Mi perro salió de la piscina y se secó como le ordené. Sabía que estaría cansado por lo que le dejé un tiempo para relajarse con los otros un rato en la piscina después de la impresionante follada que había recibido, pero el suficiente para que no se calentasen otra vez.
- Sal perro y sécate, tal y cómo vas ve a tu coche que te espera Román, para ir en la búsqueda de las llaves de tu candado que tiene Nick.
Para haceros memoria, Román y Nick fueron los descartados del juego anterior. El primero era el chaval de barba arreglada y tupe arreglado, y una polla de unos 18cm gruesa y curva con un buen prepucio. Nick era el makarra de gimnasio con pinta hetero con un pollón de unos 20cm. Román seria mi alter ego, ya que iba equipado con una webcam tipo GoPro en la gorra que le di y un auricular con el que podía hablar con él.
Le había dado instrucciones de que llevase a mi perro a una zona de cruising a unos 30 minutos hacía Madrid, en la que a esa hora podía haber bastante movimiento, y en la que estaría Nick con la llave del cepo que llevaba desde la prueba anterior mi perro. Mientras buscase la tenía que obligar a mi perro a comerse las pollas y dejase follar por quien le apeteciera a Román o a mí. Entre los dos veríamos que hacíamos.
Dentro de la casa me acomodé en la sala de TV en la que podía seguir la señal de la cámara. Junto conmigo estaban Ricardo y Carlos Alberto, la pareja de la primera prueba. Sólo llevaban un suspensorio uno de color rojo y otro azul de tipo latex que dejaba muy marcadas sus pollas morcillonas y dejaban sus culos a la vista.
Mientras mi perro y Román llegaban a su destino me explicaron que viendo la escena anterior se pusieron muy cerdos por lo que se marcharon a mitad y se relajaron pues querían cerdear mucho esta nueva prueba para mi perro. En un momento escuchamos que habían llegado y la cámara se encendió.
- Román, muéstrame a mi perro, a ver cómo le queda el conjunto.
- Sal del coche y ponte en la parte de atrás con las piernas abiertas.
Román lo siguió detrás del coche y vimos a mi perro con un plug con cola de perro metido por el culo, el cepo en su polla, y una camiseta de tirantes muy ajustada y un collar de perro con una cadena de cuerda que mantenía en la mano. Román nos regaló una panorámica del parquin y llegamos a ver unos cuantos coches por lo que me tranquilizó saber que habría movimiento.
De entre los árboles que había cerca del coche, salió un hombre de unos 60 años bastante osete, con una mochila en la espalda.
- Ei, te marchas ya para casa- le grito Román.
- Sí, ya he vaciado y me esperan en casa - dijo el hombre que se quedó parado al ver a mi perro apoyado en la parte trasera del coche.
- ¿Quieres que mi perro te limpie bien la polla, para que tu mujer no note restos de semen cuando llegues a casa? -dijo Román
- Si tiene tan buena boca como la pinta de su culo, encantado.
Mi perro entendió lo que tenía que hacer, se separó del coche y se puso de rodillas ante el maduro con la lengua fuera. Román permanecía a unos 2 metros dándonos un buen plano. El maduro se sacó la polla y los huevos bajando la cinta del pantalón. Tenía la polla totalmente flácida y los huevos peludos colgantes. Se podía ver leche seca en los pelos encima de su polla.
- Límpiame bien la polla y los huevos- le dijo.
Sin usar las manos mi perro empezó a lamer por encima la polla, desde la piel del prepucio hasta los pelos con leche seca. El maduro corrió la piel de su polla y le dio de mamar su prepucio. El muy cabrón cogió de la cabeza a mi perro y empezó a forzarle la mamada. Su polla no pasaba de morcillona, aun así, el maduro disfrutaba de tener un perro así a sus pies. De entre los árboles salió un chico más joven, al que el maduro llamó.
- Acércate que aquí hay un perraco que te va a limpiar toda la leche que te hemos dejado en el culo.
El joven se acerco poco a poco mirando como mi perro le comía la polla al maduro, al que le dijo.
- Voy muy sucio, pero si me lo pides, parte de la leche es suya.
