La Banda en Locktober / 30 de septiembre

Arriba del escenario la gente ve a cinco hombres guapos que conforman una banda de rock, no somos muy famosos pero estamos de moda, nuestra música se escucha en todo el Continente Americano, las mujeres nos avientan brassieres al escenario y muchas nos besan y nos hacen propuestas de todo tipo cuando nos ven.

Yo me llamo Pablo Rodriguez, soy el vocalista, tengo cara de niño malo: ojos verdes, piel blanca y cabello castaño, lo uso siempre corto y peinado hacia atrás con mucho gel. Tengo 32 años pero a lo lejos me veo de 25, me cuido mucho para mantenerme joven y seguir siendo atractivo porque sé que soy el rostro de la banda.

Mi compañero Lucas es de raza negra, con un cuerpazo muy bien trabajado en el gimnasio, siempre toca sin camisa exhibiendo sus pectorales enormes y su abdomen con todos los músculos marcados, usa el cabello largo con rastas que se levantan sobre su cabeza como un penacho. Tiene 30 años y es el guitarrista de la banda. Un guitarrista prodigioso.

El baterista es un novato, nuestro baterista anterior nos dejó el día que se casó. Pablo Rodriguez nuestro nuevo baterista tiene 28 años y es el más joven de todos. Tiene cara de niño bueno, la piel morena muy mexicana y es muy muy flaco. De brazos y piernas muy largas y una cara de niño con los ojos color miel que también lo hacen ver muy sexy.

El bajista es Miguel Medina, un toro enorme de cuerpo grande, musculoso, beefy, un oso muy apetitoso, con el pecho y la espalda bien peludos y la cabeza siempre rasurada, usa un bigote estilo 70s que le cuelga hasta debajo de la boca, como una barba de candado sin la parte de la barbilla. Siempre usa lentes oscuros que esconden sus ojos azules.

El quinto elemento se llama Octavio, de 30 años, largo y muy alto, mide dos metros. Tiene el cuerpo muy armónico, bien trabajado en el gimnasio: espaldas anchas, cuello alargado, con el cabello ensortijado, el rostro siempre lampiño.

Además de tocar siempre buena música, los cinco somos bastante atractivos… nuestras cuentas de IG están llenas de chicas (y chicos) que nos mandan nudes y nos piden nudes a cambio… nunca enviamos nada de eso… somos muy cuidadosos con la imagen de la banda.

Los cinco vamos por el mundo presumiendo que somos unos rompecorazones, heterosexuales rudos y chicos malos que nos acostamos con mujeres y nos gusta el sexo desenfrenado… las coristas de la banda con shorts diminutos y playeras que exhiben sus pechos han contribuido con esa imagen…

Hoy es nuestro primer día de una larga gira que hemos iniciado en Chile. Los cinco hemos pedido como requisito para nuestra gira que se nos acomode en una casa o departamento de renta por internet. No pedimos demasiadas cosas, pero esta es una petición no negociable.

Esta noche llegamos a nuestro departamento pasadas la una de la mañana después del concierto y de un meet and greet que hemos tenido con algunos fans. Las chicas me han besado y apretado tanto que siento mis mejillas calientes y mi cuerpo incluso adolorido.

Cada noche sigo el mismo ritual esté donde esté, al cerrarse la puerta me quito la ropa, quedando completamente desnudo. Luego me arrodillo delante de la puerta con las manos detrás y la vista hacia el piso.

Miguel, el bajista rapado de 35 años hace lo mismo, nos colocamos uno junto al otro, en actitud sumisa, esperando las órdenes de nuestros Amos.

-Ven aquí Pablo- me ordena Octavio, mi Amo desde hace cinco años. Avanzo en cuatro patas como un perro fiel mientras mi Amo me espera sentado en un sillón, con los pies extendidos, chasquea los dedos y ya sé que tengo que quitarle los zapatos y los calcetines.

Cada uno de nosotros usa un tipo de vestuario diferente, Octavio se viste siempre con pantalón y camisa de vestir, usa zapatos de agujeta, que le hacen sudar el pie de una manera exquisita. Me mete los pies en la boca sin esperar a que le quite los calcetines.

Miguel sigue arrodillado en la puerta, Lucas, su Amo se desnuda junto a nosotros en la sala, su cuerpo musculoso huele a sudor y brilla por lo húmedo, no le prestó mucha atención porque estoy fijo en mi Amo, que me ha permitido quitarle los calcetines y ahora disfruta con mi lengua lamiendo entre sus dedos largos y ligeramente peludos.

