En la fecha que publico esto (no sé si cuando tú lo leas) tengo puesto en mi perfil que por el momento no quiero tener contactos con tipos de esta web porque estoy harto de que me hagan perder el tiempo con sus indecisiones o falsas intenciones, que cancelen en el último momento las citas sin motivos creíbles o que, una vez acordada la cita, no se presenten ni avisen, ni digan nada y me bloqueen aquí y en WhatsApp. Como he dicho tantas veces, son tíos que teclean con una mano mientras se pajean con la otra y no tienen ganas reales de quedar. Me costará mucho recuperar la confianza en usuarios de Xtudr.
Por otra parte tengo un sumiso que cada 15 días se pone a mi disposición para que juegue con él, le obligue a comer polla (¡qué bien lo hace el cabrón!), lo ate, lo azote, le meta sus sondas uretrales, le clave sus agujas en pezones y genitales, le meta en el culo dildos progresivamente más gruesos y finalmente me lo folle duro en cualquier lugar y postura que se me ocurra. Y el tipo disfruta de lo lindo yéndose, además, con sus huevos vaciados.
Pero aparte de ese encuentro quincenal y de esa autoprohibición de contactos en esta web (no estoy en ninguna otra aplicación similar) hay momentos en que el morbo me vence y siento la necesidad de estar con hombres, de exhibirme desnudo, de tocar otros cuerpos masculinos, ...
Habitualmente no hago nada, pero el pasado domingo por la noche sucumbí y fui a la sauna Condal. Hacía tiempo que no iba y no conocía cómo había quedado tras la renovación. Sigue igual de laberíntica, o quizás aun más.
Decidí comenzar a recorrerla desde arriba para luego ir bajando.
En el penúltimo piso vi que un tipo estaba tumbado sobre la cama de una cabina con la puerta abierta, él panza abajo, desnudo y con la toalla cubriéndole la cabeza. Pensé que quizás estaba esperando a alguien en concreto con quien hubiese quedado, de modo que di una vuelta por la planta y al volver a pasar por esa cabina él estaba de la misma manera. Entré y sin decir nada empecé a acariciarlo suavemente por la espalda, las nalgas y las piernas. Estuve así un buen rato con mis manos arriba y abajo sobre su cuerpo, en silencio. Le separé un poco más las piernas y le acaricié y pellizqué los testículos. Gimió. Le acaricié el pene girando repetidamente mis dedos alrededor de su glande, que se iba autolubricando y creciendo, gimió y se puso un poco de lado para hacer sus genitales más accesibles. Acerqué mi boca a su pene y lo cubrí con mi boca, mis labios y mi lengua. Gemía más y más, quiero suponer que de placer. Otros hombres fueron acudiendo y se pusieron a tocarle. Me despedí de él y lo dejé con esa otra gente. Yo ya había cumplido mi misión y mi deseo.
Continué subiendo y llegué a la sala de BDSM de la última planta. Inicialmente no se ve ni torta hasta que la vista se acostumbra a la oscuridad. Vislumbré que un tipo gordo estaba despatarrado en el "sling" o columpio. Me acerqué a él, me situé por detrás de su cabeza y empecé a magrearle pecho, pezones, brazos y vientre. Me puse ante él y musitó "fóllame". Encaré mi polla a su culo pero no llegué a penetrarlo, simplemente me restregué por ahí. Le dije que iba a buscar lubricante y preservativo. Con tanto tiempo sin ir a una sauna se me había olvidado que siempre debo llevar conmigo el "kit de follar", una bolsita con todo lo necesario para "un momento dado". De modo que fui a buscarlo a la taquilla.
Cuando volví al sling el gordo estaba siendo follado por otro tipo. Me acerco a ellos y hago broma al gordo sobre la facilidad con que ha encontrado nuevo compañero. Les acaricio a los dos. El follador me pide que me ponga detrás de él, lo hago, pego mi cuerpo al suyo y le magreo por todas partes. Me pide que lo folle al tiempo que él folla al gordo. Me enfundo, me pongo detrás de él y no sin dificultad al estar los dos de pie consigo penetrarlo y follarlo "a media polla". Hay tres o cuatro tipos mirones alrededor. Uno de ellos, al que llamaremos "el marroquí", me acaricia todo el cuerpo y me coge la polla para acompañar el movimiento mete-saca que estoy ajecutando hacia el que a su vez está follando al del sling.