En la sala, mire a mis compañeros y sus pollas se marcaban mucho más claras dentro del suspensorio, incluso a Ricardo se le salía pare del prepucio por el lado, Yo estaba bastante duro por lo que me quite pantalones y gayumbos quedando desnudo de cintura para abajo. Cuando me vieron mus compañeros sacaron la polla por un lado del suspensorio de látex, el ambiente se iba calentando.
Cuando volví a mirar la pantalla el chaval que había salido des árboles, ya sin pantalones, se acercó a mi perro y poniéndose de espaldas separó las piernas y dijo.
- Abre la boca y ponte debajo de mi culo que te voy a dar merienda.
Román se coloco frente a ellos para que lo pudiésemos ver. Mi perro se tumbó con la boca abierta debajo del culo y el chaval con las dos manos separó sus nalgas y dejo ver un culo abierto y con síntomas de haber sido follado rico. El joven empujó y un primero chorro de lefa impactó en la frente y pelo de mi perro, que empezaba a jadear. Siguió empujando y mostrando lo abierto que estaba su culo, cuando un segundo chorro de leche espesa cayó esta vez sí en la boca de mi perro. El chaval se metió dos dedos en el culo, y al sacarlos cayo una buena cantidad de lefa que mi perro recogió con su lengua y boca.
- 8 lefadas llevaba en el coño – el chaval se giró e hizo que mi perro se levantase – déjame probarlas
Los dos se dieron un morreo compartiendo la lefa que mi perro acababa de sacar del culo de aquel chaval. Cuando no quedó leche que comer le dijo:
- Cómeme la polla que me han follado desde las dos de la tarde y aun no me he corrido.
Mi perro sacó la lengua para limpiar la entrada de su culo, y la leche seca que tenía por las piernas y cuando lo dejó libre de leche se puso delante del chaval que solo verlo de rodillas frete, se metió una polla dura de unos 14 centímetros, con mucho precum, y tras metérsela en la boca un par de veces, el joven se apartó a él empezó a correrse en su cara, gimiendo como un puto cerdo. Cuando acabó se puso de rodilla y empezó a comerse su leche de la cara de mi perro que quieto le dejaba hacer. El maduro se acercó y con lo caliente de la situación se corrió en la boca de mi perro y su espontaneo amigo.
Me giré de la televisión y vi como Carlos Alberto estaba mamándosela a Ricardo. Me quité la parte de arriba de la camisa y me acerqué al sofá donde estaban ellos, y Ricardo se lanzó a comerme la polla. El cabrón sabía que me gustaba que me la comiesen entera y jugasen con mis huevos. Estaba disfrutando mucho, viendo como Ricardo tragaba toda mi polla y su novio se la comía a él mirándome a mí de forma lujuriosa. Saqué mi polla de la boca de Ricardo y dije.
- Vamos a parar que aún le queda para encontrar a Ricardo – dije mientras, totalmente en bolas me separa de ellos para ir a buscar unas cervezas – y esconded las pollas en esos suspensorios elásticos que lleváis.
- La próxima escena la vas a ver con tu polla metida en mi culo – dijo Carlos Alberto.
- Tranquilo que aquí vamos a follarnos los tres, pero no quiero acabar tan pronto.
Nuestras miradas se fijaron otra vez en la televisión donde vimos a Román caminando dentro del bosque. Cogí el micrófono y le dije:
- Román, dale un paseo que lo vean todos los que puedas, y llévalo al descampado que tiene el árbol para atarlo.
La semana anterior, habíamos hecho una visita guiada con todos los chichos del básquet para idear un plan y que todos los conociesen, pues no sabíamos quién podía ser mi guía o quien el que se escondiese con la llave del cepo de mi perro. Mientras bajaba a por las cervezas, recordar lo que pasó en nuestra visita a la zona hacía que mi polla aún se pudiese más dura, por lo que intenté pensar en la logística de la cena, los invitados de día siguiente y darme una ducha rápida.
