Al día siguiente Rolando decidió que sería el turno de Alex. Aunque quería tantearlo primero. Le había impresionado mucho como se comportó aquellos días e incluso no sabía si ya el chico estaba totalmente recuperado del susto y dispuesto al sexo. Pero quería follárselo a solas, sin la presencia de su padre, así que le dio órdenes a Carmelo de que se largara en cuanto entrara su hijo por la puerta.
- Carmelo: “Sí, mi macho, lo que tú digas… pero habrá que buscar una escusa… le voy a decir que quiero conversar una cosa con alguien del trabajo… y que prefiero que sea a solas y fuera del trabajo… va a ser difícil… porque me va a preguntar de qué se trata”
- Rolando: “Todo un lío, un rollo… ¿no será mejor que yo le diga directamente que me sale de los cojones tenerlo a solas conmigo?”
- Carmelo: “¡Qué cabrón!... bueno como siempre, así eres tú… pero si lo haces, entonces no podrás tantearlo como querías”
- Rolando: “Bueno pero podría empezar preguntándole cómo se siente en relación a ti, a tu salud, si sigue preocupado… es que me dará mucho morbo hacer que te largues de tu casa delante de tu hijo”
- Carmelo: “Jajaja… ¡qué cabrón!... creo que aunque me lo hayas advertido me va a gustar”
- Rolando: “Sí, sé que te gusta que te humille”
- Carmelo: “Mucho mi macho, mucho”
- Rolando: “Pues déjalo todo de mi parte, quédate en casa haciendo lo que quieras que ya me ocupo yo de echarte en cuanto llegue Alex, sólo tendrás que escucharme y cumplir mis órdenes, lo que te diga”
- Carmelo: “Lo que siempre hago Rolando, recuerda que soy tuya desde los 14, por lo menos mentalmente siempre lo he sido”
A eso de las 6 de la tarde llegó Alex. Rolando estaba esperándole en el sofá y Carmelo estaba en la cocina.
- Rolando: “Hola Alex, ¿qué tal te ha ido?”
- Alex: “Bien, todo bien”
- Rolando: “Ven acá nena, siéntate a mi lado”
Alex se le sienta en el sofá, Rolando le pasa la mano por los hombros y empieza a dar voces.
- Rolando: “Carmela, Carmela, ¡ven!”
- Carmelo (saliendo de la cocina y entrando en el salón): “¿Qué quieres macho?”
- Rolando: “¡Que te largues ahora mismo!”
- Carmelo: “¿Cómo?”
- Rolando: “Me oíste perfectamente… y a la calle, no a tu habitación”
- Carmelo: “Bueno mi macho, dame un minuto que voy y me cambio”
- Rolando: “Nada de eso, te marchas así como estás”
- Carmelo (sorprendido, se daba cuenta que Rolando estaba haciendo cosas de las que no había hablado): “Es que no me gusta salir a la calle así, sobre todo nunca salgo con chanchas de meter el dedo”
- Rolando: “Pues te jodes, será tu primera vez… y ya estás tardando… que quiero conversar a solas con tu hijo… y no se te ocurra volver hasta que yo no te llame… ¿tienes el móvil contigo?”
- Carmelo: “Vale macho vale, lo que tú digas… sí tengo el móvil”
Alex no dijo una palabra durante todo esto, aunque su propio padre le había dicho muchas veces “que donde manda macho no manda maricón”, estaba asombrado y en cuanto se cerró la puerta le habló a Rolando.
- Alex: “¿Te pasó algo con papá?... ¿por eso quieres hablar conmigo?”
- Rolando: “No mi nena, no ha pasado nada, y no te preocupes por Carmelo que en realidad eso que le hice lo ha disfrutado, le encanta que lo humille”
- Alex (sonriendo algo): “Sí, creo que tienes razón, yo también sé lo que es eso”
- Rolando: “Bueno nena, es que quería quedarme a solas contigo para hablar de cómo te sientes en relación al problema que tuvo tu papá… en ese tiempo te vi mal, muy mal, y ya sé que preocuparse por tu padre es lo normal… pero no fue lo normal, te vi realmente mal, casi diría que hasta enfermo… y ahora que todo pasó quería que lo hablásemos”
- Alex: “No sé qué decirte… me sentí igual que cuando la enfermedad de mi madre… casi que no sé si peor… porque en aquel momento me quedaba mi padre, si algo así pasara me quedaría solo”
- Rolando: “Bueno nena, ya sé que no es igual pero me tendrías a mí, te lo aseguro”
- Alex: “Lo sé Rolando, pero aunque te quiero mucho, quiero seguir teniéndote como mi machote duro, dominante, sádico, abusador…”
- Rolando: “¿Y ya te sientes totalmente bien?”
- Alex: “Sí, perfectamente, como siempre”
- Rolando (se manosea la polla por encima del pantalón pero haciéndolo muy evidente): “como siempre ¿en todos los sentidos?”
