Domesticando al Güicho 6

El Güicho trabaja duro mientras me cuenta la historia, como si su pasado lo enfocara y lo ayudara a ser más diligente y más consciente de lo que ahora tiene.

Se quita la playera dejando expuesto su pecho bien definido, voluminoso, brillante por el sudor de la jornada. Abre una botella de Coca Cola fría que trajimos para el trabajo y me sirve una poca en un vaso, luego se sirve el y continúa con la labor y con su relato.

-Por extraño que parezca pasé las mejores noches de mi encierro cuando me volví la puta de Hakim- me dice lamiéndose el refresco que le queda en el bigote después de acabarse su vaso- no estábamos en la misma celda así que mi cuerpo desasnaba, seguía compartiendo celda con un blanco pero como sabía que le pertenecía a mi Dueño no se atrevía a tocarme.

Pero no hay plazo que no se cumpla, dos años después llegó a la cárcel un cabroncito dominicano. Hijo de la chingada, si estaba bien guapito el cabrón… delgado, de piernas largas y peludas, tenía un culazo precioso, color canela, bien redondo y carnoso, lo tenía peludito, ¿sabes? Con esos pelos gruesos y crespos que les crecen a los afros en el cuerpo y que se sienten rasposos y varoniles.

Ya para entonces hablaba bien inglés o por lo menos entendía bien lo que me decían, Hakim me ordenó que lo reclutara el primer día que llegó. El cabrón tenía la voz bien ronca y una actitud bien varonil, pensé que iba a molestarse cuando le sugerí que aceptara ser la perra de Hakim… pero el cabrón era bien astuto y de inmediato me dijo que si.

Lo llevé con mi Dueño y lo vi desnudarse en la entrada de la celda como me hicieron a mi. Puta primo, si lo hubiera visto tú también hubieras querido cogértelo, sus nalgotas bien paradas y su espalda recta semi musculosa. Se llamaba Brian.

Cuando se hincó a mamarle la verga a Hakim era como ver el mejor porno de mi vida, me tuve que aguantar las ganas de masturbarme ahí delante de todos, el cabrón la mamaba como un profesional, el propio Hakim tuvo que sentarse en el retrete de tanto placer que sentía con la boca del cabroncito.

Cuando corrió a todos para desvirgarlo, como me había desvirgado a mi, me señaló con el dedo y me ordenó que me arrodillara junto a Brian. Cuando el nuevo se empinó contra la litera y paró el culo, Hakim le bajó el calzón blanco Justo delante de mi, luego me empujó la cabeza contra sus nalgas… no mames… era el mejor sitio del mundo.

Su ano tenía un olor fuerte, a sudor brutal, a rancio, a macho, le comencé a lamer alrededor del culo y sentí como el chico paraba las nalgadas deseando más placer… hacia un calor de la chingada, estaba chorreando sudor y mi sudor y mi saliva se mezclaban para escurrir en el canal que separaba sus glúteos.

Su ano se sentía caliente, lo tenía bien apretadito, le agarré las nalgas para abrirlo y lo miré rosadito y bien cerrado, le escupí dos veces y luego pasé mi lengua por el esparciendo mi saliva… sabía que mi saliva sería lo único que Hakim usaría como lubricante, con cierto cariño lo humedecí lo más que pude y aproveché para meter mi lengua dentro de su asterisco…

Los pelos de sus nalgas me raspaban las mejillas, y el grosor de sus glúteos me apretaba la cara con cierta fuerza… la mano de Hakim me hizo girarme para mamar su verga… sabía que esa sería la última vez que me la comería, y decidí mostrarle mi gratitud con mi boca y mi lengua, mamé para darle gusto, para hacerlo sentir placer, para recordarle que siempre sería suyo… y de paso la dejé bien babosa y lubricada para que resbalara bien en el culito de mi nueva hermana perra.

Hakim se lo cogió delante de mi, mientras lo hacía recordé las innumerables veces que me hizo suyo, vi el culo de Brian ceder a la presión de Hakim y recordé cuántas veces me la empujó con fuerza hasta que mi cuerpo cedió… igual sucedió a Brian… la vergq de Hakim fue tomando posesión de su nueva adquisición, no sabes primo… lo que se siente ver una verga que ha sido tuya adueñarse de un culo tan muevo y tan Perfecto como aquel…

-Get lost- me dijo, “piérdete” y eso fue lo que hice, salí de la celda y me quedé parado junto a la reja de la celda contigua. Miré a mis compañeros de pandilla… tenían cara de lobos que estaban saboreándose mi carne fresca. Solo faltaba la anuencia del Alfa para que pudieran acceder a lo que todos ya consideraban como suyo.

