El Primo de la Novia 8

Tan solo dos días han pasado desde que Oswaldo quedó sentenciado a su jaula de castidad.

Luciano mantiene una constante vigilancia de su perro, vivir en el mismo departamento 24 horas juntos le permite tener un control completo de su animal.

Constantemente lo descubre tocándose la jaula y tratando desesperadamente de sentir algo, a veces lo ve frotándose contra el colchón.

-¡Perro!- le llama siempre la atención y le da con el zapato un par de golpes en los huevos para que aprenda a comportarse.

Al amanecer del tercer día, después de bañarlo bien y de ponerle su cola se sienta delante de él en el piso y le dice- comprendo que la castidad te tiene loco- el perro asiente ladrando- no te la voy a quitar, ni te voy a dejar venirte, pero haré algo para que te calmes un poco- y sacando su celular añade- te voy a cruzar.

Oswaldo se pone inquieto, ¿a qué se refiere el Amo con “cruzarlo”?, no se atreve a preguntar porque no tiene permitido hablar y el dolor que le producen los castigos de Luciano ya empiezan a tenerlo bien controlado.

Luciano toma su celular y le ordena- gírate y para las nalgas perro- Oswaldo se gira nervioso- vamos a buscarte un perro Alfa que te preñe-

No es lo que Oswaldo tenía en mente pero por una razón que no comprende la idea lo pone muy caliente y lo excitan - eso perro, que buena foto- le dice Luciano sonriendo.

Luciano pasa la foto del culo de su perro por todos los chats y páginas de BDSM que se encuentra, “Quiero cruzar a mi perro” dice en el encabezado de sus anuncios “busco propietario con perro Alfa que acepte cruzar a su mascota con la mía”… está escrito en el cuerpo del anuncio.

-Ven perro, lame mis patas- esta mañana los pies de su Amo están limpios y frescos después del baño, Oswaldo prefiere que le huelan porque siente que su cara se queda impregnada con su aroma, pero ya aprendió que el Amo no hace lo que a él le gusta, es él quien hace todo lo que su Amo espera que haga y es su Amo quien termina siempre satisfecho.

Se mete todos los dedos de su pie derecho en la boca y los lame dentro de ella mientras vigila con cierta ansiedad a su Amo que responde en su celular a algunas solicitudes que llegan a partir de su anuncio.

Oswaldo le lame la planta del pie izquierdo con diligencia, y luego le lame entre los dedos despacio pero con lengüetazos largos, llenos de energía… deja luego que los pies reposen en el piso y les lame el empeine sujetándose de los tobillos de su Amo, le encantan esos tobillos delgados unidos a sus piernas peludas y varoniles.

Luciano se aparta del celular algo cansado- pfff que difícil es encontrarte novio campeón- le dice acariciándole la cabeza- estoy aburrido, tráeme las pinzas con cadena.

Oswaldo a cuatro patas avanza hacia una silla en donde están las pinzas de metal unidas por una cadena, muerde la cadena y la lleva en el hocico a su dueño, Luciano las toma y le coloca una en cada pezón mientras Oswaldo permanece en cuatro.

Toma la correa con la que acostumbra llevarlo de un lado a otro de la casa y la adhiere a la cadena de las pinzas- ven quiero mear. Oswaldo siente el jalón en sus pezones y avanza rápido a cuatro patas siguiendo a su Amo, en la medida en que se queda casi pegado a su pie el jalón de pezones disminuye su intensidad.

Luciano lleva a Oswaldo adentro de la regadera - agarra mi verga y ya sabes qué hacer- le ordena. Oswaldo sostiene la verga de su Amo dirigiendo la punta del glande a su boca- Luciano orina sin ver su verga, se mantiene mirando al celular y texteando. Un chorro de meos calientes brotan de su verga y se depositan en la boca de Oswaldo que traga lo más que puede aunque muchos de los orines le caen en el cuerpo.

Luciano ni siquiera tiene que mirar a donde orina, Oswaldo se encarga de dirigir el chorro a su boca para tragar. Cuando termina le limpia el glande con su barba, Luciano se sube el pantalón y luego toma con un vaso un poco de agua del WC, se la tira en la cara y el pecho a Oswaldo para que se enjuague.

