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Entrenado como Esclavo por su Padre 5

Escrito por: Switchpoblano

Saulo mira el cuerpo desnudo de Stefano y se queda quieto unos instantes. Luego mira a su padre con nerviosismo

-Revísalo cabrón- le dice Vergara- es tuyo

-¿Qué le reviso?- pregunta el chico tocando tímidamente sus bíceps

-Que esté en buen estado, que no tenga marcas, que se vea completo ¿tiene todos los dientes?- le pregunta Vergara sonriendo, contento de ver a su hijo convertido en un Amo

-Abre la boca- le ordena el chico, Stefano obedece con sus manos detrás- Saulo le mira la dentadura perfecta, fruto de años de tratamientos de ortodoncia. Vergara se impacienta un poco y se acerca al esclavo, le siente la espalda- no tiene marcas ¿no lo has azotado?

Stefano sonríe para sus adentros… los azotes han sido el pan de cada día.

-Tengo que untarte esto para que no te queden marcas- le dijo a Stefano la tarde que le abrió el culo por primera vez mostrándole un bote sin etiqueta con un líquido.

Un hijo habría preguntado qué es, pero Stefano empezaba a comprender que sus derechos estaban limitados, se quedó callado.

Guillermo comprendió que el silencio del esclavo quería decir que no podía dar una respuesta- bien, vamos a hacerlo bien entonces- le dijo señalándole que se acostara en la cama.

Stefano se acostó boca abajo y Mendoza le ató las muñecas a la cabecera. Separó sus pies atándolos a un palo de escoba y vertió el contenido de la botella en la espalda del chico.

Una sensación intensa de ardor recorrió su espalda, sus glúteos y la parte posterior de sus muslos, Stefano apretó los labios ante la dolorosa sensación.

Guillermo acarició el cuerpo de su hijo con las manos, esparciendo aquel líquido con olor a esencias naturales… el ardor lejos de pasar se hacía más intenso y el ligero viento que soplaba en el cuarto lo hacía sentir que tenía la espalda llena de heridas aunque no era así… Guillermo lo hizo mantenerse en esa posición por un largo rato y luego lo liberó para que se volteara.

El aceite le ardió fuerte en el pecho y los muslos cuando se lo puso por delante, esta vez Stefano podía ver que su piel estaba enrojecida pero que no tenía heridas abiertas así que aguantó la incómoda sensación de ardor con mayor tranquilidad.

Cuando terminó de masajearlo y permitió que el aceite permeara en su piel lo llevó al sótano, ahí había un colchón viejo en el piso junto a una columna de concreto en la que estaba amarrada una cadena, le sujetó la cadena al tobillo y le dio un beso en la frente- descansa esclavo- le dijo antes de salir apagando la luz detrás de él.

A pesar de lo incómodo y frío de su nuevo dormitorio Stefano se quedó profundamente dormido.

A las cinco de la mañana su padre entró en el sótano y lo despertó dándole suaves patadas en sus nalgas.

Stefano abrió los ojos, tenia en cuerpo aceitoso y se sentía sucio. Su verga estaba bien parada y dura, Stefano la miró fijándose en el príncipe Alberto que traía en la punta. Llevaba varios días sin masturbarse pero hacerlo con el piercing así, recién puesto le daba miedo, todavía sentía algo de ardor en el prepucio.

-Ponte en cuatro- le ordenó Guillermo mientras engrasaba un dildo, que era ligeramente más grande que el que le había metido el día anterior.

Stefano obedeció sin oponer resistencia, sabía lo que pasaría si se negaba, colocando su cabeza sobre el colchón levantó las nalgas para que Guillermo lo penetrara.

Con la frialdad de un médico que hace una operación de rutina a un paciente me engrasó el ano con el lubricante y le fue metiendo el dildo lentamente… Stefano permaneció con la cabeza en el colchón, mirando a la nada… aquella sensación de terror de su primera vez había desaparecido… ya no podía ser más puta ni sentirse más inferior siendo penetrado una segunda vez.

Guillermo meneó con fuerza el dildo dentro del culo de Stefano, lo metía bien adentro y luego lo sacaba a la mitad para volver a insertarlo y así lo hizo varias veces, a Stefano le daba al menos tranquilidad no tener enfrente a Hugo y a Nelson mirándolo y juzgándolo como sabía que lo hacían.

Cuando terminó de entrenarle el culo sacó el dildo y lo colocó en el piso, desató el tobillo de Stefano y le puso un collar y una cadena de perro- avanza- le ordenó jalando la correa y Stefano anduvo en cuatro patas detrás de su ahora Amo hasta la cocina, en donde se encontraron con Hugo y Nelson que terminaban de desayunar.

-Denle un buen baño- les ordenó a los dos cargadores que de inmediato lo llevaron al jardín a cuatro patas y usando un par de cubetas de agua fría le humedecieron el cuerpo y luego le untaron jabón.

Stefano no soportaba la idea de ser “bañado” como un perro, pero no dijo nada, sentía las cuatro manos toscas de los cargadores pasando sus manos por su espalda, cabeza, piernas, glúteos, sentía el frío del aire en su cuerpo y la sensación del jabón resbalando por él.

