Un día que estaba viendo grinder, me saludó un chico. Estuvimos hablando un rato y me contó que era cubano y que vivia con una amiga. Estaba de baja por una rodilla. Tenía 30 años.
Yo le conté que estaba casado, no había salido del armario y tenía 49 años. Era pasivo.
Nos enviamos fotos de pollo y decidimos quedar a la mañana siguiente en su casa. Esa mañana salí drl trabajo y fui a su casa, timbré en el portal y subí corriendo las escaleras. Estaba deseando verlo. Un cubano de 30 años te lo imaginas, alto, fibroso y con pollón. Cuando llegué allí estaba, era bajito y algo regordete. Sí tenía una cara linda pero sino fuera su acento creería que era de España
Él se acercó, me sonrió, me cogió de la mano y me llevó a su habitación. Allí nos desnudamos y lo que sí tenía era una buena polla. No muy grande pero sí muy gorda.
Nos tumbamos en la cama, nos besamos y me lancé a su polla. La metí en la boca y mientras le comía la polla y los huevos comprobé que su polla iba creciendo. Estaba deseoso de notar esa polla en mi culo. Supongo que èl lo notó porque me apartó la cabeza y fue directo a mi polla. En vez de comerla comenzó a mordisquearla. Esa sensación de dolor y placer me excitó muchísimo.
Después, me agarró las piernas, las puso sobre sus hombros(era bastante fuerte), escupió en mi culo y metió su polla. Mi primera reacción fue cerrar el culo debido al dolor que me produjo. Él me dijo que no me cerrara que iria poco a poco. Y así lo hizo. Aun así notaba un dolor intenso cada avance de su polla dentro de mi culo. Yo me agarré a sus fuertes brazos, él me sonrió y la metió entera. Grité de dolor que fue convirtiéndose en placer en cada embestida que me daba hasta que noté como su leche se extendia por dentro de mi culo. Sacó su polla, cogió la mia y me masturbo hasta que me corrí.
Después estuvimos tumbados en la cama charlando. Estaba tan cómodo que no me di cuenta de la hora y sino apuraba llegaria tarde al trabajo. Así que me levanté y me vesti. El me dijo que me queria volver a follar. Pero le dije que otro día. Iba por el pasillo hacia la salida y de repente me cogió, me puso la cara contra la pared y me bajó el pantalon y el slip. No me podia mover, él era más fuerte. Le dije que me dejara pero no me hizo caso. Su polla entró en mi culo y comenzó a follarme duramente. Me estaba encantando. Se volvió a correr dentro de mi culo y me dijo:
-Quiero que cierres tu culito y mantengas mi leche dentro. Ahora te puedes ir. Me vestí y me fui
Iba por la calle apretando el culo. Por qué? Porque me lo había ordenado. Nunca nadie me habia dado una orden y eso me excitaba. El sumiso que llevaba dentro estaba floreciendo
Quedamos más veces y llegamos a tener algo serio. Nos queriamos. Pero un día se tuvo que ir y yo me quedé muy jodido. Después de unos años lo volví a ver. Llevaba barba y se había hecho muy religioso y ya mo andaba con tíos
Yo aun tengo la esperanza de que vuelva el cubanito de antes, pero esa es otra historia
El cubano
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