La castidad comienza a provocarme una gran ansiedad, son tres días sin tocarme y para mí que acostumbro al menos dos chaquetas diarias ya empiezo a estar ansioso.
La idea de someterme al baterista de la banda me pone todavía más caliente, es apenas dos años menor que yo pero tiene facha de twink y es físicamente menos fuerte que yo… y la idea de ver a mi Amo sometido a otro Amo también me hace enloquecer de calentura.
Hoy tomamos un avión a Uruguay. Por la mañana Lucas y Martín nos han hecho a Octavio y a mí vestirnos sin traer ropa interior y nos han obligado a cargar sus maletas por el aeropuerto.
Y digo bien cargar porque aunque tienen ruedas nos han prohibido usarlas. Pasar por el detector de metales con castidad siempre me produce miedo, miro a los oficiales de seguridad en el aeropuerto con ansiedad suplicando en silencio que no suene el detector cuando paso a través de él.
La ansiedad aumenta cuando algunas personas nos reconocen en el aeropuerto y nos piden fotografías, me he revisado muchas veces en el espejo para asegurarme de que la jaula no se vea a través del pantalón y aunque no veo nada tengo miedo de que en alguna foto aparezca un vestigio.
Un vez sentados en primera clase me siento tranquilo, Miguel ocupa el lugar junto de mi, apenas se enciende el aviso de que podemos desabrochar los cinturones Martín aparece en nuestro lugar y le ordena sutilmente a Miguel que se cambie de lugar.
Martín me hace correrme hacia la ventanilla y se sienta en el pasillo, me pone sobre las piernas una sudadera que ha traído cargando todo el camino- ábrete el pantalón y saca tu cosita enjaulada- me dice al oído riendo, me río para disimular, al otro lado del pasillo van Lucas y Octavio así que nadie ve cuando me abro el pantalón y dejo salir mi verga enjaulada debajo de la sudadera.
Martín cruza los brazos y mete su mano izquierda debajo de la sudadera, con la palma de su mano me da suaves golpes en los genitales, miro a la ventana para disimular mis gestos de dolor y aprieto mis dientes para no gritar.
Se detiene y saca su mano, luego vuelve a meterla y repite la tortura, doy pequeños brincos inconscientes y luego hago esfuerzos por no moverme, si cierro las piernas me pega más duro.
Nos atiende un sobrecargo alto, con la cabeza a rape y voz ronca. Camina muy erguido con sus antebrazos descubiertos muy peludos y sus nalgas bien dibujadas a través del pantalón.
Nos reconoce y nos saluda amigablemente, nos pide una fotografía, se llama Ramón, tiene la voz muy gruesa, como cavernosa, Martín pide un jugo de naranja y yo pido una soda de dieta.
Cuando el sobrecargo se va Martín saca el hielo de su jugo de naranja y me lo pasea por los huevos, respiro agitado, nervioso, siento muy cabrón el frío pero el nerviosismo de dejar el asiento mojado me produce más angustia.
Martín se acomoda para mantener el hielo en mis huevos durante un largo rato, a ratos me lo pasea por el glande y la jaula se pone fría y húmeda. Cuando el hielo se termina abre la lata de soda y le escupe dentro - listo ya puedes beber- bebo sorbos mientras espero a que la sudadera mojada me de un poco de calor en mis genitales recién torturados.
Ramón se acerca a Martín y le pone en su mesita de servicio un vaso con tres hielos- por si le hace falta caballero- dice sonriendo.
La cara se me llena de vergüenza, me invade el pánico, ¿cómo se ha dado cuenta?, Martín sonríe y de inmediato toma uno y me lo coloca nuevamente en los genitales, mi mente divaga y miro a todos lados angustiado de que nos haya tomado fotografías… Ramón se da cuenta de mi ansiedad y se acerca a platicar con nosotros - Pablo, soy un gran fan de su grupo- Martín mantiene su mano debajo de la sudadera con el hielo en mis huevos, me siento humillado al límite, apenas escucho lo que me dice-
-Vas a ir al concierto- le dice Martín sonriendo
-Solo voy a pasar esta noche en Uruguay y ya no hay boletos- dice tímido
-No es pregunta, vas a ir al concierto esta noche con nosotros- le reitera Martín que se gira a mirar a Octavio y como si Octavio recibiera una orden se acerca al manager para pedirle un boleto de back stage.
-Oye, mi amigo está nervioso- le dice acercándose a hablarle al oído
-Ah no tranquilo Pablo- me dice casi en secreto- soy su fan, los estoy cuidando- cuando se acerca otro sobrecargo Ramón nos hace una seña para disimular y Martín saca su mano de la sudadera. Aquel gesto me da confianza… y ya no tengo otra opción que tenerla.
