El tratamiento de Alvarito

Alvarito llegó puntual. Era tal como se había descrito: 19 años, cara de niño bueno, barba de unos dias, castaño con algo de vello en piernas sobre todo, fibradete de forma natural (era bastante deportista). A Daddy le gustó la mezcla de inocencia y morbo que desprendía. Le había dicho en el chat que quería conocer a un hombre maduro de más de 50, mejor rellenito y con barba canosa, que a la vez fuera cariñoso pero supiera imponerse, alguien que le adiestrara y fuera un buen Tutor. Alvarito tenía poca experiencia y mucha curiosidad. Habia mamado pollas y habia follado ocasionalmente, pero siempre encuentros casuales de una vez. Buscaba mas un Tutor que un Amo, y habia dejado claro que el dolor no era lo suyo. Habia pasado unos dias regular, con la garganta bastante tocada, pero ya no tenia fiebre y no quiso anular la cita con ese Daddy al que tenía ganas de conocer. Así se lo dijo, para que Daddy entendiera que estaba algo cansado y débil todavía y no le exigiera demasiado.

Daddy le preguntó qué le habían recetado y si los problemss de garganta eran habituales. Alvarito contestó que sí, que padecia muy frecuentemente de la garganta y confesó que en realidad se automedicaba con pastillas que ya conocía. Daddy insistió: ¿nunca te han dado un tratamiento para fortalecer tus defensas y que esto no te pase tan frecuentemente? ¿Y no te recetan algo más efectivo, como unas inyecciones, cuando te pones mal o para recuperarte? Alvarito le quitó importancia y dijo que no. No quería confesar que sí le habían recetado inyecciones pero que solo se puso la primera porque le había dolido mucho…no quería que Daddy pensara que era un cobarde para esas cosas con 19 años cumplidos. -Eso no puede ser, dijo Daddy. Lo arreglaremos. Bastará con unos meses de tratamiento , apenas medio año, y luego ya solo alguna dosis de refuerzo semanal. -¿tratamiento? ¿Seis meses? ¿Qué tratamiento? Alvarito empezaba a preocuparse -Nada complicado. Es solo un ciclo de diez dias seguidos cada mes durante 6 o 7 meses y luego ya un dia a la semana -Ah, bueno, pues luego voy a buscar las pastillas a la farmacia y asi empiezo cuanto antes -No hace falta, tengo medicacion aqui, asi que empezaremos ya mismo. Son inyecciones, no pastillas. Yo te las pondré, van en el culete -¿inyecciones? No, no quiero inyecciones. Y menos en el culo. Duelen mucho y ya dije que no queria dolor -Alvarito, déjate de niñerías, que ya no tienes 8 años. Esto no tiene nada que ver con lo sexual que hablamos. Es por tu bien y si voy a ser tu Tutor debo cuidar también tu salud. Así que túmbate ahí y bájate pantalón y calzoncillo para que te ponga la primera inyección

Daddy salió un momento y volvió con una ampolla de medicamento, una jeringuilla, algodon y alcohol. Preparó la inyección y, sin más preámbulos, se acercó a Alvarito para ponérsela Alvarito no se atrevía a mostrar el miedo que tenía. Quería disimular, pero cuando, tras el pinchazo, empezó a entrar el líquido, no pudo aguantar sin quejarse y hasta acabó llorando porque la inyección era bastante dolorosa. Daddy le trataba de calmar diciendole q ya quedaba poco, pero aquello se hacía eterno y Daddy seguía empujando el líquido sin parar, hasta que terminó del todo. Alvaro se dio la vuelta, miró a Daddy con ojos llorosos y le dijo que le dolía mucho el culito, que no le pusiera más. Daddy le abrazó y besó con cariño, consolándole, aunque también le aclaró que ya se iría acostumbrando, que iban a ser solo 10 dias y luego ya sin inyecciones hasta el mes siguiente…Alvarito lloraba más fuerte solo de pensarlo, pero Daddy volvió a besarle y le empezó a meter un dedo por el culo, a lo que siguió un segundo…y acercó la cabeza de Alvarito a su polla para que mamara y lamiera sus huevos, al tiempo que le decía: “Alvaro, vas a aprender a obedecer, y pronto comprenderás que el dolor es a veces la antesala del placer. Tal vez no tardes en pedir tú mismo más tratamientos como este”.