar como un poseso y los golpes que se daba el mismo no cesaban y se intensificaban, conforme se iba separando la polla del pubis el corte se volvía más fácil, ya tenía la mitad de la polla cortada por la parte superior así que la agarré por el glande, la forcé a bajarla lo que provocó que la carne se desgarrara un poco, la situación provocaba que mi polla estuviera dura a reventar, todo me estaba excitando de una manera que no llegaba a imaginarme.
Manel ya no pudo aguantar mas, su cuerpo se retorcía de un dolor indescriptible e intentaba por todos los medios liberarse, por mi parte tenía su polla bien agarrada y apoyada sobre la camilla y empecé a hacerle cortes rectos a la vez que separa la polla para facilitar el corte, sus compulsivos movimientos ya casi ni me molestaban, tampoco salía mucha sangre y veía las diferentes partes que componen la fisonomía genital masculina. Varios cortes más y su polla y huevos se separaron completamente, Manel se quedó quieto, exhausto, respiraba con dificultad, me acerqué y le quité el precinto, el trapo y le enseñe su polla.
- ¿No es hermosa? Deberías de estar contento, lo mejor de ti durará mas tiempo que tu.
Manel tenía el cuerpo envuelto en sudor su cara descompuesta totalmente mojada en lágrimas, me miraba con los ojos desorbitados y lleno de odio. No decía nada, pero no hacía falta.
- He de reconocer que con diferencia tu polla es la más grande que he catado. Tranquilo que esto ya acaba.
Seguía en silencio, no se si porque no tenía palabras para definir lo que le acababa de hacer o porque sentía la porra dentro de su culo y sabía que le daría una descarga si se propasaba.
- Voy a guardar este recuerdo en el frigorífico, no quiero que se eche a perder tan pronto. Además tengo un kit para hacerte tu propia polla, utilizaré la tuya de molde y así siempre tendré un recuerdo de este momento.
- Veo que te excita lo que me estás haciendo -dijo con una sorprendente tranquilidad- lo estás disfrutando.
- Si, durante años pensé que pasaría si te volviera a ver, como reaccionaría, mis primeros pensamientos fueron miedo, terror, pánico y más o menos es lo que pasó cuando te vi en el centro comercial.
- ¿Centro comercial?
- Si, quizá no te acuerdes, pero me acerqué con mucho miedo y te pregunté donde estaban los lavabos y tu muy amablemente me indicaste donde estaban.
- Ya sabía yo que tu cara me sonaba de algo, ahora me acuerdo.
Me acerqué a su culo y le saque la porra, estaba llena de su mierda, agarré sus calzoncillos que estaban en el suelo y la limpié.
- Si no te importan te sigo contando mi historia. Cuando llegué a la treintena mientras soplaba las velas de la tarta de cumpleaños que me hicieron mis padres, me hice una promesa a mi mismo, dejaría de ser un ermitaño y empezaría a conocer a otras personas. A ver, trabajaba y tenía compañeros, pero no eran amigos y mucho menos amantes, y parece mentira pero con el tiempo me empezó a picar la polla, ya sabes a que me refiero. Llevaba unos años en los que con mucho miedo empecé a meterme cosas por el culo, pero no me satisfacía, no me dolía ni nada, simplemente que no era mi posición natural.
Me fui a un extremo del habitación y agarré el bate de beisbol, me acerqué a la bandeja y tome una buena dosis de lubricante que apliqué generosamente sobre el bate de beisbol.
- Mi primera experiencia con un hombre no fue tan traumática como pensaba que sería, a diferencia de ti conocí a una persona maravillosa que me trató con mucho cariño, empezó follándome, pero no me sentía cómodo, entonces el mismo me pidió que lo follara y madre mía, todo encajó perfectamente, el intentó quedar más veces, pero me agobiaba y empecé a picar de flor en flor, siempre como activo y te puedo garantizar que a diferencia de ti no he dejado a nadie insatisfecho, pero quien sabe, aun me queda mucha vida por delante.
- ¿Tardarás mucho en acabar de contarme tu patética vida?
- No, basicamente este es el final.
- Me alegro, ya me estaba aburriendo de tanta tontería. Supongo que ahora viene el bate de beisbol en mi culo.
- Si, básicamente.
- Y después ¿como acabará?
- Será una sorpresa. Pero tras tanta tortura te prometo que no será doloroso y no durará mucho.
- Pues empieza ya y acabemos con esto de una puta vez.
- Bueno al menos has asumido tu final.
- Y una puta mierda, te juro que no se como pero me vengaré de lo que me estás haciendo y te garantizo que será mucho peor.
Manel - La Tortura - 3
Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.
Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como nibelungo.
Con Xtudr, puedes:
- Crear un perfil con fotos y preferencias.
- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.
- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.
- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.
- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.
Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.
https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/40142-manel-la-tortura-3