El Primo de la Novia 3

-Te traje algunos regalos- le dice Luciano a Oswaldo cuando termina su segunda traducción de la mañana. Luciano se ha ido a correr como siempre pero se ha tardado más de la cuenta.

No se ha bañado aún y aunque el sudor está seco el olor que emite su cuerpo es fuerte, penetrante.

-¿No se supone que no tienes dinero y que por eso vives con nosotros?- le pregunta Oswaldo en tono amistoso

-Si bueno, tengo ahorros, no seas mal agradecido perro- le dice abriendo una bolsa de plástico delante de él, que aún permanece sentado delante de la mesita de la que pone su laptop.

Luciano saca un collar de perro negro, liso, de cuero. Oswaldo se excita de solo verlo, luego saca una correa de cadena de metal- quítate la ropa- le dice escondiendo lo que trae debajo de la bolsa

Oswaldo se pone de pie y obedece entusiasmado, una vez desnudo se pone en cuatro patas sin que Luciano le dé la orden.

El chico se agacha a ponerle el collar y coloca la correa en él, la jala con fuerza para que Oswaldo sienta su poder sobre él, la verga de Oswaldo se pone dura- ¿te gusta?- le pregunta

-woof woof - responde Oswaldo asintiendo

-Bueno, ahora te tengo sorpresa- le dice hurgando en la bolsa de plástico, saca una cola de perro con un plug, Oswaldo trata de hacerse hacia atrás pero la correa se lo impide

-¿Qué pasa? ¿No te gusta?- le pregunta Luciano manteniendo su sonrisa

-No sé si me guste traer algo en el culo- dice Oswaldo con toda sinceridad

Luciano lo acaricia- cachorro- le dice- poco a poco vas a ir aprendiendo que si a mí me gusta a ti va a gustarte- y soltando la correa le ordena- gírate- la correa hace un ruido tremendo al arrastrarse por el piso cuando Oswaldo se gira- levanta más el culo- le ordena Luciano.

Oswaldo la piensa mucho, Luciano tiene que empujarle la cabeza hacia el piso cariñosamente- vamos perrito, venga, tu puedes- Oswaldo se queda con la cabeza en el suelo.

Luciano contempla las nalgas y el culo muy peludos de Oswaldo, luego le escupe en el ojete y pasea su dedo por él, Oswaldo se mueve inquieto. Es un culo apretado, virgen, de hombre…

-¿Tienes miedo?- le pregunta Luciano mientras acaricia suavemente su ano con el dedo

-Wooof- responde Oswaldo asintiendo con la cabeza, es un ladrido suave, a media voz, el ladrido de un perrito que sabe que no tiene opción y que se abandona a las manos expertas de su Amo.

-Es normal perro, pero tranquilo, tú eres mi mascota y yo soy tu dueño ¿verdad?- le dice presionando con un dedo el ano de Oswaldo - te voy a cuidar perrito- le dice besándole la nalga.. la verga de Oswaldo reacciona a ese gesto escurriendo precum.

Luciano agarra la verga del perro y juega con ella, la frota y la masturba con suavidad, Oswaldo permanece en la misma posición.

-Te voy a dar un besito negro para que te relajes- le dice Luciano antes de meter su lengua entre las nalgas peludas de Oswaldo; lame de arriba a abajo presionando con la lengua toda la zona entre los glúteos y dándole pequeñas mordidas en esa zona Oswaldo suspira y gime… cierra los ojos… aquel terreno es completamente virgen, nadie ha estado ahí… pero aquella lengua le despierta sensaciones que no puede rechazar… el collar y la cadena le recuerdan que es un perro y el acto de entregarle el culo a Luciano es parte de este dominio que su Amo poco a poco ha ido logrando sobre él.

Luciano no deja de jugar con la verga de Oswaldo, dándole placer y condicionándolo para que lo sienta cuando juega con su culo… de eso se trata todo… de que sienta placer… el cuerpo de Oswaldo poco a poco se relaja… la lengua de Luciano sabe delicioso… la siente domesticándolo por detrás, entrenándolo, ayudándolo a sentir cosas nuevas… Luciano sigue y sigue… Oswaldo siente el precum hacer una gota larga hasta el piso, Luciano no deja de masturbarlo

Cuando le suelta la verga y saca su lengua de entre sus nalgas Oswaldo lo escucha abrir un paquete detrás de él, luego siente una crema fría mojándole la zona del culo- abre más tus piernas cachorrito- le ordena Luciano y Oswaldo mueve sus piernas gruesas y peludas a los lados exhibiendo aún más ese sitio nunca antes explorado- así muy bien- le dice dándole nalgaditas amistosas.

El dedo de Luciano se pasea en el contorno de su culo… luego con suave presión lo siente entrar. Se pone duro- relaja el culo perro- le dice dándole una nalgada- Oswaldo se relaja- eso… quieto y flojo- le dice metiéndole el dedo más adentro.

Oswaldo piensa que sentirá dolor, jamás ha usado su ano para fines sexuales… sin embargo lo único que siente es un placer raro, indescriptible… Luciano mete el dedo hasta el fondo y luego lo empuja y lo retrae con suavidad, se sienta frente a las nalgas de su mascota para estar más cómodo… y lo penetra con su dedo despacio, muy despacio, extiende su pie derecho que trae aún puestos los tenis y calcetines, Oswaldo se los quita… el aroma a sudor y queso lo emborracha… le quita la calceta y le lame los dedos mientras Luciano sigue jugando con su dedo dentro de aquel culo peludo y apretado.