Oswaldo se unta jabón en el pecho a donde se ha mojado de meados y Luciano le tira más agua del water .

-Este me gusta- dice en voz alta y Oswaldo se queda quieto esperando la posibilidad de que su Amo le enseñe a quien acaba de conocer.

Luciano se sienta en el WC para terminar en acuerdo, sostiene la cadena de las pinzas de Oswaldo con la mano y las jala hacia él, provocándole dolor a Oswaldo, como Luciano ni siquiera se gira a verlo Oswaldo siente un dolor más intenso, no hay peor dolor para él esclavo que el que el Amo no mira y disfruta.

-¡Ya está!- dice Luciano- vienen en camino- añade sonriendo- métete a la regadera- Luciano lava a conciencia el cuerpo de Oswaldo, le rasura el contorno del culo para que quede más a la vista, luego lo deja en la regadera y regresa con un tubo largo de plástico, le inserta la punta del tubo en el culo, es como un embudo que se hace muy angosto en la punta, aprieta el tubo y Oswaldo siente un líquido frío entrar por su ano.

-Aguántalo ahí hasta que te diga- le ordena Luciano. Oswaldo siente ruido en sus intestinos y luego una tremenda necesidad de evacuar. Comienza a aullar como perrito asustado - auuuu auuuu auuu- dice mientras frunce el ceño y aprieta las nalgas

-Cállate perro- le dice- ya sé que quieres cagar, pero te aguantas.

Oswaldo suda y se pone nervioso, la posición en la que está no le facilita aguantarse las ganas, siente unos nervios tremendos, unas ganas de cagar sin control, se mueve y se aprieta, frunce el culo respira agitado… un suplicio que jamás ha sentido de esa forma mucho menos delante de otro hombre- caga le ordena finalmente Luciano a Oswaldo.

Oswaldo jamás ha cagado delante de nadie, pero no tiene tiempo de sentir escrúpulos por cagar delante de Luciano. Se sienta en el WC y evacua: gases y líquido brotan sin control, Luciano hace un gesto de desagrado - más que un perro eres un pinche cerdo- le dice dándole una cachetada. Lo levanta de los cabellos y para humillarlo aún más le limpia el culo el mismo, Oswaldo se avergüenza y esconde su cara. Luciano lo mete a la regadera y lo hace limpiarse de pie el culo. Luego lo obliga a empinarse en el WC después de jalar la cadena del WC. Le vuelve a meter el enema en el culo, y lo hace permanecer así por un buen rato- cuidado y se te escapa aunque sea una gota, te estoy mirando- dice Luciano.

Para aumentar su ansiedad le da nalgadas, Oswaldo las recibe con el culo duro, apretando para que no se le salga nada - evacua- le ordena finalmente Luciano, mientras Oswaldo suelta gases y líquido en menor cantidad que la primera vez Luciano lo mira con una sonrisa malévola- ¿te das cuenta qué patético eres?- le dice- no puedes siquiera cagar cuando quieras… tienes que esperar a que te lo permita.

Oswaldo cae en el cuenta, el poder que Luciano tiene ante el ya es tremendo.

-Límpiate y gírate- le ordena a Oswaldo y tras jalar la cadena repite el enema- hasta que salga limpio perro- le dice

Esta vez lo obliga a hacer sentadillas en la regadera jalando la cadena que tiene en los pezones hacia arriba y hacia abajo- uno… dos…- cuenta mientras jala la cadena para dirigirlo, un pedo con agua sale del culo de Oswaldo, Luciano jala tan fuerte la cadena que le arranca las pinzas de los pezones, Oswaldo grita y suelta todo el líquido contenido dentro de él, su cara es un poema para Luciano, Oswaldo caga agua sin control, con la cara angustiada y toda su libertad completamente anulada.

