EL ROCA II – Bruno le domina

Al rato Bruno regresa y sin más entra y empieza a pegarle, bofetadas, puñetazos, había traído una fusta que no usaban reglamentariamente y le pegaba duro con ella. El Roca no podía responder, no podía hacer mucho esposado pero tampoco lo intentaba, estaba necesitado precisamente de eso, de que un macho le sometiera, dejar de ser él quien domina, era como lograr saciar “su otro yo”. Bruno se saca la polla por la bragueta y El Roca va directo a lamerle los cojones y luego a comerle la polla, éste le coge por la nuca y le hace tragársela toda.

- Bruno: “¡Cojones qué gusto me ha dado pegarte! Es que pegarle a uno como tú tiene tela y ahora verte mamando…”

- El Roca (sacándosela de la boca): “Pues yo lo necesitaba, te juro que lo necesitaba”

- Bruno: “Eres un maricón… ¡qué coño El Roca… un maricón!… espera un momento que te quito las esposas”

En cuanto El Roca tiene las manos libres se las pone por debajo y le acaricia los cojones mientras sigue mamándosela.

- Bruno: “Todavía no me creo tener a un machote como tú mamándome la polla… y de esta manera”

- El Roca: “Ya te dije que soy dos cosas a la vez… o no a la vez… la mayor parte del tiempo me comporto como todo un macho y otras veces lo que necesito es un machote que me use, me someta, sentirme dominado”

- Bruno: “A ver maricón que ya te daré otras veces con más tiempo, ahora no hay mucho, ponte de culo que te la voy a clavar”

- El Roca: “¡Y el pollón que me vas a clavar! No me equivoqué cuando te miraba el paquete”

- Bruno: “¡Así que me mirabas el paquete!… me di cuenta que me mirabas mucho pero no eso… toma polla”

- El Roca: “¡Ay cojones!”

- Bruno: “No me digas que ahora que El Roca se me va a convertir en una nenaza, ¿qué pasa, la quieres suavecito?”

- El Roca: “No, al revés, dame duro, todo lo duro que quieras”

Bruno se la saca para volver a pegarle, le gira y le da un buen par de bofetadas para luego volverle a girar y darle unos cuantos azotes en las nalgas, con la mano y luego le pega con la fusta. El Roca ni se queja.

- Bruno (clavándosela otra vez): “Ahora ya es para correrme… te voy a preñar”

- El Roca: “Sí macho, dámela, dámela toda, lléname el culo”

- Bruno: “Me corro… toma maricón”

El Roca se corre con la polla de Bruno aún dura dentro del culo y suelta mucha leche que tenía acumulada.

- El Roca: “Macho no sabes cómo lo necesitaba… dejar de ser el machote para ser la puta de uno… y de uno que realmente tiene por su cargo poder sobre mí…”

- Bruno: “Me ha gustado mucho follarte, así que te seguiré dando por ese culazo que tienes… mañana te llevaré a la ducha, quiero que te limpies bien por dentro… que quiero hacer de todo con ese culo… vas a ser mi puta por todo el tiempo que te queda de condena”

- El Roca: “Habrá que buscar la manera de estar más tiempo aquí en esta celda de aislamiento”

- Bruno: “Eso no será difícil, te portas mal y ya sabes”

- El Roca: “Lo que ya sé es que voy a salir de la cárcel con el culo reventado porque te gastas un buen pollón, macho”

- Bruno: “Con el culazo que tienes no habrá problemas”

- El Roca: “Lo del culazo lo tengo claro, desde que mi primo me lo reventó… se encargó que luego nunca tuviera problemas, me dio bien”

- Bruno: “Y ahora seré yo quien te lo siga abriendo, verás”

Al otro día la estrategia de El Roca fue no tender su cama, la dejó toda revuelta y claro al pasar Bruno se dio cuenta, sonrió, entró en la celda, lo esposó y se lo llevó. Pero esta vez no lo llevó directo a la celda de aislamiento, lo llevó a las duchas, que a esa hora estaban desiertas. Al final de la serie de duchas había una especie de vertedero-fregadero bajo con grifo y manguera. Allí fueron y El Roca se quitó la ropa enseguida.

- El Roca: “¿Qué me vas a hacer jefe?”

- Bruno: “Se llama lavativa maricón, deberías saberlo, es lavarte el culo por dentro”

- El Roca: “En realidad nunca me he hecho ni me han hecho nada de eso”

- Bruno: “Pues conmigo vas a aprender, quien pone el culo tiene que saber cómo tenerlo limpio cuando te van a dar… y además después de la lavativa, mira, traje una maquinilla corta pelos, te voy a rasurar las nalgas y la raja… aunque tú no tienes muchos pelos…”

- El Roca: “¡Cojones! te veía e imaginé que contigo podría tener algo… pero tanto no me lo imaginaba… eres un experto rompe-culos”

- Bruno: “Vamos, ábrete de nalgas”

Bruno quita la rejilla del suelo, abre el grifo y comprueba la temperatura del agua, lo vuelve a cerrar, le pone la punta de la manguera en el culo y vuelve a abrir el grifo.

- El Roca: “Uf creo que ya estoy lleno”

- Bruno: “Aguanta un poco más, no ha sido tanta agua, ¿no eres el machote de la cárcel?... bueno ahora ya creo que sí… suelta todo ahí mismo”

El Roca soltó una abundante mezcla de mierda y de agua.

- El Roca: “¡Qué alivio!”

- Bruno: “No creas que esto ha terminado… hay que hacerlo mínimo tres veces… pero ahora coge la manguera y háztelo tú mismo, así aprendes”

Y así lo hizo tres veces más hasta que el agua empezó a salir totalmente trasparente.

- Bruno: “¿Ves como sale el agua?... ahora ponte en cuclillas ahí y puja con fuerza para que no te quede nada de agua dentro”

- El Roca (una vez que terminó): “Macho, me siento más humillado que nunca, no sólo me has visto cagar sino llenarme y soltar toda esa agua del culo contigo delante, observando en cada momento”

- Bruno: “¿No me escogiste a mí? Pues ahora te jodes, así es como trato a los maricones”

- El Roca: “Maricón maricón no soy, no creo que lo sea, pero tu maricón ya me parece que sí… como en su momento fui el maricón de mi primo”

- Bruno: “Pues sí… aunque te falta por aprender para ser verdaderamente mi maricón, soy exigente”

- El Roca: “Pues enséñame cabrón que aquí en la cárcel quiero tener un solo macho y ese quiero que seas tú si no te opones”

- Bruno: “¡Qué me voy a oponer con esas nalgas y ese culo que tienes!... vamos pasa a la ducha”

Ahí Bruno saca de un bolsillo la maquinilla y le rasura las nalgas, le quita los pocos pelos que tenía, y con mucho cuidado la raja del culo. Luego El Roca se moja y se enjabona concienzudamente, mira a Bruno de vez en cuando y nota que en ningún momento le quita los ojos de encima, se sabía en pelotas delante de un macho no sólo vestido sino uniformado, no puede evitar tener una media erección a pesar de que trataba de evitarla.

- Bruno: “Vamos zorra, que mira como te estás poniendo, sécate y vístete rápido” y le suelta un buen bofetón.

- El Roca: “¡Cojones macho!”

- Bruno: “Vamos, te dije”

El Roca se pone el uniforme-mono de presidiario y Bruno le vuelve a esposar.

- Bruno: “No quiero que te vean por el camino sin las esposas, al llegar a la celda te las quito y no quiero que tardes ni un minuto en quedarte totalmente en pelotas y de rodillas”