11. Puta para un fin de semana (Parte 1)

Estaba ya al servicio de cuatro rabos (mi Amo, Sweet Cream, Black Dick y Pollón Cañero) que sabían ponerme en mi sitio de la forma que una zorra como yo necesita. Pero yo seguía explicando fantasías a mi Amo, sugiriéndole ideas para ponerlas en práctica conmigo y seguir avanzando en mi progresión como puta. Y así fue como llegó la posibilidad de cumplir una de esas fantasías.

Mi Amo me dijo que iban a llevarme un fin de semana a una casa en el campo y evidentemente sería la zorra de los cuatro en todo momento. Y como solía hacer, mi Amo me ordenó que pensara yo como hacerlo para que en ningún momento dejase de ser su puta, que pensara en juegos, en situaciones para usarme, en menús para darme, etc. Era un sueño hecho realidad. Con lo que le planteé a mi Amo con gusto como podía organizarse todo, como podía ser la agenda de esos días.

Y así llegó el día. Los machos habían alquilado una monovolumen de esas que tienen tres filas de asientos. La primera, la del conductor y copiloto. La segunda y tercera, con tres asientos cada una. El día de irnos, un viernes, mi Amo me dijo en qué parking habían dejado la monovolumen para que yo fuese y entrase mientras ellos no estuvieran dentro. La había dejado abierta, claro.

Llegué a la monovolumen. Entré y me desnudé entera, guardando mi ropa y bambas en una mochila que llevaba. Solo me puse unas rodilleras para poder servir mejor a 4 patas y para no acabar con las rodillas destrozadas. Escribí a mi Amo diciéndole que ya estaba dentro y me tumbé sobre la tercera fila de asientos esperando a que llegaran los machos. Al cabo de unos minutos estaban allí. Escuché a Pollón Cañero que dijo:

- Uy, mira lo que hay aquí!!

- Qué hay? - dijo Black Dick.

- Una mochila. De quién será? jajajaja - contestó Pollón Cañero, siempre vacilando.

Subieron todos al coche. Mi Amo conducía, Sweet Cream iba de copiloto. Y Hard Dick y Pollón Cañero iban en la segunda fila, delante de la mía. Poco antes de salir, Pollón Cañero volvió a meterme caña vacilando:

- Pues ahora que ya están todos los objetos en el coche, podemos irnos, no?

- Por supuesto - dijo mi Amo.

Nos pusimos en marcha. Yo ahí detrás totalmente en bolas y los machos iban mirando sus móviles, o conduciendo, como mi Amo, o hablando de cosas triviales. Al cabo de poco de salir, Hard Dick preguntó:

- Puedes enseñarme las fotos de la casa? Es que casi no la he visto.

- Espera, te las paso - dijo Sweet Cream.

- Ah, pues está muy bien. Va a molar mucho.

- Claro que va a molar. Eh putón? - dijo Pollón Cañero, dándome un cachete en el culo.

Y así fue transcurriendo el viaje. En general, como si yo no estuviera allí. Solo en algún momento me nombraban con alguna frase cañera, como por ejemplo:

- Veremos como se comporta esta guarra.

- Ya tengo ganas de humillar a esta puta.

Cuando ya llevábamos casi una hora de viaje y ya estábamos en alguna carretera secundaria, mi Amo salió un momento de la carretera y paró en una zona apartada. Los machos bajaron del coche. Mi Amo me dijo:

- Baja, golfa!!!

Bajé a 4 patas evidentemente y mi Amo me puso el collar y la correa y me hizo andar un par de metros a 4 patas. Los otros machos lo vieron y vinieron a darme cachetes en el culo y marcar sus suelas en mis nalgas mientras me piropeaban.

- Pues la verdad es que voy cargado de licor de nabo y antes que desperdiciarlo… - dijo Pollón Cañero.

- Ahora no riegues a la cerda, que manchará el coche - dijo mi Amo.

- No, si lo digo porque parece que tiene sed la pobre. Mira como abre la boca.

- Esta guarra siempre tiene sed. Que siga sedienta. Ya llegará el momento calmar la sed de esta perra. Además ya sabes que solo le gusta el licor de nabo de calidad - dijo mi Amo.