Cuando por allí ya hay muchas manos de mirones el marroquí me aparta del grupo y me pide que él y yo vayamos a la cama grande que hay en esa misma sala. Vamos y empezamos, aun de pie al borde del lecho, a abrazarnos, acariciarnos y besarnos. En esto vemos que otro tipo se ha puesto a cuatro patas sobre la cama y gatea hacia nosotros, se gira, enfoca su culo hacia mi y pide que me lo folle. Pregunto al marroquí si está de acuerdo en que lo haga, si quiere ver cómo lo hago, ya que en principio estoy con él y no quiero que se sienta apartado o molesto. Dice que ningún problema, que haga lo que yo quiera. Por tanto me enfundo, agarro al cuatropatas por las ancas, me lo pongo a tiro y lo penetro y follo un buen rato a diferentes ritmos, estando yo (y el marroquí) de pie al lado de la cama. Para variar la postura pregunto al pasivo si quiere que lo folle en el sling, que veo libre, dice que no lo ho ha hecho nunca ahí y le digo que es una carencia que debemos subsanar, de modo que me lo llevo a la instalación, le enseño cómo ponerse, lo penetro, lo follo duro, le pregunto si le gusta y el tipo se muestra encantado.
El marroquí me reclama y pide que vayamos los dos solos a una cabina. Accedo y entramos en una que está libre. Sólo quiere abrazos, cariños, mamadas, caricias, masajes, ... y nos los damos mutuamente durante un largo y agradable rato. Intuyo que ya se ha hecho muy tarde y me despido de él.
Al ir bajando me doy cuenta de que no he estado en el jacuzzi, de modo que estoy atento a no pasarlo de largo (esa sauna es un laberinto) y llego a él. Está tranquilo, no hay nadie, está en silencio porque el jacuzzi no está en marcha.
Me acomodo en un banco del jacuzzi y me mojo y acaricio todo el cuerpo, hago que se levante mi polla pensando en los contactos que he tenido esa noche con hasta cinco hombres diferentes. Acaricio suavemente mi erección, no me masturbo, sólo quiero descansar. Sucesivamente entran y salen de la piscina dos tipos, que están poco rato. El primero ha puesto en marcha el jacuzzi. Cuando se van vuelvo a quedarme solo y descansado, pero rodeado de burbujas y del ruido como de tambores del jacuzzi en marcha. Brevemente hago las dos cosas que años atrás hacía cuando estaba solo en el jacuzzi: 1) me pongo de espaldas sobre uno de los chorros enfocándolo a mi culo pero no ocurre nada demasiado interesante (al contrario de lo que años atrás experimenté en la sauna Acuario de Santa Cruz de Tenerife, donde el chorro tiene la fuerza de entrar directamente en el culo) y 2) me pongo de cara sobre el chorro más fuerte de la esquina para que percuta y masajee los huevos y la polla produciendo una hermosa erección. Me pongo de pie y salgo de la piscina con la polla tiesa, hasta que con los movimientos del fregado con la toalla para secarme se me destensa. Paso un momento por las que, si recuerdo bien, son sauna finlandesa y baño turco, pero no hay nadie y el ambiente sofocante no invita a quedarse, de modo que voy a las taquillas, me ducho, me visto y me voy. Pasan de las 3 de la madrugada y he de coger un taxi.
Una buena velada que ha valido la pena. Tendré que repetir y, también, visitar otras saunas de la ciudad, unas ya conocidas y otras por descubrir.
Noche de domingo en la sauna
Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.
Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como MagradaTot.
Con Xtudr, puedes:
- Crear un perfil con fotos y preferencias.
- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.
- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.
- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.
- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.
Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.
https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/41024-noche-de-domingo-en-la-sauna