La Banda en Locktober / 12 de octubre

Siempre he sido muy atlético y muy caliente- nos cuenta Lucas sentado en el sillón. Octavio y Miguel se turnan para mamarle la verga;Martín está sentado delante de él en otro sillón y me tiene arrodillado entre sus piernas, haciéndole un oral.

La castidad me tiene loco y muy sumiso, y esta idea de contarnos nuestras vidas me excita muchísimo.

Esta noche le toca a Lucas, que ha prometido enlazar su historia con la de Miguel.

-Siempre me llamaron atención las escenas de azotes en las películas- nos dice apretando la nuca de Octavio para que se la coma completa- desde muy chico sabía que era gay pero no comprendía este gusto tan raro por ver hombres humillados…

En mi casa siempre les interesó que aprendiera artes, empecé a tocar la guitarra desde muy niño y estudiaba ballet, jazz, esos lugares son el paraíso para los activos.

Había un bailarín en mi grupo que se llama Walter, vivía en una ciudad petrolera y había muchos gringos ahí. Walter era un año mayor que yo. Un rubio lindo, de ojos verdes, muy delgado, bajito de estatura. Bailaba como un dios y tenía unas nalgas hermosas.

Una noche de fiesta Walter estaba particularmente caliente y se movía y se me acercaba provocándome. Yo tenía 18 años y el tenía 20. Walter no se me despegó en toda la noche. Cuando estábamos casi solos se sentó junto a mí en un sofá y se me acercó demasiado, como si quisiera que lo besara.

-Oye fag ¿no estarás intentando seducirme?- le dije poniendo mi cuerpo duro y mostrando sorpresa, solo por divertirme la verdad es que ya me había cautivado desde horas antes

-No, perdón- me dijo poniendo su cara colorada- no quise hacerte sentir mal

-No me estás haciendo sentir mal faggot- le dije- te hice una pregunta

-Perdón- me dijo tratando de levantarse pero lo sujeté de la cadera y volví a sentarlo- no me respondiste- le dije

-Perdón- me dijo de nuevo- pensé que eras gay-

-Lo soy- le respondí- pero soy un Alfa no un fag como tú- le advertí- ¿conoces la diferencia?-

-Si Señor- respondió excitado

-Si te meto la verga en alguno de tus orificios no es para hacerte el amor, es para usarte para mi placer ¿te gustaría?-

Walter me dijo que no y se levantó asustado. La fiesta se estaba acabando pero decidí que no saldría del lugar antes que Walter. Algo dentro de mi me decía que con el podía satisfacer mis más oscuras fantasías, me quedé sentado bebiendo y a los veinte minutos volvió a acercarse a mi el rubio, podía ver el miedo en su cara y eso me excitaba muchísimo

-Esta bien- me dijo- seré tu faggot pero no me lastimes-

Le solté una cachetada, no muy fuerte pero si firme, no me importó que otros estuvieran viendo. El ruido de la música a todo volumen escondió el sonido de su mejilla que se puso roja - pídemelo de rodillas faggot, aprende tu lugar-

Walter se puso de rodillas delante de mí, poniendo sus manos sobre mis piernas - por favor Lucas, hazme tu faggot- me dijo.

Para ese entonces yo había devorado cualquier información, relato, fotografía sobre los fags y tenía un montón de ideas en mi cabeza - sígueme- le dije y salimos de la fiesta.

Ninguno de los dos tenía auto, así que caminamos por la ciudad, hacía calor así que le ordené que se quitara la camisa, me obedeció y me la entregó.

-Quiero que te quede claro, no somos novios ni amantes- le dije mientras caminábamos- yo soy un Alfa y tú eres un fag, los fags existen para servir al Alfa y darle placer- Walter asintió con la cabeza- quítate los tenis y las calcetas- Walter obedeció y continuamos caminando por la calle solitaria, yo iba vestido y el llevaba solo puesto su pantalón y avanzaba junto a mi con sus pies desnudos.

-Soy superior a ti en todo- le dije- tú naciste inferior y tu misión es respetarme, servirme y obedecerme- Walter asintió

-Se dice “si Señor”- le corregí y el respondió - si Señor- muy sumiso y obediente.

-Quítate el pantalón- le ordené y Walter se detuvo unos instantes, se quedó impávido, quieto, me detuve delante de él y no deje de mirarlo. Entonces de desabrochó el cinturón y se bajó el pantalón, me lo entregó y lo hice bolas junto con sus zapatos, calcetas y playera que traía en la mano.

Walter traía unos boxers blancos bien ajustados- manos en la cabeza- le ordené y me obedeció- así quiero que camines junto a mi

A esa hora de la madrugada teníamos las calles para nosotros solos, ocasionalmente pasaban autos y Walter se ponía nervioso pero nadie decía nada…

Lo fui llevando hasta un puente por el que pasaba un río, nos metimos debajo del puente, tire su ropa al suelo y me abrí el pantalón- a ver fagot, enséñame lo que sabes hacer- Walter se puso de rodillas y se metió mi verga ya erecta en la boca.

