Mi primer esclavo

Siempre me ha gustado dominar y nunca me ha gustado ser dominado. La primera vez que tuve un verdadero esclavo fue con una una antigua pareja que tuve. El chico en cuestión (lo llamaremos Iván, nombre ficticio, aunque será lo único que no sea real de esta historia) llevaba un año siendo mi pareja. A él siempre le gustó que le follara,boca y culo,y era prácticamente todo lo que hacíamos en nuestra relación de pareja.

Yo siempre había fantaseado con convertirle en esclavo,pero era algo que nunca me atreví a hablar por miedo a su negativa.

Iván tenía quince años menos que yo (siempre me han gustado más jóvenes),y a él le encantaba abrazarme por la noche cuando nos íbamos a dormir. Una noche de invierno frío en mi ciudad me desperté de madrugada con sus brazos bien agarrados a mi cuerpo,estrujándome,como a él le gustaba. Al intentar levantarme para ir al baño le desperté y me preguntó que adonde iba. Le dije que al baño,que me estaba meando,y él protestó y me dijo que no,que no saliera de la cama que hacía mucho frío,abrazándome más fuerte. Me reí,le besé en los labios y le miré unos minutos en los que él seguía con los ojos cerrados intentando volver a dormir. Al poco tiempo mi necesidad de orinar fue imperiosa y volví a intentar zafarme para dirigirme al baño,pero él me abrazó con más fuerza sin querer soltarme.

-Nene,ya (le dije) me meo y no puedo aguantar más.

Él se escurrió dentro del edredón soltando mi cuerpo y me bajó el pantalón del pijama agarrando mi polla con su mano.

-¿Si te meas en mi boca no sales de la cama y seguimos durmiendo?

Yo me quedé perplejo y la idea de su propuesta hizo que mi polla se endureciera al segundo.

-Mmmm (susurró él) me parece que eso es un sí.

Acto seguido se la metió en su boca. Como no podía aguantar más empecé a mear muy,muy despacio,al tiempo que él bebía ansioso toda la meada. Al ver que tragaba rápido fui acelerando la descarga hasta que no me quedó una gota.

-Eres un puto cerdo (le solté riendo alucinando)

Y él sin soltar mi polla me respondió:

-¿Podemos seguir durmiendo ya? A no ser que también necesites descargar la leche…

Yo estaba alucinando y sólo pude responder que no me vendría mal. Él se puso a mamar y no paró hasta que le llené la boca con mi leche caliente,bebiéndola toda.

-Qué calentito y qué rico todo lo que me das,cariño. ¿Ahora me vas a abrazar de una puta vez y seguimos durmiendo?

Salió de debajo del edredón cogiéndome los brazos para ponerlos al rededor de su pecho.

Obedecí por primera y única vez en nuestra relación y seguimos durmiendo.

Continuará