TRIBUTO

- ¡Paga tributo, cerda!

El mensaje brilla en la pantalla de mi ordenador. He entrado en la aplicación y alguien llamado “AlphaSemental” me había remitido un mensaje. Ese mensaje.

A ver: soy sumiso con puntillo masoca, y adoro ser humillado, azotado (en las nalgas, ojo), abofeteado e insultado. Que alguien me llame “puta”, “cerda” o “perra” me pone caliente y me excita. Que me folle la boca con cierta violencia, hundiendo la polla hasta los huevos, o me mee el careto y la barba mientras me insulta, me vuelve loco, desde luego. Que me folle el coñoculo poniéndome a cuatro patas…ufff! Es lo máximo.

Pero nunca he pagado por sexo. No estoy en contra, eh! Simplemente no se ha dado el caso. Siempre he encontrado a alguien cuyos gustos sexuales se han podido conciliar con los mios con mutua satisfacción, de manera que no me ha sido necesario recurrir a mercenarios.

Aunque AlphaSemental (si no os importa, le llamaremos AS para abreviar) no ofrece nada, me exige un dinero sin dar nada a cambio, entendiendo que la satisfacción de sentirme explotado económicamente es suficiente para un sumiso como yo.

Para reforzar su posición dominante, AS emplea en su perfil la imagen de un enorme pollón. Una verga venosa, magnifica, rematada por un glande rosado de aspecto terso y mullido. Un rabo magistral, quizá no muy largo, pero de anchura considerable, de esas pollas que en reposo ya realzan la entrepierna de su propietario, indisimulables en el paquete obsceno.

No conozco de nada a AS. Conozco perfectamente, en cambio, ese impresionante nabo. Es el de Cazz Breaker, un actor porno de los noventa. No sé como es el pene de AS, pero lo que si sé es que el que muestra en su perfil no es suyo. Es el de Cazz.

Cazz empezó a hacer cine en los 80, pero su época dorada fueron los 90, en el estereotipo de un hombre maduro, peludo, con bigote, muy masculino, activo por lo general, aunque sin hacerle ascos a ser follado por el culo (recordad una de sus grandes obras: “Out and inside”, donde recibía en su ojete el largo apéndice de James Milano). Su mejor película, que yo recuerde, fue “Wash it with your mouth”, que transcurría en un taller de lavado de vehículos, en el que se daban cita conductores y camioneros necesitados de sexo que se lo montaban en los lavabos, el almacén, el interior de los camiones o en el propio túnel de lavado. En una de las secuencias recuerdo que Cazz follaba con otros dos actores en el asiento trasero del vehículo de un cliente, mientras el coche recorría el túnel y unas tiras de gamuza azotaban los cristales, al mismo ritmo que Cazz empleaba para azotar el culo de uno jovencito sumiso. En esa misma secuencia, Cazz meaba generoso sobre los dos putones que le contemplaban con arrobo. El epílogo de la secuencia era antológico: la cámara recorría el exterior de la limpísima carrocería, y se veía como el dueño del vehículo, un hombre chino, abonaba el servicio y se montaba satisfecho al volante…mientras la cámara, que montaba con él, descubría el asiento trasero lleno de manchas de orina y lefa!

Pobre Cazz. Murió de sida a principios del milenio, como tantas estrellas del porno en esa época. Le sobrevive, no obstante, su impresionante legado: un conjunto de películas francamente excitantes (pero que ya sólo puedes gozar en la sección “vintage” de las webs de pornografía). Y algo más.

A finales de los años ochenta, la firma americana ACME, que disponía de una sección de fabricación de juguetes sexuales, empezó a fabricar consoladores que reproducían algunas pollas míticas del universo porno gay. Así salió el modelo Jeff Stryke, que reproducía el increíble rabo del actor, cuya longitud podría ser muy bien objeto de estudios biológicos. Y así surgió también el modelo Cazz Breaker, no tan largo, desde luego, pero más grueso y placentero. Hoy es inencontrable, por lo que los poseedores de un “Breaker” pueden considerarse afortunados. Fabricado en resina flexible, con un increíble realismo que reproduce la textura venosa y la consistencia mullida y dura del original. Muy buscado por fetichistas de todo el mundo, proporciona a sus usuarios el dolor y el placer propio de este tipo de aperturas de esfínter.