Cuando regresé al salón, vi a Carlos Alberto y Ricardo más tranquilos en el sofá, pero completamente desnudos. 'Si las metemos en el suspensorio lo vamos a romper', y es que sus pollas seguían bien duras viendo el material que Roman iba encontrando por la zona de cruising. Me comentaron que había visto a varios tíos solos, a unos 2 viejos follándose a un chaval de unos 20 años, a 2 moros pollones dando de mamar a un madurito, y varias parejas pajeándose mutuamente. Según me contaban había hecho que mi perro se acercarse a todos moviendo bien el culito y sacando la lengua, incluso le había comido el culo un poco a uno de los viejos mientras le daba de mamar al jovenzuelo.
Cuando me senté vi que Román estaba atando las manos de mi perro a un árbol seco en medio de una zona donde el bosque se abría. 'Perfect timing' pensé. Cuando lo tuvo atado, hizo una panorámica para que viésemos que había varios hombres mirando entre los árboles. Román sacó un bote de popper y le dio a mi perro unas cuantas tomas y se colocó detras de él para darle uso azotes con la asa de la cadena. Le dio más popper para ponerlo bien cerdo, y le quitó el plug, dejando ver a todos los mirones el culo abierto de mi perro, que estaba con los brazos en alto, las piernas abiertas y a merced de quien quisiese follarlo.
Primero se acercaron dos chavales jóvenes, con rasgos árabes. Iban desnudos de cintura para arriba y en los pantalones cortos que llevaban se marcaban pollas prometedoras. El más alto de los dos, con el pelo rapado se acercó y tras metérselos en la boca, le metió tres dedos en el culo de mi perro. Este dio un buen gemido al notarlos dentro con tanta brusquedad. El chaval siguió metiéndole los dedos mientras el otro se sacaba la polla y empezaba a pajearse.
Mi perro empezaba a gemir y pronto entro el cuarto dedo. Cada vez la follada con los dedos era más dura, los metía y sacaba de golpe y lo combinaba con azotes al culo con la mano abierta. El otro chaval que se estaba pajeando, se paró y arrodillado frente a su amigo le sacó la polla para mamarla. Esta estaba dura y aunque no era muy larga tenía un grosor considerable. El chaval arrodillado se la sacó de la boca y con las manos la guio a la entrada del culo de mi perro, y el primero empezó a follarle el culo igual de bruscamente como le follaba con los dedos.
En la sala ya estábamos totalmente duros los tres con la polla fuera. Me acerqué al sofá donde estaba los dos y mientras Ricardo se metió mi polla en la boca, Carlos Alberto empezó a comerme los pezones. Estaba en la gloria, con esa pareja que sé que disfrutaban compitiendo a ver quién ofrecía más placer y mientras Ricardo se metía mis 19cm enteros en la boca, tragando hasta la base que es muy gorda, su compañero me mordía los pezones y tiraba de ellos con los dientes. Los aparté a los dos pues empezaba a sentir que me iba a correr y les pedí que aguantásemos un poco. Para compensarles les comí un poco la polla a ambos. Carlos Alberto tenía la polla lleno de un pre-cum muy dulce que degusté con la lengua fuera mientras le masajeaba los huevos.
Cuando volví a mira la pantalla vi que del segundo de los chavales estaba enculando al más alto mientras se la metía a mi perro, los tres jadeaban como cerdos y vi (más bien Román nos enseñó) que había entre 6 y 8 tíos mirando. Uno de ellos estaba de rodillas mamándosela al cámara, el pobre aún no había tenido su dosis de vicio, pero sabía que tenía que guardase para el final.
El joven árabe que estaba en medio empezó a jadear más fuerte y follarse el culo de mi perro y la polla de su colega más fuerte, hasta que se quedó parado dentro de mi perro. Lo estaba preñando. Cuando salió, el árabe más joven cogió su sitio y empezó a follarse a mi colega con una polla, que por sus gemidos y lo que veíamos de la entrada aún era más gruesa y larga. Uno de los mirones se acercó y se corrió en la polla del joven que estaba follando a mi perro. Ahí vimos el pedazo de pollo que estaba perforando a mi perro, era grueso con las venas bien marcadas y debía superar los 20cm. Con el tronco de ese pollo lleno de leche, el chaval se la metió dentro del culo a mí perro para que se juntasen las dos lefadas. Tras unas embestidas empezó a bombear más fuete y se corrió dentro de su culo.