Martín me presta su sudadera para cubrir mi pantalón empapado cuando bajamos del avión, apenas tenemos tiempo para llegar al hotel porque hay que hacer el soundcheck… los cinco podemos ser bien depravados, pero el show es el show y dedicamos toda nuestra atención a tenerlo listo. Nos llevan al departamento para cenar y darnos un baño y luego de vuelta al recinto, Ramón está ahí back stage, espléndido, guapo, aunque el uniforme lo hacía ver más atractivo que su indumentaria de civil, no pierde el porte varonil y gallardo.
Lo subimos con nosotros a la camioneta y lo llevamos al departamento, Cristóbal el manager no tiene problemas con eso, seguido subimos hombres y mujeres a que pasen una velada tranquila con nosotros.
Cristóbal nos da apenas unas instrucciones y se va a su hotel. He pasado una larga agonía desde que nos subimos a la camioneta, porque sé que Martín planea darle a Ramón la segunda parte de lo que ha visto en el avión.
Lucas siempre aborda a los invitados especiales y les explica que lo invitamos porque nos trató bien, lo cual es cierto a medias, también lo invitamos porque está guapo.
-¿Quieres pasar la noche conviviendo con la banda como banda o quieres ver lo que hay detrás de la banda?- le pregunta Lucas mirándolo fijamente a los ojos.
-Ya conozco a la banda, he visto todas sus entrevistas, quiero ver lo que vi en el avión- dice con sinceridad. Lucas le extiende un contrato que Ramón firma sin leer mucho… Octavio, Miguel y yo recibimos un mensaje de texto y los tres dos minutos después salimos desnudos de nuestros cuartos y nos arrodillamos delante de nuestros respectivos Amos.
Me doy la libertad de ver la cara de inmensa alegría de Ramón.
-Estos dos son míos- dice Lucas poniéndose de pie y acariciando las cabezas de Octavio y Miguel que están arrodillados con las piernas abiertas y las manos detrás de la espalda, el pecho erguido y la mirada al suelo- ese de ahí es de Martín- dice señalándome
-Saluden a nuestro invitado esclavos- ordena Martín y los tres avanzamos en cuatro hacia los pies de Ramón besándolos.
-¿Ya cenaste?- pregunta Lucas
-¿Me puedo cenar a alguno?- pregunta Ramón y Martín y Lucas sueltan una carcajada - si pero primero come algo
Con un chasquido de los dedos de Lucas los tres esclavos nos levantamos y avanzamos a la cocina, yo caliento comida que quedó del medio día, Miguel saca los platos y Octavio sirve un vaso con tequila y refresco de toronja.
Ramón platica con Lucas y Martín en la sala, yo me coloco en cuatro delante de él como una mesa de centro y Miguel coloca el plato de comida en mi espalda, Octavio se arrodilla junto a Ramón sosteniendo el vaso de tequila.
Ramón bebe y come a gusto, platicando con Martín y con Lucas de su trabajo y de su vida, al ser la mesa puedo escuchar en calma lo que comentan sin necesidad de pararme a traerle cosas como Miguel.
Nos cuenta que es divorciado, bisexual, que ha tenido algunas sesiones BDSM en ambos roles
-¿Y qué rol te gustaría tener hoy?- pregunta Lucas bebiendo un tequila que Miguel ha traído para el
-Amo, sin dudarlo- dice- me encanta Pablo, estoy en extasis al tenerlo como mesa- dice
-Tócalo con confianza- le dice Martín- te lo presto.
No ha terminado de decir su frase Martín cuando siento la mano enorme con dedos largos del sobrecargo acariciarme entre las piernas y sobar con cierta rudeza mi culo
-Esto es un sueño para mi- dice Ramón- ¿quién se iba a imaginar que iba a poder manosear así a mi crush?- Martín y Lucas ríen.
La mano de Ramón va tomando confianza y presiona mi ano- su culo está bien rico, así me lo imaginaba- dice
-¿Te has masturbado con sus fotos?- le pregunta Martín sentándose al otro lado de mi y apretando mis pezones con fuerza, hago esfuerzos por mantener el plato de comida sobre mi espalda
-Uff si- dice- hay una foto en su Instagram donde baila con sombrero de vaquero, me la he jalado mucho con esa imagen- recuerdo la imagen, hago baile de stripper sin camisa con un sombrero de vaquero…
-Bueno, pues hoy no vas a necesitar las manos- dice Martín quitando el plato de mi espalda. Comprendo lo que sigue y me giro para mamarle la verga, muy ansioso de verla y comerla
-Espera- dice Ramón- mejor que Pablo baile y que alguien más me la chupe ¿Se puede?- mi frustración es tremenda, estaba a punto de comerme a Ramón y he sido degradado a TikTok viviente.