El brazo derecho de Hakim era un negro de piel muy muy oscura, alto y si digo mamado es poco, el cabrón tenía cuerpo de atlante. Fácil media dls metros, su cabello estaba medio amarillento por el sol, era como rastas gruesas y largas, abundantes que jamás peinaba.

Se llamaba Mandla y tenía la cara osca, unos labios gruesos y fieros, una cicatriz en la mejilla. Se pegó a mi poniendo su brazo en los barrotes de la reja en la que me recargaba y dejó caer todo su peso contra mi cuerpo aplastándome literalmente -ya sabes lo que va a pasarte ¿verdad?- me dijo en un español perfecto. Hakim era dominicano, me puso la mano gigante en las bolas, en su sola palma cabían mi verga y mis huevos - no sabes las ganas que te tengo desde que llegaste a la cárcel- me dijo.

Afuera se escuchaban los tímidos gemidos de Brian, que vibraban conforme Hakim iba aumentando la velocidad de su cogida… Magda me lamió la mejilla, todo en él olía fuerte, su saliva tenía un aroma tan penetrante que sentí que me había marcado para él aunque ambos sabíamos que tenía que compartirme con todos.

Salimos al patio como parte de nuestra rutina en la cárcel, todos juntos, en manada. Por primera vez estaba separado de Hakim al caminar, pude sentir el respeto y hasta temor que nos tenían los otros presos, yo era el mas blanco en el grupo, muchas miradas de odio se posaban en mi, yo no bajaba la mirada, me sentía seguro y a mi manera había logrado pertenecer a un grupo.

En cuanto llegamos a la esquina en donde solíamos estar sentados o jugando me abrí el overol y me quedé con el torso desnudo, como parte de las reglas por ser una puta. Me senté en el piso junto a Sifo, que ya para entonces era mi mejor amigo.

Magda ocupó una banca arriba de mi y descaradamente me puso su pierna sobre el hombro y su bota sobre mi pierna. Me abracé a su pierna, era como un mástil, enorme y dura.

Hakim estaba al otro lado del grupo, con su perrita en el piso, su torso delgado desnudo y una cara de placer que me dio una envidia tremenda. Mi mirada se cruzó con la de Hakim, que me sonrió y luego levantó la mirada hacia Magda asintiendo.

Magda me tomó de los cabellos y me hizo levantarme, me llevó jalándome de ellos hacia el baño pasamos delante de varios presos que chiflaron y se rieron cuando nos vieron pasar.

Dos de los compañeros de la manada nos siguieron, dentro de uno de los privados Magda me puso de frente a la pared y me abrazó, aquel abrazo no era de afecto, era un abrazo fuerte, asfixiante, para someterme, comenzó a restregarme su paquete contra mis nalgas… no mames primo lo que sentí me hizo llorar de miedo… era una cosa monstruosa… me iba a romper.

Comenzó a morderme el cuello, mordidas de animal, no chingaderas, cada mordida era como un castigo, sentía como me hundía los dientes y me apretaba el pellejo con saña, trataba de moverme pero no podía, pataleaba un poco y me di cuenta de que me tenía suspendido en el aire mientras seguía mayugado la carne en mi espalda con su mano, me soltó dejándome caer y me bajó el pantalón de un solo movimiento. No usaba calzones porque esa era la regla.. mi culo quedó a su merced.

Me empujó la cabeza contra la pared y se agachó a comerme el ano. Lo mordía, lo lamía, me pegaba en las nalgas, me las estrujaba con tanta fuerza que gritaba de dolor… su lengua raspaba como una puta lija, me abría y me hacía sentir cosas extremas… sentía que su saliva escurría por entre mis nalgas, estaba empapado… me giró y me empujó la cabeza hacia abajo para que me arrodillara… lo vi desde abajo abrirse el pantalón y sacar esa cosa que era… carajo… lo más grande que he visto y veré en mi vida.

