Escrito por: gaybondage
2074 palabras
La semana pasada vino un Amo a Barcelona. Me había escrito un mes antes por correo para ser su sumiso en una sesión de humillación y feminización, y después de haber hablado un poco comentando los gustos quedamos una tarde.
Se había alquilado un apartotel en una zona de Barcelona céntrica que me iba muy bien porque estaba muy bien comunicado. Habíamos quedado a las dos, pero llegué casi media hora antes por impaciente que yo estaba.
Llamé al timbre. Subí a la primera planta. Me abrió la puerta, y su saludo directo fue una orden escueta y clara.
- “Ponte la ropa que hay en la habitación, ¡y callada! No quiero oírte decir nada” – me dijo directamente.
Entré, y sobre la cama vi mi vestuario. Me desnudé del todo, coloqué toda mi ropa de calle dentro del armario, y el sonido de los tacones indicó que ya me había cambiado y me había puesto toda la lencería sexy.
Estaba yo preciosa. Vestía un precioso conjunto de braguita y sujetador de un tono entre morado y violeta, de encaje, ceñido a mi cintura delgada, medias hasta lo más alto del muslo, y unos zapatos de tacón de aguja de vértigo que me hacían tambalear. Me quedaban perfectos, de mi talla 45, y al oír mi andar femenino con los tacones oí una orden seca desde el otro lado de la puerta.
- “Ponte mirando contra la pared y no te gires, zorra” – me ordenó.
Entró a los pocos segundos.
- “Apoya las manos en la pared, en alto, brazos abiertos y muy abiertas” – me ordenó colocándome en esa posición típica de los cacheos y prisioneros.
En esa posición me puso las normas desde detrás.
- “No hablarás si yo no te doy permiso. No preguntarás, no pedirás, no dirás ni una letra, en silencio, callada, y cuando te pregunté me responderás sólo con un “sí señor” y nada más. ¿Lo has entendido?” – y al instante, con voz suave, le respondí “sí señor”.
- “No me mires en ningún momento, ni un segundo, mirada agachada al suelo siempre, todo el rato, ¡desde ya! ¡mira al suelo ya!” – y al instante obedecí.
Me dijo que en ningún momento mirara recto, y tampoco mirara al Amo.
- “No pensarás en tu polla, no la quiero ver tiesa, ¡y callada!, que no te he dado permiso para hablar ni para saber tu opinión”.
Yo seguí en silencio.
- “Cuando te azote y te torture me dirás “gracias, señor”. Cuando te castigue por hacer mal las cosas dirás “perdón, señor”, y cuando te dé una orden me dirás “sí señor” y nada más. ¿Te ha quedado claro, furcia?” y le respondí “sí señor”.
Entonces me dijo que me quedará inmóvil, que no me moviera ni un solo milímetro hasta que el Amo me diera la orden, y lo recordara todo sin error, porque los castigos serían severos e inflexibles.
- “Mira al suelo, no te muevas y no te gires. Vendr...
un Amo me feminiza y me humilla hasta ser su zorra sumisa
Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.
Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como gaybondage.
Con Xtudr, puedes:
- Crear un perfil con fotos y preferencias.
- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.
- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.
- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.
- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.
Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.
https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/41429-un-amo-me-feminiza-y-me-humilla-hasta-ser-su-zorra-sumisa