Carlos Alberto se puso a 4 patas frente a la televisión y me pidió que lo follara.
-Quiero que me folles como los dos moros se han follado a tu perro, quiero que me uses como un agujero para tu propio placer.
- solo si tu marido me folla a mi también como hacían estos dos- le respondí
- Nos turnaremos, yo también quiero que me folles - dijo Ricardo
-Pues folla tu primero a Carlos Alberto y yo te follo a ti, propuse.
Ricardo se puso detrás de su pareja y poco a poco fue metiendo su polla en el culo, este gemía y le daba las gracias 'si papi métemela toda, amor'. Cuando ya estaba dentro, me puse detrás de Ricardo y tras meterle un par de dedos y ver que entraban bien, le metí mi polla sin ninguna dificultad. Empecé a follarlo mientras con las manos rodeaba su cuerpo musculado y pellizcaba sus pezones, él se giraba para darme un buen morreo lleno de lengua y babas mientras se movía entre mi polla y el culo de su pareja. En la pantalla vi que había otros hombres follando y rodeando a mi perro, pero no podía concéntrame en ellos. El ambiente de la habitación estaba fuerte con olor a macho y sudor y cuando podía me encantaba chupar el sudor que Ricardo tenía en la espalda.
- Estoy a punto de correrme, siento como los dos me folláis - Dijo Carlos Alberto
- Aguanta, quiero que te corras en mi culo y lo lubriques para que me folle Ricardo - le pedí entre jadeos.
Ambos se detuvieron en seco. Me hicieron tumbar en el suelo y me pusieron un cogí debajo del culo. Ricardo me levanto las piernas, poniéndolas casi en los hombros y se metió mi polla en el culo, por encima de mis piernas en posición de amazonas. Veía su cara de vicio encima mío, y sus gotas de sudor me caían encima juntándose con el mío, y su polla se movía dura cerca de mi cara, si estiraba podía llegar a acariciarla con la punta de la lengua. Mi culo estaba totalmente expuesto, cosa que aprovecho Carlos Alberto para meter su polla morena en mi culo, con algo de dificultad. Me dolía un poco, pero el placer de la cabalgada de Ricardo ganaba, hasta que mi culo se acomodó y empecé a disfrutar como un auténtico animal. Con una polla metida dentro de mi culo, directamente presionando mi próstata y Ricardo saltando sobre mi polla de forma que percutía los golpes en la polla de su pareja. Este empezó a llenarme le culo de leche como me había prometido, noté 4 potentes chorros dentro de mí, le pedí que no la sacase notaba que me iba a correr y quería hacerlo con su polla metida. Sin avisar empecé a preñar a Ricardo quien empezó a cabalgar con más ímpetu mientras de su pollón salían chorros de leche que llegarían a mi cara, mi percho y me dejarían bañado de leche. Dios que a gusto estaba con esta pareja. Ricardo se separó de mi polla y soltó mi corrida encima mía. Carlos Alberto se puso delante de mí culo que seguía expuesto y cogió toda la leche que pude expulsar y la echó en mi boca. Los dos se tiraron a lamer la leche que tenía por encima y compartirla entre ellos en morreos cerdos, que también me daban a mí. Cuando los vi morrearse comiéndose la leche de la boca el uno del otro, agarré mi polla, apunté hacia ellos y comencé a mear. Los cabrones siguieron morreándose y los meos caían de sus bocas encima mía. Cuando acabé los dos empezaron a beber los meos sobre mi cuerpo y a escupírmelos en la boca. Mi polla volvía a estar dura y vi que ellos estaban igual.
En la pantalla vi que Román había puesto otra vez a el plug a mi perro.
- Perdona Román, una pequeña situación aquí me ha hecho ausentarme – le dije mientras veía como Carlos Alberto se meaba en la boca de Ricardo y este lo tragaba todo pajeándose - ¿Cuántos tíos han preñado al perro?
- En total ha recibido 10 descargas de leche en el culo, como acordamos.
- Perfecto ahora puedes ir a buscar a Nick.