Me empujó la cabeza hacia ella y abrí la boca lo más que pude, apenas pude tragar una cuarta parte, mi boca no daba para más… me sujetó de los cabellos y comenzó a violarme la cara con ella… saliva, flemas, lágrimas… sacó de mi todos los fluidos que tenía y la dejé bien húmeda.

Me sacó del privado y terminó por quitarme el overol, tirándolo en el piso, me puso en cuatro ahí mismo en el piso del baño y poniéndose en cuclillas arriba de mi comenzó a empujarme el glande… ahhhhh ahhhhhh ahhhhhhh lloraba porque su puro glande era como meterme una pelota de billar en el culo… le dijo algo en un inglés muy rápido a otro de los negros que iba con él, era un muchacho joven, también musculoso aunque contra Magda cualquiera se veía flaco.

El muchacho se bajó a toda prisa el pantalón y me lo enchufó en la boca… Magda me daba nalgadas y me jalaba la piel de las nalgas mientras me la iba metiendo muy despacio, traté de relajarme lo más que pude y los dejé meterme a sus anchas sus vergotas… primo, me sentía como un cerdo empalado por dos enormes vigas… el sudor de sus cuerpos caía sobre mi marcándome como la puta del grupo, llenándome de su aroma, de su sabor…

Cuando metieron lo más que pudieron comenzaron a menearse adelante y atrás… mi cuerpo estaba a su merced, no tenía fuerzas para resistirme… me dejé penetrar por ambos lados hasta que el chico al frente comenzó a embestirme la cara con más fuerza y hundiéndomela hasta la garganta me alimentó con su semen. La vergq de Magda no dejaba de taladrarme el culo, el chico sacó su verga de mi boca y casi de inmediato el otro compañero me enchufó la suya.

Aquel otro era ligeramente grueso, de cara redonda y de pechos grandes. Me sacó la verga de su boca y me hizo lamerle los pezones, morderlos un poco. Eran unos enormes chupones negros que contrastaban con su piel café claro.

Volvió a enchufarme su verga y digo enchufar porque yo tenía las manos en el piso solo así lograba no irme de boca por las embestidas que Magda me estaba dando.

El gordito tuvo menos iniciativa, me dejó lamer y mamar usando todos los trucos que a punta de cachetadas había aprendido con Hakim.

Se sacó la verga y se masturbó delante de mi, mientras lo hacía pude ver a Arno, un hombre de unos cuarenta, sonriente y amistoso con quien había cruzado algunas palabras alguna vez.

Con mi cara llena de semen vi a Arno ponerse de rodillas delante de mi, me tomó un poco del semen de la cara y me lo metió a la boca, lo chupé mirándolo a los ojos en actitud sumisa. Magda me seguía dando por el culo sin clemencia.

Con la misma suavidad tierna Arno me sujetó la barbilla y me metió la verga en la boca, me sujetó de la nuca y comenzó a menear la pelvis, para entonces estaba tan cansado que apenas podía respirar…. Arno adivinó mi agotamiento y se sacó la verga, masturbándose también en mi cara….

Magda me sacó la verga y de un movimiento me giró sobre el piso. Me levantó las piernas para seguirme cogiendo… hasta entonces me di cuenta que su vergota ya entraba toda completa en mi agujero.

Un cuarto miembro de la manada se arrodilló arriba de mi cabeza y me metió la verga, sus huevos peludos y gigantes se paseaban por mis ojos embarrándome el semen de la cara por todas partes…

Acostado boca arriba, con mis piernas sobre los hombros de Magda al menos sentí un poco de alivio, una posición más cómoda, aunque el segundo al mando no dejaba de taladrarme y de sacar placer de mi culo con toda su furia…

El hombre que me cogía la boca se vino en mi pecho. Pude respirar a mis anchas mientras se masturbaba arriba de mi, vi sus huevos menearse con fuerza y el semen brotando de su verga… entonces Hakim comenzó a aullar… a rugir como un león, me dio miedo, me empujó la verga con tanta fuerza que sentí que me rompía… uno… dos… tres embestidas furiosas y un torrente, un verdadero torrente de abundante leche comenzó a llenarme, primo no mames, leche bronca, leche gruesa… era como una auténtica manguera preñándome hasta lo más hondo.

