SERGIO SUMISO I - José, su monitor deportivo

Sergio tenía 30 años, era alto, de ojos verdes, pelo ondulado castaño claro, musculado sin llegar a ser culturista, de piel suave muy blanca y totalmente depilado. Era muy guapo, sin ser especialmente masculino, no tenía plumas, su andar y su comportamiento era de un hombre “normal”, común.

Sin embargo no siempre había sido así. Cuando tenía 10-12 años era un niño “gordito” y cuando tenía 12 años sufrió algo de bullying en el colegio. Nada importarte, pero un día, y por la confianza que tenía con su padre, se lo comenta, le dice que le decían “gordo” en la escuela. A éste le pareció que su hijo lo estaba llevando sin mucho trauma, sin mucho problema, pero unos días después habló con un amigo y éste le aconsejó que llevara al chico a las piscinas del polideportivo local. Le dijo que conocía a un monitor, José, que además de enseñar a nadar y establecer esquemas progresivos, sabía tratar a los chicos sobrepeso, estimularlos y ayudarlos también psíquicamente.

Y así fue. El padre llevó a su hijo personalmente al polideportivo y habló con el monitor, que le dio una impresión muy positiva. Sergio comenzó a ir tres días por semana a las piscinas. Enseguida se sintió muy a gusto y poco a poco fue tomando a José como referencia, a admirarlo cada vez más, a sentirlo como un patrón a imitar. Por propia decisión, Sergio comenzó a ir a diario y la confianza entre ambos aumentó día tras día, conversaban mucho. José se interesaba por las preocupaciones de Sergio y un día, hablando de cómo iba progresando, le sugirió que debería, además de nadar, hacer gimnasia y que, para empezar, quería prestarle una atención personalizada, para lo cual era mejor que acudiera más tarde, una hora antes de cerrar cuando había menos gente.

El cuerpo de Sergio cambiaba muy rápidamente, en parte por los ejercicios que hacía pero también porque coincidió que ya entraba en el “estirón” de la adolescencia. Eso le hacía sentir mejor consigo mismo y a la vez encumbrar a José. Un día ya al cerrar, estaban los dos cambiándose en los vestuarios y Sergio, al ver totalmente desnudo al monitor, pudo verle la polla. Se asombró enormemente y no pudo apartar la vista.

• José: “¿Qué te pasa Sergio? Te has quedado como paralizado”

• Sergio (rojo como un tomate): “Es que…”

• José: “¿Es que qué? Dime lo que sea, soy tu amigo, no sólo tu monitor”

• Sergio (tartamudeando): “Es que vi tu polla… es muy grande… nada que ver con la mía”

• José (riendo): “¡Ah, es eso!... no te preocupes, aún te crecerá”

Ahora Sergio tenía 14 años y llevaba aproximadamente un año pajeándose. Al hacerlo se centraba en el placer que sentía físicamente, no le llegaban muchas imágenes concretas a la mente, pero cuando le llegaban, en ellas aparecía su ídolo. Y ese día en que le vio la polla al monitor se hizo una paja pensando en José con la polla dura y pajeándose.

Al día siguiente volvieron a estar solos en los vestuarios. José se había quedado con un poco de remordimiento consigo mismo por no haber sido totalmente sincero con el chico y retomó el tema.

• José: “Sergio, disculpa, ayer no fui totalmente franco contigo… soy de polla grande, bastante mayor que el promedio… pero lo peor es que no te dije toda la verdad en relación a la tuya”

• Sergio: “Entonces…”

• José: “Es que aunque es cierto que algo te crecerá, no será mucho, eres de polla pequeña, chiquitín”

A Sergio le gustó eso de “chiquitín”, pero aprovechó para seguir sacándole información sobre sexo, el tema le interesaba.

• Sergio: “¿Entonces no seré nunca bueno en el sexo?”

• José: “¡Qué va! el sexo es más que una polla grande o pequeña, y hay muchas formas de sexo, lo mismo en sexo heterosexual que homosexual… asumo que sabes de qué estoy hablando… ”

• Sergio: “Sí… de hecho… tengo dudas… no sé si me gustan las chicas, la verdad”

• José (después de una pausa): “Bueno… sobre eso sólo te puedo decir que te irás dando cuenta… y lo que tienes que tener claro es que no tienes que tener vergüenza en ser lo que seas… esas cosas no son decisión de uno, es la pura naturaleza… y no te preocupes por tu polla, has logrado un cuerpo muy hermoso y ese puede ser tu fuerte”

• Sergio: “Gracias… y ya hablando como estamos, me siento obligado a decirte algo más… como acabo de decir tengo dudas… pero creo que pienso más en los hombres… de hecho ayer no me pude quitar la imagen de tu polla de la cabeza”

• José (cada vez más sorprendido): “¿Y en qué pensabas en concreto?”

