Retiros Espirituales – Capitulo 3

A las tres estábamos citados al mismo salón de la mañana, nos sorprendieron con la noticia que Eduardo, Mario y Hernán habían renunciado a los retiros, yo sabía que eso implicaba una multa , estaba dentro del contrato, por lo que me sorprendió que a alguien se le ocurriera renunciar y asumir esa multa que no era para nada barata, además que me generó intranquilidad el hecho de que los recién idos fueran precisamente mis vecinos y los que se habían mostrado abiertamente gays, "¿tendría esto algo que ver con su renuncia?, ¿si habían renunciado o realmente habían sido expulsados?”, mil preguntas me hice pero recordé que mi amiga me había dicho que para asistir a los retiros no había problema con temas de sexualidad, género, raza, clase social, etcétera, opté entonces por dejar pasar el tema y seguir concentrado en lo importante.

Carlos dio una cátedra de la importancia de obedecer, me pareció extraño el tema, pero lo justificó muy bien con lo ocurrido en la mañana, luego hubo una dinámica de acercamiento al grupo y nos dividieron por parejas, yo busqué de manera intencional quedar con Santiago, el rugbier, con el que compartí mesa en el almuerzo, me transmitió buena energía y lo pude constatar en la conversación que tuvimos esa hora y media de taller, me contó que se había casado muy joven, prácticamente con su primera y única novia, me confirmó que tenía 36 años y que a sus 16 dejó en embarazo a la que hoy es su esposa, hecho que lo obligó a responder por ese hijo y casarse con Eliana apenas tuviera la forma de responder por un hogar, no se sintió obligado porque era su novia y siempre ha estado enamorado de ella, pero si me logró confesar que a ese punto, estaba agotado porque había dejado de vivir muchas cosas de adolescencia y juventud por estar ya en un matrimonio y con la responsabilidad de un hijo, su hijo mayor tenía 20 años y su segunda hija si fue producto del matrimonio y vino mucho después, ya si buscada, planeada y tenía 11 años. Todo lo que conversé con Santiago me dejó la sensación que estaba en la crisis cercana a los 40, con un montón de cosas no vividas por su historia de vida, lo pude identificar porque tengo varios amigos en la misma situación y lo que estos me han dicho es que están en un punto en el que quieren vivir todas esas cosas que de jóvenes no pudieron, incluso hay uno de ellos que me ha insinuado tríos con su esposa al saber de mi bisexualidad y me pregunta mucho por el tema gay, no era el caso de Santiago pero si lo noté ansioso por vivir y experimentar cosas que no pudo de joven, eso me dejó un poco pensativo y por qué no, con ganas de tentarlo a ver si caía, el man estaba muy bueno y su actitud lo hacía mucho más interesante, reconozco que ese tiempo con él me había dejado con ganas de seguir conociéndolo, además que no se si les había contado que en ese salón no habían sillas, siempre íbamos sentados en el suelo, entonces al estar sentado frente a frente con Santiago me había dado en ocasiones, la oportunidad de mirar debajo de su túnica, llevaba unos bóxer largos ajustados, casi hasta las rodillas, más parecía una licra deportiva que le marcaban un bulto promedio y el poder ver esto, me estaba, por tercera vez en el día, excitando con lo que mis ojos estaban viendo, me encanta ver manes marcando bulto y más si son heterosexuales, me encanta el morbo de hacerlo descaradamente y ver cómo reaccionan, pero para este man no era incómoda esta situación, supuse yo que al ser deportista, ya debía estar acostumbrado a mostrarse así en entrenamientos y vestidores, lo que sí me dejó decepcionado fue no encontrarme con una prenda interior tipo speedo, había visto en varios vídeos de rugbiers en Twitter que muchos de ellos usaban este tipo de prenda debajo de sus uniformes tanto en entrenamientos como en partidos y los hacía ver exageradamente sexis. Este man estaba generando en mi mucha confianza y un interés que me asustaba, logré ver en cierto momento como se acomodó su verga dentro de esa trusa, algo que hizo con mucha naturalidad, no le vi morbo ni segundas intenciones, yo por mi parte traté lo más que pude ocultar mi excitación, creo haber visto en algún momento a Santiago desviar la mirada debajo de mi túnica, yo me sonrojé un poco pero él siguió con esa naturalidad que lo caracterizaba, ese man seguro me había pillado más de una vez y no solo con él, seguro con muchos más del grupo, pero parecía no darle importancia, por el contrario, se notaba querer seguir conversando más tiempo conmigo y eso me estaba gustando mucho.