-Necesito mear- le dijo Stefano a Nelson cuando estaba todo cubierto en jabón

-Pues mea- le respondió Nelson levantándose y haciéndose para atrás, Stefano orinó ahí en el piso, mientras los cargadores esperaban a que terminara para seguirlo bañando.

Guillermo llamó a Hugo con señas y Nelson se quedó solo con Stefano, encendió una manguera y le enjuagó el cuerpo, en un par de minutos Stefano se sentía limpio y completamente seco. No hubo toalla para el, escurriendo agua por todos lados Nelson lo hizo caminar en cuatro de vuelta a la cocina.

Cuando volvieron al interior, Hugo estaba sentado en una silla frente a Guillermo con los pantalones abajo. Entre las piernas gruesas y morenas del cargador estaba su verga con capucha, algo pequeña y escondida dentro del pellejo.

Guillermo miró fijamente a Stefano con el rostro severo, Stefano sabía lo que pasaría… y nuevamente se llenó de asco y de terror - por favor no - le suplicó a Mendoza

-Vas a empezar por Hugo y luego lo harás con Nelson- le dijo Mendoza en un tono autoritario.

Stefano se quedó mirando unos instantes la verga morena y flácida de Hugo; Guillermo tomó el látigo… como un animal que reacciona a los estímulos Stefano se apresuró a avanzar en cuatro hacia Hugo y sin pensarlo se metió aquella flacida verga con prepucio dentro de la boca.

Guillermo engrasó el culo de Sefano con lubricante mientras el chico hacía tímidos movimientos de cabeza hacia adelante y hacia atrás con la verga de Hugo dentro de su boca.

Los dedos de Stefano penetraron con toda confianza el ano de quien alguna vez fue su hijo. Stefano gimió un poco al sentir los dedos de Guillermo - quieto- no dejes de mamar- le ordenó con firmeza dándole una nalgada.

Stefano siguió mamando despacio, con cierta reserva. Guillermo le introdujo despacio un plug en forma de tubo metálico, la sensación del tubo hizo que Stefano gimiera nuevamente a lo que Guillermo respondió con dos nalgadas más.

El tubo entró por completo en el culo de Stefano, como era un plug se quedó metido cuando Guillermo retiró su mano, del plug salían un par de cables que Guillermo conectó a un pequeño aparato.

Guillermo encendió el artefacto en sus manos y giró una pequeña perilla apenas unos milímetros. Stefano se replegó sacando la verga de Hugo de su boca y girándose como un perro que persigue su cola- quédate quieto o tendré que amarrarte- le dijo Guillermo en un tono autoritario aunque sereno.

Regresó la perilla al punto inicial - sigue mamando, esclavo- le ordenó.

Stefano lloriqueando volvió a meterse la verga de Hugo en la boca que poco a poco iba adquiriendo un tamaño y un grosor considerables.

Mientras subía y bajaba su cabeza Guillermo giró nuevamente la perilla provocando un nuevo sobresalto en el chico, pero esta vez Stefano siguió mamando- buen chico- dijo Guillermo acariciándole las nalgas- esto es lo que va a suceder- le dijo Guillermo- vas a mamar más rápido, con más energía, si veo que bajas la velocidad vas a recibir otra descarga en el culo ¿entendido?-

-Si Señor- musitó Stefano con la boca llena de la verga de Hugo que estaba ahora grande y dura. Stefano volvió a sentir esos pequeños golpes de electricidad en el ano y de inmediato aceleró su mamada, lo hacía tan rápido que apenas respiraba abriendo la boca con la verga de Hugo dentro.

-Eso muy bien- le dijo Guillermo- así se mama una verga- Stefano continuó mamando con todas sus fuerzas, como buen novato no usaba su lengua y simplemente subía y bajaba la cabeza dando a Hugo suficiente placer como para tenerle la verga bien dura

Nelson se sentó junto a Hugo con el pantalón abajo por instrucciones de Guillermo- la otra verga- le ordenó y Stefano avanzó a cuatro patas hasta la verga de Nelson, era ligeramente más morena que la de Hugo y también algo más larga, circuncidada.

Stefano empezó a mamarla despacio y de inmediato sintió la descarga dentro de él, aceleró lo más que pudo- no dejes la otra sin atender, para eso tienes la mano libre.

Stefano tomó con su mano izquierda la verga de Hugo y la masturbó lo mejor que pudo, una descarga más fuerte que la otra le hizo darse cuenta de que no era suficiente, aceleró su mano y mamó con más entusiasmo…

-Cambia de verga- le ordenó Guillermo y como Stefano avanzaba lento hacia Hugo recibió un recordatorio en el culo.

Sin que Guillermo le ordenara tomó la verga dura de Nelson con la mano derecha, al ser diestro su desempeño fue mejor que en la otra posición.

Nelson y Hugo disfrutaban de aquel servicio pero sobre todo, gozaban de ver al rubio soberbio castigado de esa manera, convertido en un esclavo que si bien no era suyo los servía como si lo fuera.