Ese güerito era muy bueno mamando, comenzó a tocarme el pecho mientras me la chupaba y le quité las manos poniéndoselas detrás - ¿te dije que podías tocarme pendejo?- le dije

-No Señor, perdón Señor- me respondió sacándose unos segundos mi verga de su boca y luego se la volvió a meter moviendo su cabeza adelante y atrás con ritmo, con hambre, me hacía sentir que llevaba toda la noche esperando ese momento.

La luz del alumbrado público dejaba ver sus rasgos en la penumbra, se veía muy lindo y con mi verga en la boca se veía mejor. El placer que me hacía sentir hizo que me recargara en la pared del puente - ahhhh que bien la mamas marica- Walter reaccionó a mi comentario mamando más sabroso, con más energía, con fuerza…

Lo levanté de los hombros y lo puse contra la pared, le bajé el calzón a la mitad de sus piernas, zuuuum una nalgada y sus glúteos se pusieron duros, eran tremendos y sensuales, rosados y bien formados…

Con una mano le daba nalgadas y con la otra le abría las carnes sacando al aire su culito rosado y pequeño… me agaché a lamérselo… no solo para lubricarlo siempre me ha gustado tener calientes a mis perras… ¿o no perras?

Miguel asiente con su verga en la boca y Octavio responde - si Amo- mientras le acaricia los huevos

Ese pinche culo olía rico y sabía delicioso- continúa contándonos Lucas- estaba bien apretado, hermoso… se lo dejé bien mojado y hasta le metí la lengua para mojarlo por dentro… luego lo giré, me escupí en la verga y dirigí mi glande hacia su orificio

-¿listo fag?- le pregunté

-Si Señor, por favor Señor- me rogó moviendo sus nalgas contra mi verga

-Quieta marica- le dije y sosteniéndolo de los cabellos se la fui dejando ir, despacio… muy despacio. Aquel culo además de bonito resultó bien tragón… la verga le fue entrando milímetro a milímetro y Walter agarrado de mi mano por sus cabellos comenzó a gemir delicioso- gracias Señor- me decía y me ponía más y más caliente.

Apretaba muy rico pero también se dejaba coger y sentía que mi verga casi casi resbalaba hasta el fondo… cuando la tuvo bien adentro comencé a embestir suave, mis huevos pegaban contra su perineo y sus nalgas brillaban en la oscuridad mientras mi verga extraía todo el placer que podía de adentro… Walter la tragaba delicioso por el culo…

Fui aumentando la intensidad hasta que se volvió frenética, no le solté jamás los cabellos era como tener una yegua donada por la brida y lo sentía sumiso y completamente entregado a mi… seguir cogiéndolo cada vez más fuerte, más rudo, más bestial, hasta que verdaderamente me transformé en un animal y bufaba y gemía como loco, me vine adentro de él aullando de placer…

Mientras sentía el orgasmo y mi chorro de leche salía internándose en su cuerpo veía sus nalgas tensarse y aflojarse y las paredes de su culo me apretaban como exprimiéndome… pinche Walter… que rico me vació los huevos.

Lo tiré al piso ahí en el lodo junto al río debajo del puente y lo oriné sin avisarle. Walter se quedó quieto y abría la boca excitado se quizo masturbar y le quité la mano- los fags no se masturban- le dije y puso sus manos a los lados obedientes, seguí meándolo hasta la última gota, todavía recuerdo que me sacudí la verga en su cara para que cayera todo

-Vístete- le ordené con cierto sadismo, quería ver si se ponía la ropa así, mojado de mis meados… lo hizo y cuando estuvo bien vestido caminamos juntos hasta su casa, en la puerta lo obligué a despedirse de mi besándome los pies, no solo lo hizo, lamió el suelo debajo de mis zapatos- estoy muy agradecido de que me haga su faggot, Señor- me dijo.

A partir de ese día fue mi cumpdump, hasta el día que dejé la ciudad y me mudé a la capital. Ahí conseguí trabajo como Go Go Dancer en un bar… busqué con quien repetir la experiencia pero todos salían asustados cuando empezaba a tratarlos rudo.

Y… ahhhh ahhhh- Lucas comienza a venirse sin control en la boca de Octavio, lo sujeta de la nuca y aprieta su boca contra el con fuerza… después de unos minutos se queda quieto- ya me vine compas… tendré que seguirles contando la historia otro día, estoy cansado, me voy a dormir.

No dice más, se levanta del asiento y sus dos esclavos avanzan detrás de él a cuatro patas. Martín y yo nos quedamos solos- abre la boca perro- me dice - me la voy a jalar para que también nos vayamos a dormir-