-Aquí Miguel- le ordena Lucas y Miguel avanza a cuatro patas hacia su Amo que le señala su verga bien larga, muy negra y muy gruesa. Miguel es todo un toro y la traga completa sin hacer siquiera ruido…

El Amo Octavio se abre el pantalón y saca por debajo de su camisa su verga larga, rosada, circuncidada, gruesa también… se la mamo con toda devoción, he aprendido que cada noche, no importa lo cansado que esté debo venerar y consentir la verga de mi Dueño…

Miguel, que es nuevo y no lo hemos metido en la dinámica, se queda sentado en otro sillón mirándonos someternos- tráenos unas cervezas ¿no cabrón?- le dice Lucas más como una orden que como una petición. Martín se levanta como resorte y regresa con una cerveza para cada uno de los Amos, Octavio y Lucas chocan sus botellas antes de darles un trago largo.

-Mañana empieza octubre- nos dice Octavio- ¿ya saben lo que pasa cada octubre no putos?- nos dice acariciando mi cabeza que sube y baja mamando su verga

-mmmm- asiento con la boca llena y Miguel hace lo mismo- vamos a ordeñarlos porque a partir de mañana son treinta y un días en castidad.

Los Amos se levantan y nos hacen ponernos en cuatro patas en el piso. Lucas va por unos platos a la cocina y los pone debajo de nuestras pelvis.

Como si fuéramos un par de vacas, y sin dar mucha importancia a lo que están haciendo el Amo Octavio y el Amo Lucas nos masturban sentados delante de nosotros mientras platican del concierto con Martín.

Martín está acostumbrado a nuestras escenas, así que conversa en un tono amigable sin importarle que delante de él estemos dos hombres en cuatro a los que nos extraen la leche colocados en cuatro.

La mano grande y rasposa de Octavio, mi Amo, se siente tan bien en mi verga… me encanta sentirlo dominarme y cuando me ordeña me siento tan pequeño en sus manos… escucho a Miguel detrás de mí gemir con fuerza- permiso para venirme Amo- pide pero Lucas no le responde, sigue masturbándolo y Miguel comienza a suplicar- por favor Amo, permiso para venirme, por favor, deme permiso, por favor- ruega casi a gritos interrumpiendo la plática de los Amos con Martín

-Vente animal- le ordena Lucas y yo siento el estremecimiento en mi cuerpo- Amo ¿me da permiso de venirme?- le suplico

-Adelante animal- me ordena mi Amo y comienzo a jadear y a gruñir sacando mi esperma que cae abundante en el plato debajo de mi.

Lucas toma el plato debajo de mi y coloca delante de mi el plato con semen de Miguel, y pone delante de Miguel el plato con mi semen.

-Coman cerdos- nos ordena Octavio y los dos lamemos el contenido del plato, Octavio se levanta y sale de la sala, regresa con las castidades en la mano. Son castidades grandes de plástico, lo que nos permite estar enjaulados por un buen tiempo sin mucha incomodidad.

Las jaulas quedan puestas en nosotros antes de que nos terminemos de tragar el semen en los platos que tenemos delante

-¿Qué tienes ahí Octavio?- escucho que pregunta Lucas sonriendo

-Ah caray, sobra una jaula de castidad- dice Octavio con fingida sorpresa

-Uy, tenemos que usarla ¿no crees?- dice Lucas riendo

-Pero en quién- sigue fingiendo Octavio

-Pues en el novato- dicen los dos sonriendo, Martín no sabe qué decir

-Oigan, yo no… dice pero Lucas y Octavio se sientan uno de cada lado de él y le abren el pantalón, Martín se deja hacer.

El baterista es muy flaco, honestamente ninguno se imaginó que tuviera una verga tan larga… y gruesa…

Lucas y Octavio le agarran la verga pero Martín les quita la mano- no, yo me voy a masturbar solo- dice y comienza a jalársela.

Tarda una eternidad, Miguel y yo nos quedamos arrodillados delante de ellos mientras Martín que está muy nervioso lucha por sacar su leche… finalmente lo consigue… explota sacando muchísima leche y embarrándose la ropa y el piso.

Por orden de Octavio Miguel y yo lamemos el piso mientras los dos Amos forcejean por meterle la castidad, lo logran aunque Martín no se siente muy cómodo. Finalmente deciden quitársela- tengo que encargar una más grande- dice Octavio, te salvaste por ahora- añade.

Así comienza mi Locktober, de gira con mi banda, de gira con mi Amo…