-¿Cómo lo está haciendo?- preguntó Guillermo

Nelson lanzó una mirada tibia a Guillermo y Guillermo giró la perilla- no es suficiente que uses la boca, mueve la lengua, acaríciala, sírvela, eres un esclavo debes complacer la verga de tus superiores y adorarla- le ordenó.

Stefano sintió una descarga más en su culo y para evitar que el castigo siguiera comenzó a usar su lengua a girarla en torno al glande de Nelson, a besarla, a sacarla y lamerla… Nelson hizo la cabeza hacia atrás en señal de placer y Guillermo sonrió- muy bien esclavo… muy bien- le dijo- vuelve a la de Hugo- le ordenó

Stefano a toda prisa cambió a la verga de Hugo, la adoró con su lengua, boca y labios, dándose cuenta que estaba reaccionando al estímulo del castigo como un animal programado para hacerlo

-Regresa a la de Nelson- poco a poco Guillermo se volvía más exigente, le castigaba el ano con más voltaje obligándolo a esforzarse más y más….

-La de Hugo- le dijo y Stefano cambió, se vio escurriendo saliva, su boca sabía a verga, a pelos púbicos, a sexo…

Cuando volvió a la verga de Nelson, el cargador sintió un fuerte estremecimiento, comenzó a gemir con fuerza, Guillermo aplicó una descarga mayor de las que había aplicado, Stefano gritó - ¡no dejes de mamar!- le gritó Guillermo y Stefano aceleró el ritmo comenzó a mamar frenético, ansioso de terminar de una vez por todas con ese suplicio.

-Ahhhhh me vengo… ahhhh- gimió Nelson, Guillermo le empujó la cabeza a Stefano para hacerle entender que no debía sacarse la verga de la boca, un par de mamadas más y el semen de Nelson se disparó hacia su garganta y su boca… llenándosela por completo… Stefano no podía con el asco, estaba a punto de escupir pero como si Guillermo imaginara que eso sucedería le soltó una descarga pequeña ordenándole - trágatelos- Stefano tragó sintiendo una horrible sensación de humillación… se sentía denigrado…

-La otra esclavo, la otra- le ordenó Guillermo y Stefano se metió la verga de Hugo en la boca, la mamó con ansiedad, con frenesí, con deseo de terminar con todo eso de una vez por todas… finalmente Hugo se encogió y comenzó a lanzar suspiros sonoros, Stefano apretó los labios y cerró los ojos… la verga de Hugo comenzó a chorrear semen dentro de ella… aunque ya había tragado semen hacía unos minutos esta segunda vez le resultó aún más humillante

-Muy bien- exclamó Guillermo- dales las gracias por alimentarte

-Gracias por darme de comer, Señor- dijo Stefano besando los pies de Hugo, su barbilla estaba manchada de saliva y semen y se sentía agotado y sobajado- Gracias por alimentarme señor- repitió besando los pies de Nelson.

Guillermo tiró al piso los restos del desayuno que él, Nelson y Hugo habían tenido antes de despertarlo - come y luego ponte a limpiar la casa- le ordenó a Stefano y salió junto a los cargadores de la casa.

Stefano en un acto de rebeldía tomó un plato, recogió la comida del piso y la puso en él, sacó un tenedor del cajón de cubiertos y se sentó dispuesto a comer, tomó un bocado con el tenedor y se lo llevó a la boca, masticó con fuerza, con furia, con enojo, sus ojos miraban al infinito y su mente daba vueltas y vueltas… pasó el bocado, se quedó quieto y luego agarró el plato y volvió a verter su contenido en el piso.

Se puso de rodillas delante de la comida y se agarró la verga, estaba dura, había estado dura desde que lo bañaron, cuando le metieron el dildo eléctrico en el culo, cuando mamó vergas… comenzó a masturbarse, no sabía porqué pero su mente repasaba una y otra vez el momento en que los dos cargadores le tiraban el semen en la boca, cerró los ojos y recordaba los pelos de ambos hombres acercándose y alejándose conforme movía su cabeza adelante y atrás… su cara olía a ellos, a su sudor, a su semen, a su sexo… se meneó la verga con más fuerza… y recordó el día anterior cuando le metieron el dildo la primera vez… recordó la sensación, su mano izquierda se paseó por su ojete, se metió un dedo aprovechando el lubricante que aún quedaba en él y siguió jalándosela cada vez más y más rápido… el orgasmo llegó poco a poco… Stefano sintió un estremecimiento… placer… por fin placer… después de toda la humillación, dolor y sufrimiento… placer…. Se vino llenando su comida de semen, aventó chorros y chorros de leche, leche espesa, leche joven, leche de hombre…. Respirando agitado se sacó el dedo del ano y miró su comida bañada de semen, se agachó a comerla… mientras la masticaba con la nariz llena de mecos se rió de si mismo y se vio convertido en un animal… se agachó a comer otro bocado y se sintió en paz de descubrir otra faceta de su personalidad.

Entrenado como Esclavo por su Padre 5

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