Luciano enciende la regadera y pone a Oswaldo contra la pared- te dije que no soltaras hasta que te lo ordenara- le dice pegándole en las nalgas mojadas con la palma de su mano mientras el agua helada recorre su cuerpo…

Una toma más del enema, esta vez Oswaldo puede quedarse sentado en el WC y esperar a que salga, finalmente el líquido sale transparente.

Oswaldo se enjabona y enjuaga de la cintura hacia abajo con agua caliente, Luciano no pierde detalle. Luego en su recámara, lo hace empinarse de pie para lubricarle y dilatarle el culo.

Cuando el teléfono suena Oswaldo ya está en su jaula, perfectamente bien bañado, con el culo dilatado y el plug de perro dentro de el.

Luciano le ha rociado loción en el cuello y en las nalgas… Oswaldo mira a Luciano caminar hacia la puerta, escucha el saludo de un hombre maduro, luego mira a un hombre muy musculoso, con una hood de cachorro acercase a cuatro patas a su jaula, comienza a ladrarle con una voz ronca le ladra fuerte, Oswaldo se intimida, el perro no deja de ladrarle y Oswaldo siente miedo aunque su jaula lo protege, luego llega su Amo y el Amo del perro Alfa que está delante de él

-Quieto Spiro- le ordena el Amo Maduro, un hombre en sus cincuenta, muy guapo, con barba blanca y cabellos negros entrecanos.

-¿Cómo se llama tu perro?- le pregunta el maduro a Luciano

-Oswaldo- responde Luciano

-No mames cabrón, ponle un nombre de perro- dice el hombre maduro.

-¿Ya lo has cruzado antes?- pregunta el maduro

-Es la primera vez- responde Luciano- pobrecito, debe estar asustado- dice el maduro.

El visitante se para entre Spiro y la jaula, la abre, sujeta a Oswaldo con fuerza del collar y lo jala hacia afuera- ven perrito, ven… tranquilo. La voz casi hipnotizante del hombre maduro le da confianza, Oswaldo sale de la jaula y se queda en cuatro fuera de ella, el maduro le pone la correa en el collar y lo jala, lo lleva hasta el sillon de la jaula, Spiro avanza detrás de Oswaldo oliéndole las nalgas.

El maduro se sienta en el sillón, y se golpea los muslos- aquí Oswaldo, sube una patita- Oswaldo sube una pierna en el maduro y la otra se queda en el piso, está abierto enseñando el culo. El maduro con mucha práctica sujeta la cola y se la saca muy despacio, Oswaldo siente placer… Spiro le huele la pierna que reposa en el piso.

Su culo se queda abierto unos instantes después de que sale el plug de cola, el maduro le ofrece a Spiro el plug para que lo huela- huele Spiro, huele a tu nueva novia- le dice y el perro mueve la cola que trae metida en el culo igual a la que traía Oswaldo.

El culo de Oswaldo se cierra, el maduro lo acaricia- ven Spiro, ven- Spiro sujetando la cola de Oswaldo en el hocico camina hacia donde está su amo, acariciando el ano de Oswaldo- mira perrito, ahí tienes que meter tu verga ¿te gusta?-

-Wooof wooof- ladra Spiro poniéndose en dos patas y meneando la cola- mira que lindo culito tiene tu novia, está bien apretadito, lo vas a preñar ¿entendido?- le pregunta el maduro a su perro y el animal responde ladrando- wooof wooof wooof- eso… baja tu patita perrita- Oswaldo obedece y se queda a cuatro patas delante del Amo Maduro, el Amo le quita la castidad a Spiro y se la masturba un poco, es una verga de tamaño normal, unos 17, quizá 18 centímetros, aunque esta rasurada tiene un pequeño mechoncito de pelo rubio en donde empieza la verga, esta circuncidada.

Oswaldo la mira con hambre-¿te gusta perrita?- le pregunta a Oswaldo

-wooof wooof- responde tímidamente Oswaldo. En su mente queda claro que aunque hay dos perros ahí, el es la hembra y eso lo humilla, la humilla aún más.

-Cómela perrita- le dice el Amo Maduro soltándola - cómela y prepárasela.

