“Hasta el lunes que viene, puta”

Como cada lunes sé bien lo que debo hacer: cortarme el pelo al ras, depilarme de modo que no quede un solo pelo en mi cuerpo y limpiar bien mi colon. A las 6 salgo de la oficina y a las 7 tengo que estar parado en la puerta del albergue transitorio de Belgrano C, donde ÉL va a usarme, como todos los lunes. Antes de salir de la oficina tengo que ponerme el buttplug, para llegar bien dilatado.

Esperarlo en la puerta es siempre muy humillante. Hace dos años que soy "su puta de los lunes" y es algo taaaan humillante. Para colmo tengo que esperarlo parado, con las manos atrás y mirando al piso. La gente pasa, me mira y se sonríe. Por supuesto ÉL nunca llega a las 7. Sé que siente placer mortificándome. Y vaya que lo logra. Cuando ÉL llega soy una piltrafa emocional. Sin saludarme entra al hotel y espera que pague. En el hotel ya me conocen: soy la puta de los lunes.

El AMO es increíblemente creativo. Ningún lunes es igual. A veces solo quiere deslecharse y me usa diez minutos, pero a veces me usa para descargarse y me castiga con ferocidad las dos horas. A veces soy “su perra” y a veces soy “su puta”. A veces todo es fisting y busca penetrar más y más hondo en mí. A veces experimenta con dispositivos eléctricos que trae y que realmente son capaces de quebrar a cualquiera. A veces viene con alguno de Sus Amigos. A veces Él no viene y mando Otro Hombre, a veces Dos Hombres, que ni siquiera conozco. A veces ÉL ha venido con algún amigo a ver por televisión partidos de la selección, mientras yo se las chupo.

Siempre a pelo. “A las putas se las coge siempre a pelo”, me dice ÉL. Sea que me cojan por atrás o por la boca, la leche siempre me la tengo que tomar. “Vení, puta, tomate toda la lechita”. yo siempre agradezco. La leche del AMO y la leche de Sus Amigos, es mi máxima recompensa. Estaría dispuesto a sufrir diez veces lo que me hacen sufrir y a ser degradado diez veces lo que me degradan con tal de poder sentir Sus orgasmos dentro mío y esa sensación pegajosa del semen en mis labios y en mi garganta.

Los Amigos de mi AMO me dicen “la petera”, “puta petera”. Es humillante pero al mismo tiempo me hace sentir orgulloso, u orgullosa (el AMO me dice todo el tiempo que yo no soy un hombre). ÉL me entrenó duramente para chuparla y ser garganta profunda, y realmente sé que mi boca da mucho placer. Los siento estremecerse, temblar y gruñir mientras eyaculan en mí. Por un lado quisiera poder tener yo mismo esos orgasmos salvajes, pero por otro lado he aprendido a vivir Sus orgasmos como si yo mismo estuviera acabando.

Después de usarme suelo quedar completamente arrasado y dolorido. Sé que no tengo derecho a quejarme. Es un privilegio haber sido usado. Siento una gran admiración por mi AMO, por Su Hombría, por Su Poder impresionante. Haría cualquier cosa por ÉL y ÉL lo sabe. Él me demuestra que puedo llegar mucho más allá de mis límites. Los límites están para ser rotos, me dijo el primer día y vaya si ha roto mis límites.

“Hasta el lunes que viene, puta”.