-Aquí todo se puede cabrón- dice Lucas- a bailar perro- me dice dándome una cachetada
Me levanto y comienzo a bailar como stripper delante de él, Lucas me pone una canción pero Ramón le corrige y le dice el nombre de la que bailé en el video.
Miguel se mete entre las piernas de Ramón y del pantalón del sobrecargo brota una verga bastante apetitosa, gruesa, de buen tamaño pero no enorme, circuncidada, con un glande tremendo.
Bailo para Ramón mientras Miguel se lleva el mejor premio- ¿le pueden quitar la castidad?- pregunta y Martín se acerca a quitármela- solo tiene prohibido venirse, es lo único que no te vamos a conceder- sigo bailando con la verga expuesta, me siento más libre y me excita saber que excito a ese sobrecargo desconocido y que hasta me ha dedicado chaquetas.
Ramón me mira quieto, no mueve un solo músculo, extiende sus piernas y coloca sus brazos abiertos sobre el respaldo. Me acerco a bailarle y rozo mis nalgas contra su pecho, luego continúo bailando a la distancia.
Octavio me mira arrodillado sosteniendo la bebida de Ramón, es como un cuckhold que observa cómo los otros disfrutan a su esclavo, su posición me excita todavía más, ya la tengo bien parada pero empiezo a chorrear precum …
Me monto en el sofá en cuclillas delante de Ramón y le abro la camisa, su torso está perfectamente marcado y sus músculos que no son muy voluminosos están duros como piedra. Le quito la camisa y le embarro el culo en el pecho, Ramón responde dándome una nalgada, luego me sujeta de las nalgas y me muerde una de ellas haciéndome gritar, todos ríen… incluso Octavio
-Quiero darle beso negro ¿puedo?- pregunta Ramón
-Es tuyo, le puedes hacer lo que quieras- responde Martín y ahí arriba del sillón mientras Miguel le mama la verga siento la lengua caliente y rasposa de Ramón en mi ano… sus manos me agarran con fuerza… su boca me humedece alrededor del culo- ahhhh- comienzo a gemir con genuino placer, me agarro la verga y Martín me pega en los huevos- quieto esclavo, manos en la cabeza- pongo mis manos como me ordenan y me dejo llevar por la sensación de la lengua de Ramón…
Su lengua da círculos alrededor de mi orificio, me siento tan caliente y tan sucio, tan usado… las manos de Ramón estrujan mis nalgas y me las aprietan con fuerza… finalmente se levanta sujetándome de la cintura, me pone contra el sillón, se baja el pantalón y se escupe en la verga… no hay marcha atrás, siento su glande gordo y duro empujarme el ano… me abro más y me empino para entregarme a él… poco a poco siento su tronco invadirme y poseerme.
Siento la calidez de su cuerpo, y siento que lo hace con la admiración de un fan, me somete pero al mismo tiempo me venera y es una sensación que me pone loco… poco a poco se va adentrando hasta que llega al tope… una nalgada que retumba en todo el salón y empieza a embestir gimiendo… lamento no poder verlo desnudo pero lo estoy sintiendo y eso es mucho mejor… su verga me raspa y me hace cosquillas, su cuerpo me doblega y me disfruta… hay algo maravilloso en ser el juguete sexual de un fan… siempre me ha usado en su imaginación y ahora el sueño se hace realidad- Ahhh ahhh- gimo… el respira agitado y me coge más rápido…
-Gracias Ramón- le digo como un regalo que dejó en su subconsciente, me imagino cuántas veces en su cama escuchara mi voz decir su nombre así, como una perra que gime ante el poder de su verga…
Ramón gruñe… saca la verga a toda prisa y se viene en mi espalda… le regalo más baile cachondo para que me recuerde siempre… y el sigue soltando leche sujetando su verga con su enorme mano de dedos largos…
Cuando vuelvo a la realidad miro a todos observarme con una enorme sonrisa en la cara… Ramón cansado y algo extasiado se viste rápidamente, apenas puedo ver una última vez su torso desnudo bien tonificado
Se va después de algunos minutos algo nervioso. Lucas adivina lo que le pasa -oye cabrón, Pablo y todos hemos gozado mucho contigo ¿he? Todo esto es divertido para todos
-Así es- afirmo sonriendo levantándome y acercándome a él- la pasé muy rico y nunca te voy a olvidar- le digo tendiéndole la mano, la sonrisa de Ramón vuelve a su cara.
Se desvive en elogios y nos deja, los cinco cansados nos vamos a dormir, yo de vuelta en mi castidad y con la leche de un fan embarrada en mi espalda…
La Banda en Locktober / 3 de octubre
Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.
Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como Switchpoblano.
Con Xtudr, puedes:
- Crear un perfil con fotos y preferencias.
- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.
- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.
- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.
- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.
Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.
https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/41431-la-banda-en-locktober-3-de-octubre