- Bueno, entonces miro como es la cosecha ahora y si es de calidad le doy solo un sorbo - dijo Pollón Cañero.

- Eso me parece muy buena idea. Solo un sorbo para dejar con ganas de más a esta puta guarra.

Pollón Cañero se apartó un par de metros, se abrió la bragueta, se sacó su rabo y echó un chorro al suelo para ver si el licor era transparente y de calidad. Al parecer lo era porque dijo:

- Ven, ven, cerda, que tienes regalito.

Fui a 4 patas, me puse delante de su verga abriendo bien la boca con la lengua fuera y me soltó un buen chorro que tragué con más ganas que nunca. Notaba como los otros machos miraban, pensando en lo guarra que era. Mi Amo entonces dijo:

- Pide más, puta.

Volví a ponerme delante de Pollón Cañero, bien arqueada, con la boca abierta y la lengua fuera. Me esforzaba por abrir la boca lo máximo que podía. Pero no me dio más. Mi Amo dijo entonces:

- Pide más a los demás, perra.

Fui a 4 patas hacia Sweet Cream y abrí la boca sacando bien la lengua fuera, esforzándome, a ver si había suerte y me regalaba un poco de licor. Mi Amo dijo:

- Esfuérzate, golfa. Que se note que estás muy sedienta.

Fui a mi Amo y a Black Dick haciendo lo mismo. Mi Amo decía:

- Insiste, putón. Que veamos todos la pedazo de puta y guarra que eres, que necesitas el licor de nabo de los machos como el aire que respiras.

Fui andando a 4 patas de macho a macho, abriendo la boca y sacando la lengua. Me humillaba ante ellos bajando mi cabeza al suelo, dejando mi culo bien erguido. Ningún macho se la sacó ni respondió a mi boca abierta ni a mi humillación. Querían precisamente eso, que ejerciera uno de los roles que me tocaría tener en la casa: estar rondando en la casa, andando a 4 patas ante ellos, ofreciendo mi boca y ser ignorada, pero seguir ofreciéndome con ganas como una perra sumisa en celo.

Después de humillarme así, mi Amo dijo:

- Venga, golfa, pa dentro del coche. Putón!! - mientras me desataba la correa pero me dejó el collar.

Los otros machos estaban justo en la puerta del coche y tenía que pasar a 4 patas entre ellos para volver a subir.

- Puta perra - dijo Black Dick.

- Adentro, cerda - dijo Pollón Cañero mientras empujó mi nalga con su suela cuando yo ya subía al coche.

El viaje siguió con normalidad y al poco tiempo llegamos. Mi Amo bajó y dijo:

- Baja, perra!!!

Bajé a 4 patas y me señaló un pequeño parterre de césped que había frente a la casa y me dijo:

- En espera ahí, cerda!!

Ahí estaba yo a 4 patas, sobre el césped, esperando. Y entonces bajaron los otros machos y vinieron todos hacia mi. Se pusieron a mi alrededor. Oí como se abrían las braguetas y empecé a notar un líquido caliente sobre mi espalda, en mis nalgas, en mi agujero. Me estaban regando todos con su meo. Se me puso dura como una piedra.

- Esto es lo que te va, eh, cerda? - dijo Pollón Cañero.

- Así, bien empapadita como una buena guarra - dijo Black Dick.

- Uuufff, me estaba meando a saco. Qué ganas tenía de regar a esta furcia - dijo Sweet Cream.

Yo me arqueaba, gemía de placer, totalmente rendida y sometida a esas pollas. Y ellos lo sabían. Sabían que era su puta entregada a sus rabos, que disfrutaba de tener el honor de que pudieran descargar en mi y mojarme por completo. Una vez acabaron mi Amo dijo:

- Venga, vamos a sacar las maletas del coche. Tú quédate aquí mientras te secas, perra.

La verdad es que era verano y no hacía frío. Una vez acabaron de meterlo todo dentro y de inspeccionar la casa, mi Amo vino, me puso la correa y me tiró para que fuera hacia dentro de la casa. Ahí empezó un fin de semana en que pude ser la puta que siempre quise ser.