Román cogió al perro de la cadena y empezó a tirar de el para que le siguiese, se notaba en su caminar que tenía el culo roto y que estar en la misma posición le había hecho mella, pero aún le faltaba recibir algo mas de leche.
Tras caminar un poco más y cruzarse con algunos tíos a los que Román ignoró llegaron a la casa abandonada. Estaba llena de grafitis y no tenia ni puertas ni ventanas. Al llegar Román dio un silbido y Nick salió completamente desnudo y empalmado a un balcón que no había ninguna barandilla.
- Hola perro, hacía rato te estábamos esperando. Estoy aquí con unos amigos, y le he metido la llave de tu cepo a uno en el culo. Para poder ver quien lo tiene tendrás que meterle un poco de esa leche que tienes en el culo y después con tus dedos buscarla. Si fallas el tío a quién hayas abierto el culo, saldrá de la casa sin participar en la orgia con nosotros. Tengo a 8 amigo por las diferentes habitaciones de la sala.
Román sacó un bote de su mochila y tras sacar el plug de cola de perro a mi perro y le pidió que vaciase toda la leche que tenia en el culo en él. Cuanta mas leche sacase mas posibilidades tendría de encontrar la llave. El culo de mi perro estaba abierto y una buena cantidad de leche dejo el bote bastante lleno. Román saco una jeringa sin aguja y la llenó de leche, se la dio a mi perro y dijo:
- Mira a quien quieres probar, con toda la leche que tienes podrás intentarlo en unos 3 o 4 tíos.
Mi perro empezó a subir unas escaleras y en el primer piso encontró a un chaval joven con cara lasciva, pero pasó de largo. Entró en una habitación y allí vio a dos viejos de unos 60 largos mirándolo con cara de vicio. Se acercó a uno de ellos y le dijo:
- ¿Puedo mirar si tienes mi llave? - Era un tío de unos 65 años con pocos pelos en la cabeza, pero el pecho muy peludo. Tenia una polla grande con el prepucio totalmente tapado por el escroto.
- Todo tuyo – dijo mientras se daba la vuelta y le abría el culo – Tenia un culo totalmente depilado y con forma de ser muy tragón.
Mi perro le puso la punta de la jeringa dentro y metió toda la leche mientras el maduro daba un buen gemido. Mi perro abrió la boca y sacó la lengua y el maduro expulsó toda la leche que le había metido en la boca de mi perro.
- Saboréala y busca la llave, dijo Román
Mi perro siguió las ordenes de Román y tras tragar la leche que tenia en la boca y haber comprobado que no tenia la llave, sacó la lengua y acabó de limpiar el culo del viejo. Este se giró y con la polla dura se masturbo un poco y soltó unos buenos chorros de leche en la cara del perro. El maduro se guardó la polla y junto con el otro maduro salieron de la sala.
Cuando salió de la sala vio al joven con cara viciosa otra vez en las escaleras y decidió probar con él. El tio llevaba una camiseta de tirantes muy apretada y al bajarse los pantalones mostró que no llevaba ropa interior puesta. Su culo estaba cerrado pero mi perro le puso la jeringa y descargó una segunda dosis de lefa. Cuando el chaval la expulsó le dio mas leche de la que había introducido y le dijo.
- Traga cerdo, aquí tienes la leche que me has dado y la de los dos viejos que me acaban de follar – De su culo empezó a salir leche que mi perro recogía con la lengua sin dejar salir no gota.
- Ya has gastado dos dosis, te queda un poco más de la mitad.
Mi perro y Román subieron al piso siguiente, y alertado por los gemidos mi perro fue hacia una habitación que había en el fondo. Como vimos en la cámara había tres tíos follándose al que gemía fuerte, y en la otra parte de la sala estaba Nick con otro dio comiéndole la polla.
En el colchón que hacía de cama improvisada sobre unos bancos el tío al que se follaban estaba tumbado boca arriba, mientras otro le metía la polla con golpes duros en el culo, otro le daba polla para amortizar sus gritos y otro le comía la polla. Los 4 eran tíos cachas con tatuajes y bien dotados. Mi perro se quedó observado con cara de querer ser el que estaba tumbado en la cama, miraba a su alrededor y parecía que no se decidía en quien usar la penúltima dosis de lefa. Finalmente se acercó al que le estaba comiendo la polla al que estaba tumbado y le dijo. De hecho se trataba del grupo de amos del gimnasio del pasivo con micropene de la primera prueba.