- Alex (sin poder apartar la mirada de la mano y el paquete de Rolando y cambiando un poco la voz): “Ay sí papi… y viéndote a ti tocándote… ¿no será mejor que dejes que me ocupe yo de eso?”
- Rolando (mientras se zafa el cinturón y se baja los pantalones junto con los calzoncillos): “¡Esa es mi nena!... ya te veo como me gusta verte… ahora sí que se me quita toda preocupación de encima… mira aquí tienes lo que tanto te gusta”
- Alex: “No me gusta, me encanta, no he visto mejor pollón que el tuyo”
- Rolando: “Pues chupa puta”
- Alex: “¡Qué rica!”
- Rolando: “Rico es como me la mamas, zorrita”
- Alex: “Serán las ganas acumuladas”
- Rolando: “Vamos nena, desnúdate que quiero comerte el culo… además nos vamos a la habitación, a la cama de la Carmela que es la más grande… deshace la cama y te quiero desnudita totalmente ya mismo”
- Alex: “Sí, papi, enseguida, sabes que soy rápida”
- Rolando: “Sí, nena, estás muy bien educada en hacer de inmediato lo que tu macho quiere”
- Alex: “Sí… como tú le dices, la puta de mi padre, me enseñó a respetar a los hombres, especialmente si tienen un pollón de semejante envergadura como el que tienes tú… me dijo que cuanto más grande es la polla de un hombre uno tiene que respetarlo más”
- Rolando (ya acostado boca arriba en la cama): “Yo no opino lo mismo pero reconozco que es una forma de pensar muy de puta… ahora ven, ponme el culo en la boca”
- Alex (ya a 4 patas): “Ay papá, es que me pasas la lengua por la raja y a la primera lamida me erizo toda”
- Rolando: “Es que está claro que por donde realmente sientes es por el culo y creo que eso lo has heredado de tu padre, el tamaño de las nalgas, la raja, el ojete y el que sea por el culo por donde más sienten”
- Alex: “Sí machote, me vuelvo loca… ahora mismo con lo que me haces… pero además ¿no quieres atizarme las nalgas?”
- Rolando: “Es increíble que me lo pidas tú misma… pero es así… desde la primera vez”
- Alex: “Sí… ¡es que me siento tan, tan entregada y tan puta cuando mi macho me pega!”
- Rolando: “Como te dije me gusta que me lo pidas… pero hoy no quiero que me ardan las manos… entonces lo que quiero es que te tú busques con qué pegarte, tienes la opción de chanclas, un zapato, mi cinturón de cuero, paleta de madera, incluso en la cocina vi ayer algo que se puede usar como vara, no es de madera, es de esas varas de aluminio de las antenas de antes… me da morbo que tú misma busques y me traigas algo para pegarte”
- Alex (con mirada pícara): “Ay papi ¿y no puede ser con más de una cosa?”
- Rolando: “Sigo sin poderme creer que seas tan masoca”
- Alex (yendo y volviendo): “Mira macho… si es que sólo me traje el cinturón, la paleta y la vara”
- Rolando: “¡Cojones nena! ¿y por cual empezamos?”
- Alex: “Pues en el orden que te los mencioné, primero castígame con el cinto”
- Rolando: “Toma puta”
- Alex: “Ay, ay, pero espera, dame un segundo para ponerme de manera que me vea en el espejo”
- Rolando (al poco rato): “Ahora con la paleta, toma”
- Alex: “Mira macho, mira para el espejo, mira como me estás poniendo las nalgas”
- Rolando: “¿Y qué esperabas?”
- Alex: “Esto mismo… pero es que me encanta ver como un macho me azota las nalgas… ¿no recuerdas como me pegaste en nuestra primera vez?”
- Rolando: “Por supuesto que me acuerdo, no se me olvida, te entregaste completa desde la primera vez”
- Alex: “Es que me dieron unas ganas en cuanto me dijiste en el bar que eras durillo…”
- Rolando: “¡Toma ahora con vara maricón!”
- Alex: “Ay, ay… ¡como duele macho! ¡es que pegarme con vara cuando ya tengo las nalgas ardiendo… tela!”
- Rolando: “Lo escogiste y decidiste tú”
- Alex: “Sí… es que me duele pero me gusta… y saber que un macho me pega y que yo me dejo pegar… más aún”
- Rolando: “Bueno ya vale, ya he saciado las ganas de pegarte, ahora quiero otra cosa… ayer a tu padre le dije que se pusiera una tanga y se me apareció con la tanga y con un par de zapatos de tacón… me gustaría verte caminar muy puta, pero muy puta, con ellos puestos… ¿sabes donde los guarda?”
- Alex: “Perfectamente, en el cajón de abajo del armario… espera que los busco”
Alex va primero a la cómoda, de allí saca las tangas negras de Carmelo, luego va al armario, lo abre y del último cajón, saca los zapatos. Delante de Rolando y mirándole se pone la tanga y los tacones. Inmediatamente se pone a caminar moviendo mucho las caderas.