• Sergio: “Pensaba en cómo sería dura… pajeándote como lo estaba haciendo yo”

• José: “O sea que quieres vérmela empalmada”

• Sergio: “Es que después de habértela visto… no sé cómo se pondrá de grande”

• José: “¿Quieres verla ahora? La tengo a medias”

• Sergio: “Sí”

• José: “Pero ni una palabra a nadie, ¿entendido?”

• Sergio: “Claro”

Mientras hablaban se habían vestido a medias. José se había puesto los calzoncillos y el pantalón corto. Estaba aún en chanclas y no tenía puesta la camiseta. Y se baja el pantalón junto con sus calzoncillos hasta los tobillos, y de una a la vez.

• José: “Aquí tienes nene, ¿ves que está ya mayor que ayer? Y aún se pone más grande”

• Sergio (con la boca abierta): “¡Ay sí!”

• José: “Mira como me pajeo, verás que enseguida se me pone a tope”

• Sergio: “¡Uff, cómo crece!”

• José: “Ya está, ¿te gusta?”

• Sergio: “Mucho”

• José: “¿No quieres tocarla?”

Sergio extiende tímidamente la mano. José al notarlo le coge la mano y se la lleva a su polla, el chico siente el calor y la solidez de esa polla que es muchas veces más grande y más gorda que la suya.

• José: “¡Qué gusto nene! ¿te gusta tocarle la polla a quién te ha hecho quien eres ahora? Porque fui yo quien te ha construido, ese cuerpo tuyo te lo he hecho yo… mira, vamos hasta ese espejo que hay allí pero desnúdate por completo, incluso sin calcetines, que para valorar un cuerpo hay que verlo sin ropa”

Sergio lo quita todo y va de su mano al espejo. José se le pone detrás.

• José: “¿Te ves? ¿ves lo guapo que estás?... tendrás claro que ese cuerpo lo he hecho yo, día tras día, ejercicio tras ejercicio… aunque reconozco que siempre has tenido buen culo… y tú preocupado por el tamaño de tu polla… con el cuerpo que tienes y el culazo que te gastas… todos no somos iguales… algunos tenemos un pollón y otros un culazo… tienes que estar orgulloso de ser tal cual eres… ¿me dejas tocarte, manosearte?”

• Sergio: “Sí, sí por favor”

• José: “¿Te gusta?... te voy a tocar también las téticas, que las tienes muy ricas, muy buenos pezones… por eso te digo tenemos que estar orgullosos, tú de ser como eres y yo de ser como soy… y si quieres una polla grande aquí tienes la mía, ¿la sientes en tus nalgas?”

• Sergio: “¡Cómo no la voy a sentir si es así de grandota!

• José: “Date la vuelta y ponte de rodillas, ¿no la quieres chupar?”

• Sergio: “Me gusta verme de rodillas, siempre te he visto superior a mí y hoy más aún”

• José: “Abre la boquita nene… chupa como si fuera un chupachups… así… muy bien… poco a poco ve tratando de meterte más en la boca… acaríciame los cojones con tus manitas mientras lo haces…”

• Sergio: “Argh”

• José: “Nene, si te ahogas o te dan arcadas te la sacas de la boca, respiras, tragas y vuelves a la carga, no pasa nada, poco a poco te será más fácil… y te digo una cosa, para ser tu primera vez lo haces muy bien”… (y luego de un rato)… “Ahora ponte de pie chiquillo, ponte otra vez con tus nalgas rozando mi polla… así, perfecto… mueve el culo restriégate para que sientas lo que es un buen pollón”

• Sergio: “Mmm, tu polla me vuelve loco… ¿no quieres metérmela?”

• José: “Eres muy jovencito… ¿estás seguro que quieres?”

• Sergio: “Sí”

• José: “La primera vez puede doler… y con el tamaño de la mía más”

• Sergio: “No importa… me aguanto… no quiero que sea otra polla… quiero la tuya… que seas tú”

• José: “Espera… creo que es mejor que vayamos a mi casa, de hecho aquí ya hemos corrido bastante riesgo de que nos vean, ¿tienes algo que hacer? ¿tienes tiempo?

• Sergio: “No tengo nada que hacer pero si lo tuviera tampoco me importaría”

• José: “Pues vamos, que hoy va a ser tu día”

Nota: Son 7 capítulos, los iré subiendo poco a poco. Si lo quieren leer todo, ya está en Amazon libros. Con poner a buscar el pseudónimo "cubasturias" le sale.