- Déjame probar si eres tú quien tiene la llave, por favor.
El tío se separó del resto y mostró un pollón enorme, mi perro se quedó mirándolo y observando el cuerpo del macho por el que se arriesgaba y del que podía perder la oportunidad de ser follado. Le abrió las nalgas y con la jeringa le descargó la leche esperando que saliese con la llave. Pero al expulsarla con fuerza la leche paró en el pecho de mi perro sin dejar rastro de ninguna llave. El tío se acercó al pasivo que estaban follando y se corrió en su cara. Después con la mano llevo la leche a su boca y le dio un beso antes de marcharse.
Solo quedaba una dosis, y mi perro se notaba nervioso, decidido se fue hacia el macho que estaba de rodillas comiéndole la polla a Nick.
- Ábreme tu culo y por favor dame la llave -dijo mi perro.
Repitió el ejercicio y no obtuvo suerte. Mi perro se quedo de piedra tras recibir en la boca el resto que quedaba de leche.
- Martín, saca la llave – dijo Nick, y el que acaba de sacar la lefa del culo se fue detrás suyo y metió 2 dedos en el culo de Nick y sacó la llave.
- La tenias tu todo el rato – dijo me perro.
- Ahora vas a tener que perderte lo que va a pasar aquí – dijo Román mientras lo llevaba hacia la pared del fondo donde había una canal en la que ató a mi perro, con las manos por encima de la cabeza, le puso una venda en los ojos y en su cabeza colocó la go-pro.
- Con todo lo que he visto, no se si duraré mucho pero quiero mi ración – dijo Román mirando a cámara.
En la sala los 3 estábamos sucios de la follada, pero con las pollas muy duras y con ganas de más viendo como Román y Nick se unían con Martín y los otros 3 machos en la cama donde el pasivo estaba recibiendo una doble penetración y Martín (el que se la comía a Nick) esperaba bocarriba con el culo abierto a que le metiesen alguna polla.
Sin pedir permiso me senté en la polla de Ricardo, aun estaría abierto ya que entró con una facilidad que me extrañó. Él estaba sentado en un sillón frente a la pantalla y yo encima suyo mirando también lo que pasaba en la casa de cruising. Carlos Alberto se puso a 4 patas frente a nosotros y combina comerme la polla con tragarse los huevos de Ricardo. De vez en cuando sacaba su polla de mi culo, que dejaba una sensación de vacío increíble y degustaba la polla de su pareja y la llenaba de babas para volver a metérmela hasta el fondo. La follada no era extremamente fuerte pero gemíamos los 3 como cerdos, parcia que competíamos con los de la pantalla.
En la pantalla vi cómo Román se corría en la cara de pasivo que estaba recibiendo follad desde que entramos en la sala, le llenó el careto de leche por lo que podíamos intuir, pero sabiendo donde estaba la cámara se acercó a nosotros y el resto le siguieron. Frente a la cámara uno a uno se fueron corriendo en la cara del pasivo, que se llamaba Carlos, y era un auténtico tragón, pero cuando tenía el rol de activo era un sádico. En la sala Ricardo y yo nos corrimos en la cara de Carlos Alberto y esté nos dio su leche mientras nos morreábamos su marido y yo.
En la sala ya solo estaban Román, Nick y mi perro, al que le quitaron la cadena y la venda y con la llave le quitaron el cepo.
- Tienes prohibido tocarte, si te corres antes de llegar a casa te vas a quedar sin mas vicio este fin de semana.
Y así hizo, cuando llegaron con 2 coches ya estaba anocheciendo. Vi a mi perro le dije:
-Ve a la ducha de la piscina y arreglarte para cenar, quédate conde te veamos todos ya que no puedes correrte hasta la siguiente prueba.
Pero eso ya llegará.
Cumpleaños de mi perro (Tercera parte: Cruising)
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