- Rolando: “¡Cojones nena, qué bien lo haces! ¿pero cómo es posible? caminas como una mujer y más aún… contorneándote como una zorra que va buscando macho”
- Alex: “Es que yo estos zapatos me los he puesto muchas veces… incluso de niña… y después también… muchas veces estando sola en casa me los ponía, caminaba y me miraba al espejo… para caminar bien con tacones hay que saber y acostumbrarse”
- Rolando: “Y lo lograste perfectamente… mira nena, mira como me has puesto de dura la polla”
- Alex: “¡Qué bueno mi macho! me encanta gustarte y ponértela dura…”
Mientras decía eso Alex se apoya en la pared, abre un poco las piernas, empina el culo y se aparta con los dedos la tela del medio de la tanga.
- Alex: “Mira mi macho… mira donde puedes meter esa polla dura…¿no tienes ganas de reventarme esto que tengo para ti? porque con el pollón que tienes me gusta más hablar de reventarme que de follarme… lo bueno es que ya sabes es que cuanto más duro me des mejor”
- Rolando: “Quédate ahí mismo de pie, donde estás, que quiero clavártela sin que te quites los taconazos… así que firme con los zapatos y sujétate bien que ya voy”
- Alex: “Ay sí, ven mi macho, ven y dame, pero dame con todo”
- Rolando (cogiéndolo por la cintura): “Toma”
- Alex: “Ayyyy… macho ¡qué fuerte! me has vuelto a destrozar el culo… no te has dejado nada afuera, ¿verdad mi macho?”
- Rolando: “No, nada, ¿no me pedías que fuera con todo?”
- Alex: “Sí, pero como mi ojete estuvo días sin recibir visitas hoy me ha dolido y me duele más… pero como sabes que me gusta que me duela, dame, dame polla, ni te preocupes si me estás destrozando el culo, tú dame como sabes, dame como todo un macho, rómpeme cabrón”
Rolando se la saca casi completa, se la vuelve a meter, le folla frenéticamente, hasta que nota que poco faltará para correrse, además no quiere correrse en esa posición.
- Rolando (sacándosela del culo): “A la cama puta, que ya no aguanto mucho… acuéstate boca arriba y sin quitarte los tacones… sujétalas por los tobillos y sostén las piernas en alto, que te la voy a dar de frente, como se la di ayer a la Carmela, a la puta de tu padre”
- Alex (colocándose enseguida): “¿Sí mi macho? ¿me la vas a dar como ayer a mi papi? ¿con los mismos tacones y con las piernas para arriba? espera unos segundos mi macho, mírame desde allí, desde donde estás, mírame como estoy abierta para ti, como me sujeto los pies, mírame como te estoy esperando con los tacones, para que me la claves como toda una puta”
- Rolando: “Espera, que te hago una foto… ¡cojones qué puta te ves!... ahora sí que voy”
Rolando se le pone encima, Alex suelta sus tobillos, le pone los pies sobre los hombros y ahora con las manos libres se las pasa por la espalda y lo atrae hacia sí.
- Alex: “Sí mi macho, qué gusto sentir como me entra, es que no es igual que con otros tíos, la tuya se siente más, es mucho más grande y sobre todo lo gorda que es… ahora dame polla, dame”
- Rolando: “Te voy a dar pero te voy a dar poco maricón, me pones a tope y ya me siento la leche en la punta de la polla”
- Alex: “Ay… pero si eso es así dámela en cuanto quieras, tú eres el macho y me das la leche cuando quieras… yo sólo soy una puta y ahora mismo muy abierta para ti… para que descargues todo lo que tienes”
- Rolando: “¡Me corro puta, me corrooo!”
- Alex: “Ay ¡qué gusto sentir como me preñas macho! ¡ay que me corro yo también!”
Alex se corrió sin tocarse. En ese momento Rolando se acordó del día anterior.
- Rolando: “¡Cojones, no me lo puedo creer, te has corrido igual que la puta de tu padre ayer, sin tocarte… sois idénticas… pero que esto haya sucedido una detrás de la otra…”
- Alex: “No son todas las veces, pero me encanta cuando me corro sin tocarme… es como sentirme mucho más hembra”
- Rolando: “A propósito, tengo que llamarla para que venga”
- Alex: “Has sido muy cabrón al echarla para la calle”
- Rolando: “Esta vez quería follarte, tú y yo solos… además verás como regresa más sumisa todavía”
- Alex: “jajaja… reconozco que me da morbo ver a mi padre sumisa contigo”
- Rolando: “Y a él le gusta también verte a ti sometiéndote a mí”
- Alex: “Lo sé, a las dos nos gusta, pero pienso que a quien le debería dar más morbo es a ti macho, es que usas, follas, sometes al padre y al hijo… a veces a solas, como a mí hoy, pero otras veces o la vez o a la vista, sin el más mínimo recato”
El Padre, el Hijo y Rolando V
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