-Ponte en cuatro- me dijo y obedecí, me la volvió a meter y entró con una facilidad que a mi mismo me hizo pensar que ya me lo había dejado abierto… comenzó a mear dentro de mi culo- hold it- me dijo “aguántalo” - hold it… hold it…- Yo ya gemía por inercia, estaba roto, deshecho y la orina me provocaba sensaciones rarísimas… cuando terminó de mear se levantó y me ordenó levantarme, apreté las nalgas porque sentía que se me salía todo… se vistió rápido y me metió el dedo más largo de su mano agarrándome las nalgas con los dedos que quedaron fuera- aprieta fuerte- me ordenó. Hice lo más que pude.

Me ordenó ponerme el pantalón sin sacarme el dedo, lo hice tratando de no chorrear… así, con el culo lleno de meados me hizo salir del baño y avanzamos hacia el grupo. Caminamos rápido en medio de los otros presos que veían a Magda con su mano en mis nalgas pero no adivinaban todo lo que sucedía.

-Its done Mister Hakim- le dijo a Hakim parándome delante de él “ya esta hecho”

-I hope you enjoy your present- Les dijo a todos los presentes “espero que disfruten su regalo”.

-Its perfect- es Perfecto, dijo Magda sacando su dedo- meate - me ordenó y mirando a Hakim a los ojos dejé salir la orina de mi culo llenando por completo de meados mis pantalones.

Mientras todos los demás, incluso Sifo miraban muertos de risa recordé que traía la cara llena de semen. Cuando me hicieron arrodillarme delante de Sifo, Magda le ordenó que me lamiera la cara y mi amigo lo hizo con toda la ternura que era característica en él.

-¿Y así te hiciste adicto a la verga?- le pregunto a Güicho intrigado

-Primo, era una manada como de 10 negros, Sifo y yo teníamos que dar el culo al menos cinco veces al día.

-¿Y nunca degradaron al Brian?-

-En los seis años que siguieron esa perra suertuda siguió siendo la favorita.

De hecho llevaba dos años encerrado con nosotros y el día de su cumpleaños Hakim nos mandó llamar a Sifo y a mi.

-Hoy le voy a hacer un regalo especial a mi perra- nos dijo- desnúdense y empínense en el piso- nos ordenó sin más.

Nunca nos había tocado estar juntos a Sifo y a mi en un servicio, no sabes lo que me costó que me viera desnudo junto a el, de rodillas en el piso.

Brian se quitó la ropa también mientras Hakim nos veía sentado en el retrete de la celda. Magda estaba cuidando la entrada y también aprovechaba para vernos.

Primo, una cosa es que te cojan los carbones que te defienden y otra muy distinta es que te obliguen a que te coja otra perra.

Brian escogió primero a Sifo y le metió la verga de un golpe, Sifo es aguantador pero aún así lo vi gemir de dolor y sentí hasta lastima por él, mientras se cogia a mi amigo no dejaba de darme nalgadas el hijo de puta. Luego se mojó un dedo y me lo metió en el ano mientras suavemente le daba verga a Sifo.

Nos hizo besarnos como un par de maricas mientras nos daba por el culo, a Sifo con la verga y a mi con el dedo-Me gana la risa y Güicho se gira incómodo a verme

-¿Qué te da risa?- me pregunta-

-Cabrón, te metían la verga por la boca y por el culo y te sentías marica porque te besaste con Sifo

-Primo, besarte con otro pasivo mientras te cogen es de maricas

-¿Y nunca te besaron a la fuerza ni besaste a nadie mas?

Güicho guarda silencio- a Magda lo tenía que besar cuando estábamos solos y me cogia- reconoce y me vuelvo a reír

-Pero es distinto, era un beso de machos no de putitas.

Me rio más fuerte y como veo que el Güicho se emputa cambió la conversación

-¿Y te cogió a ti?- le pregunto

-Después de hacerme mamarle la verga cuando la sacó del culo de Sifo y fue más humillante porque me hizo sentarme en ella… o sea, yo mismo me tuve que entregar a esa perra

Me aguanto la risa -¿y en dónde se vino?

-En mi pecho e hizo que Sifo lamiera su semen.

El sonido de la puerta interrumpe nuestra charla, es Don Valentín que regresa de su juego… el Güicho y yo seguimos pintando en silencio mientras entra Don Valentín, miro la entrepierna del Güicho, la tiene dura por unos instantes me siento algo mal por lo que vivió el Güicho en la carcel, luego pienso “a ver, el cabrón se lo merecía… además… se ve que le encantó”