Lo sé: yo tengo uno. Y lo estoy usando en este mismo instante, mientras contemplo el mensaje de AS y reconozco su perfil-polla como la misma foto que cubre la caja original de mi dildo, y que me ha proporcionado tantas emociones masturbatorias entre las piernas de Cazz Breaker.

Que AS tenga que recurrir a la foto de un difunto tiene un punto patético que me inspira cierta compasión: ¿Tiene AS la polla pequeña, tan pequeña que ni siquiera se atreve a hacerse una foto? Hay machos dominantes con micropolla, no pasa nada. Pero si uno hace de la polla el emblema de su perfil, cabe esperar cierta correspondencia con la realidad. Y lo siento, AS, yo te he pillado.

Pero me gusta jugar.

- ¡Menudo pollón, amo! ¿Me follarás la boca con él?

- Paga tributo, perra! ¿Crees que quiero tu boca de puta chupando mi miembro? ¿Eres subnormal?

- Perdón, amo. Pero ha sido ver la foto y mi polla ha empezado a babear.

AS entra de lleno en el juego.

- Los esclavos no tenéis polla, imbécil. Ni cerebro. Sois sólo un coño, y eso si el amo es generoso. Si no, sólo sois un cajero. Déjate de cháchara y hazme un bizum!

- Pero yo quiero servirte, amo! Déjame lamerte los pies, ser tu cenicero, tu mesilla. Üsame como pony o como bestia de carga, azótame. Tómame en propiedad!

AS me da un poco de cancha:

- Menuda zorra estas hecha, pedazo de mierda! Mira como te gusta arrastrarte. Paga tu tributo y quizá te use por Skype.

Mmmm! La perspectiva me excita, desde luego, y el pollón de Cazz en mi culo ayuda a ello. Puedo imaginar a AS follándome mientras me susurra al oído toda esa retahíla de piropos: ¡puta, zorra, cerda, imbécil! La anchura del dildo se hace presente mientras me aprieto en el asiento para evitar que mi esfínter triunfe en su lucha contra el intruso, y esa batalla me resulta placentera, tal como mi polla bien erguida certifica. La acaricio despacio mientras escribo:

- Dame tu teléfono, amo, y te enviaré lo que quieras! ¿Cuánto he de tributar?

AS no puede fijar una cantidad, para no arriesgarse a que le pueda acusar de estafa. Si recibe cualquier cantidad, debe aparecer como un producto de mi espontánea generosidad.

- Lo importante es que te reconozcas como inferior y tributes a tus señores, viejo. Seguro que sabes darme satisfacción, guarra.

Mi edad, que figura en mi perfil, me sitúa dentro del rango de objetivos de AS.

- Pues dame tu número y no quedarás descontento.

Mi polla lleva un rato empinada al máximo, y al borde del derrame seminal. Mi culo es más coño que nunca, gracias a AS, a Cazz Breaker y a la dominación verbal. Le ofrecería a AS todos mis ahorros.

- Date prisa, putón! Es el XXX XXX XXX.

- Enseguida, amo!

Bingo! Mi polla babea como nunca y yo la torturo levemente con golpecitos y toques que incrementan su tensión.

Ahora debo actuar rápido. No describiré el proceso, pero de modo casi inmediato AS recibirá un mensaje de La Caixa anunciándole que acaba de recibir un Bizum, y que para conocer los detalles le basta con pulsar el link que se acompaña. AS, orgullosos de su triunfo, lo hará. Y pocos minutos después (tampoco describiré el proceso, lo siento), la mayor parte de sus ahorros habrán pasado a mi poder. Milagros de la cibernética económica. Si confías en la seguridad de los bancos, no te dediques a la extorsión sexual (y sobre todo, no ofendas la memoria de los artistas difuntos usurpando sus pollas).

Esto merece un brindis: mientras vacío la cuenta de AS mi polla llega al límite, y mi semen salta a borbotones calientes y espesos. Poco a poco mi culo va expulsando el consolador, y mi excitación remite.

Definitivamente, creo que AlphaSemental merecía un tributo. Le hago el bizum.