El nuevo tutor de Raul II

Raul estaba contento. Habia terminado por fin su primer tratamiento de inyecciones y ya podía visitar al Tutor sin que fuera a salir con dolor en las nalgas y sin la vergüenza de llorar con las inyecciones como si fuera un niño. Llevaba eso peor que el propio dolor, pero por mucho que se esforzaba no dejaba de llorar un poco cada vez que le pinchaba, aunque también es verdad que le encantaba la forma en que el Tutor le consolaba… El caso es q llegó a casa del Tutor más tranquilo que otras veces. No se encontraba del todo bien porque hacía un par de dias que le molestaba la garganta y no estaba seguro de no tener algo de fiebre, pero no quería faltar a clases ni a la cita con el Tutor. Nada mas verle, el Tutor se dio cuenta de que algo no iba bien: -¿qué te ocurre, Raúl? Tienes mala cara. ¿Te acostaste muy tarde y has dormido poco? -no, no. Es que llevo dos dias con la garganta un poco fastidiada, pero no es nada, no se preocupe -¿la garganta? ¿Sueles padecer de ella -bueno, todos los años un par de veces acabo con anginas o faringitis, estoy acostumbrado -¿y no has ido al médico? ¿No lo tratas con nada? -me tomo unas pastillas q me recetan siempre, suelo llevar en la maleta -¿solo eso? A ver, deja q eche un vistazo… El Tutor cogió un cuchillo plano, le hizo abrir la boca, apretó la lengua hacia abajo y le miró la garganta. Al tocarle se dio cuenta de q estaba caliente… -Tienes fiebre, Raul. Y esa garganta estará fatal de aquí a mañana si no te cuidas -Sí, sí, en cuanto llegue al piso me tomo las pastillas y me meto en la cama -No. debes curarte bien y tratar ese problema en serio. Vas a quedarte aqui dos o tres dias, hasta q estés bien del todo, y yo me encargo de cuidarte Buscó en unos cajones, sacó un pijama y le dijo q se lo pusiera y se metiera en cama, q en un rato le llevaba un caldo caliente y empezaba con la medicación -No hace falta, Tutor, de verdad. Puedo cuidarme solo, no hace falta q se moleste -De eso nada. Vas a necesitar medicinas pata la garganta cada 6 horas, para la fiebre cada 8 horas y vitaminas cada 12 h para recuperarte bien cuanto antes. Calculo q en tres dias estarás como nuevo —eso son 9 pastillas diarias, ¿no serán demasiadas? Ademas, si me las da ya puedo tomarlas yo -no, Raul. Hay q cumplir estrictamente con los horarios de la medicación, y además nada de pastillas. Serán inyectables, que hacen mejor efecto y más rápido -¿inyectables? ¿cómo q inyectables? ¿todo? -Sí, claro. Inyecciones en el culete. Cada 6h, cada 8h y cada 12h. Tres días en principio. Las programaré separadas para no tener q pincharte nunca dos veces seguidas sin dejar pasar al menos una hora entre ellas, no te preocupes. Cuando toque inyección de noche, te despertaré, te la pondré en un momento y te dejaré seguir durmiendo hasta q toque la siguiente. Podrás descansar. -pero, pero…me va a doler mucho el culo. No quiero tantas inyecciones. Por favor, Tutor… A Raul se le saltaban las lágrimas solo de pensarlo -anda, Raul, déjate de niñerias, q ya eres mayorcito. Ponte el pijama y métete en la cama de una vez mientras preparo el caldo y la primera inyección, q cuanto antes empecemos mejor. Le dió un beso, le hizo una caricia y se fue. Raúl sabía q no había discusión posible, que iba a llorar bastante esos dias y que el culo le iba a doler todo el rato…pero al mismo tiempo sabía que era por su bien y que el Tutor iba a cuidarle mejor que nadie…