Oswaldo piensa muchas cosas mientras Luciano le mete el dedo, pero el pensamiento más poderoso, el que lo invade y lo calienta más es hacer consciencia de que un hombre 11 años más joven que él le está abriendo el culo por primera vez y no para hacerlo su amante, sino para convertirlo en su mascota.

Luciano se levanta y jala la correa de su perro- vamos a la cama para que estés más cómodo- le dice- Oswaldo se siente entumido y avanza despacio, luego se detiene- necesito mear- le dice a Luciano.

Luciano conduce a Oswaldo al baño, Oswaldo se levanta para orinar y Luciano le da una nalgada- jamás parado perrito- le dice jalando la correa con fuerza para que Oswaldo vuelva a cuatro patas- los perros no se levantan para orinar- le dice y lo lleva a la regadera- ahí levanta la patita.

Oswaldo se acomoda de lado en la regadera, Luciano se sienta en el retrete a verlo mear. Oswaldo levanta una pierna pero no consigue orinar… se cansa y la baja - no puedo- le dice a Luciano

-Tranquilo- le dice- es tu primera vez… concéntrate- Oswaldo se gira para mirar a Luciano y se queda quieto unos minutos mirándolo a los ojos desde abajo, es la primera vez que mascota y Amo se miran de una forma tan profunda, asumiendo cada uno su lugar. Oswaldo contempla a Luciano sosteniendo la correa que tiene atada a su cuello… siente una humillación tremenda… se le para la verga y le cuesta más trabajo mear… Luciano se levanta- tal vez si me ves mear a mi te animes- le dice y se baja el short para mear parado en el retrete.

Oswaldo mira sus glúteos carnosos y su verga gruesa cubierta de pelos soltando chorros de orines, de pie, como un hombre… se avergüenza de tener que hacerlo de una forma tan poco humana.

Aprovecha la imagen de Luciano meando para levantar su pierna y entonces orina- ¡muy bien perrito!- le dice Luciano que no deja de mear en el WC.

Los meos que brotan de la verga erecta de Oswaldo escurren sin control hacia el piso, salpicándolo, es muy denigrante orinar así, sobre todo hacerlo delante del primo de su novia… Luciano se sacude la verga antes de subirse el short. Oswaldo sigue meando, el charco de orines amarillos le ensucia las rodillas

-Buen perro- le dice Luciano cuando ha terminado, tomando un pedazo de papel para limpiarle las rodillas - vamos ahora si a la cama- le ordena jalándolo de la correa.

El camino del baño a la recámara es distinto a todos los caminos que Oswaldo ha caminado, ahora mira el mundo desde abajo, es un mundo al que ya no pertenece de la misma manera, ahora es un perro y se asume como tal.

Arriba de la cama Oswaldo se siente más cómodo, Luciano le unta lubricante frío nuevamente y esta vez le empuja dos dedos en el culo… la comodidad de la cama hace que Oswaldo se relaje mejor y los dedos resbalan adentro con suavidad y naturalidad…

Algo ha pasado en este lapso de tiempo en el baño, el placer es ahora mejor, más fuerte, más intenso… Oswaldo levanta las nalgas y se entrega al placer con total deseo de que aquel deleite nunca termine…

-Llegó la hora perrito ¿listo?- le dice engrasando el plug de la cola… es un plug grueso, la cola es grande y pesada y necesita quedar bien fija adentro… Luciano lo empuja con firmeza…. Oswaldo gime y siente un poco de dolor- quieto… tranquilo- le ordena Luciano- Oswaldo obedece, muerde una almohada y gime liberando energía… el plug entra despacio… despacio… Luciano no presiona, sabe que es un momento crucial… el perro está recibiendo su cola por primera vez… lo hará suave para que al perro le guste y luego… el mismo pida que se la pongan…

Con mucha paciencia y sabiendo que está en un momento importante del proceso de conversión de su mascota Luciano consigue finalmente que el culo se dilate lo suficiente para que le entre la última parte del plug… la más gruesa… después el objeto muy lentamente se va metiendo solo dentro del ano de Oswaldo hasta que su orificio queda sellado por completo.

Hombre y mascota sudan, ha sido un proceso pesado… Oswaldo se siente feliz al haber cumplido con los deseos de su Amo y mueve la cola entusiasmado.

Luciano cansado se quita la playera y se recarga en la cabecera- ven perrito, le dice- lame mis axilas, estoy cansado-

Oswaldo acerca su nariz a la axila muy poco peluda de Luciano, es como la axila de un adolescente, huele fuerte a sudor concentrado… le pasa la lengua juguetonamente mientras mueve su culo de un lado al otro haciendo que la cola se balancee… Luciano ríe- estás muy a gusto ¿verdad?- le dice acariciando su cabeza

-Wooof wooof- dice Oswaldo sonriendo y asintiendo, Luciano le toma de la nuca, levanta el brazo y empuja el hocico del perro hacia su axila olorosa y peluda.

Oswaldo lame… y lame… como un buen perro, Luciano cierra los ojos y se deja consentir por su mascota.