Oswaldo avanza hacia la verga de Spiro y se la mete en la boca. Luciano le entrega una cerveza al Amo Maduro y los dos platican como si Oswaldo y Spiro no existieran.

Spiro permanece a cuatro patas, así que Oswaldo tiene que tirarse en el piso boca arriba para mamarla. Spiro le lame los huevos y mete su lengua en la jaula para estimularlo también.

Mientras tanto Luciano hace un nuevo amigo, se llama Ezequiel, y ha sido Amo desde hace muchos años. Spiro es uno de los muchos perros y esclavos que lo sirven.

Spiro se baja de Oswaldo y empuja con su cabeza a Oswaldo para que se gire, Oswaldo comprende que ha llegado el momento, se coloca en cuatro con la cabeza en el piso y el culo levantado… Spiro trata inútilmente de ensartarlo sin usar las manos, Ezequiel se acerca y sin dejar su charla amena con Luciano le sujeta la verga a Spiro y la pone en el ano de Oswaldo, cuando Spiro le mete suavemente la punta Ezequiel le abre las nalgas como supervisando que su perro Alfa cumpla bien con su objetivo.

Spiro se la mete a Oswaldo literalmente de perrito, con sus dos manos a los lados del torso de Oswaldo que tiene que agacharse un poco para que de forma natural la verga de Spiro le quede bien a la altura del culo

El perro Alfa nunca separa las “patas delanteras” del piso, lo coge como un animal y eso hace que Oswaldo se sienta un animal también… Spiro es muy hábil y logra meterla completa, con la fuerza de un atleta lo embiste gruñendo y aullando como un perro Alfa…

-Eso cachorro dale duro a la perrita- dice Ezequiel dándole suaves nalgadas mientras Spiro agitado menea la pelvis hundiéndole la verga hasta el fondo…

Oswaldo aúlla de dolor y de placer… Spiro tiene un cuerpo espectacular, la posición en la que están hace que sus protuberantes pechos se embarren en su espalda y la llenen de sudor, aunque sus brazos enormes y fuertes no lo tocan se siente abrazado por él, y la pelvis se le pega a sus nalgas haciendo un chasquido delicioso…

Luciano se acerca a acariciarle la cabeza- estás siendo una buena perra- le dice- estoy muy orgulloso de ti- Spiro continúa embistiéndolo, los dos aúllan y ladran Oswaldo respondiendo a Spiro, su verga lo taladra con cierta violencia pero a Oswaldo la sensación le encanta… se excita enormemente y se relaja dejando que Spiro saque todo su placer de él.

El perro alfa lanza un alarido- auuuuuu auuuuuu auuu wooof wooof wooof- Ezequiel y Luciano se giran a mirar a los perros… Spiro tira su cuerpo sobre Oswaldo y sigue meneando la pelvis… de pronto chorros y chorros de leche le inundan el interior

Poco a poco Spiro disminuye su movimiento… hasta que se queda quieto… Oswaldo lo ha disfrutado pero está más caliente que satisfecho.

Ezequiel saca la verga de Spiro del culo de Oswaldo, aprovecha que está dilatado para meterle la cola- listo, ya quedó preñada la perrita.

- Gírate perra dale las gracias- le dice conduciendo la boca de Oswaldo por su collar a la verga de Spiro, Oswaldo la lame y la mama limpiándole el semen que ha quedado dentro de él. Spiro se queda en “dos patas” con sus brazos doblados como un perro fiel.

-Quédate a cenar Ezequiel- le dice Luciano- me la estoy pasando muy bien

-Si, con gusto- responde el hombre maduro-¿dónde ponemos a los perros para que descansen?

Luciano los conduce al pequeño patio de la casa, Ezequiel le quita la hood a su perro, es un hombre rubio muy apuesto, joven, con la cabeza rapada.

Luciano cierra la puerta y los dos Amos se meten en la casa a platicar.

-Hola- dice tímidamente Oswaldo

-Hola Oswaldo, tienes un culo muy rico

-Tu una verga increíble- responde Oswaldo

Los dos perros se conocen mientras permanecen desnudos y en el piso como un par de mascotas obedientes.