La actividad terminó, Carlos dio indicaciones para el resto de la tarde y la noche, nos recordó el horario de la cena y se despidió. Los monitores nos citaron a una meditación guiada no obligatoria para cerrar el día después de la cena, teníamos una hora libre antes de cenar, yo decidí seguir conversando con Santiago en otro espacio diferente al oficial de los retiros, conversamos un rato más, se nos fueron pegando otros manes, se nos pasó la hora súper rápido y pude notar cierta incomodidad en Sebastián que desde la tarde estuvo muy pendiente de mí, eso me inquietaba y me hacía dudar mucho de lo que pretendía ese man pero había decidido ignorarlo, no quería problemas. Llegó la cena sin ningún evento extraordinario, yo decidí asistir a la meditación guiada, está duro casi una hora y siendo casi las 8:00 pm, nos dirigimos cada uno a su habitación a preparar todo para el siguiente día y descansar, yo aproveche para darme una ducha, leer un poco, preparar las cosas para el día siguiente y acostarme completamente desnudo, estaba intentando dormir, la mente no me dejaba, los sucesos del día me estaban otra vez arrechando, entonces decidí quitarme la cobija y empezar a tocarme, comencé por mi pecho, mis tetillas, mi abdomen y llegar a mi verga que ya estaba bastante erecta, me concentré en esta y empecé un sube y baja lento, pausado y en mi mente recreando cada escena del día, no teníamos acceso a celular, por lo que la imaginación iba a ser necesaria para mis sesiones de pajas, estaba en esas cuando escuché algo afuera de la casa, me paré de inmediato, tal cual estaba abrí un poco la puerta y no vi movimiento entonces decidí ir a la ventana y constaté que de ahí provenía el ruido, pude ver a los dos monitores, Andrés llevaba tomado fuertemente del brazo a Daniel, este se resistía un poco, iban camino al ágora que había conocido en la tarde y se adentraron en este, yo me quedé con la duda de que estaban haciendo ese par a esa hora de la noche entrando a ese lugar, me puse mi túnica y unas chanclas, decidí no ponerme ropa interior, ¿quién me podría ver a esa hora?, salí del cuarto, omitiendo la advertencia de Andrés, hice el menor ruido posible, note algunas luces prendidas aún por debajo de algunas de las puertas de las habitaciones, pero no me importó, la curiosidad me ganó y logré salir de la casa y dirigirme muy silenciosamente hasta llegar casi a la entrada del ágora…

Continuará...

Sé que este capítulo es corto y sé que hasta este momento no ha habido escenas de sexo explícito, pido disculpas por eso, pero garantizo que en el capítulo 4 ya comienzan a aparecer este tipo de escenas y lo publicaré esta misma semana. He querido describir en detalle cada uno de los personajes y cada uno de los lugares de El Edén y eso alarga mucho cada capítulo, quizás ese tipo de detalles a mí en lo personal me arrechan mucho y pienso que a ustedes los puede poner a jugar mucho con su imaginación, pero sigo en las suposiciones porque han sido pocos los comentarios que he recibido de ustedes, entonces no tengo evidencia para saber si lo que escribo y como lo escribo, es de su agrado…

Espero que se tomen la tarea de comentar mis relatos y así poder saber que debo incluir o que debo quitar en las próximas entregas, créanme que estoy disfrutando mucho escribir este tipo de relatos, nunca lo había hecho y siento que me está fluyendo muy bien, cada vez imagino más cosas para incluirle a esta historia que sé que ha empezado lenta y sin mucha acción, pero prometo que se va a poner mejor.

Aprovecho también para darles las gracias por las valoraciones, me sirven como termómetro para saber si lo que escribo les gusta o no, esperen pronto la cuarta entrega de Retiros Espirituales.

¡Un abrazo!