El cuarto del gasoil

Tras mucho tiempo insistiendo, decidí quedar con Raúl, se ofrecía como un sumiso al que le gustaba dejarse hacer de todo. Por fotos vi que tenía un bonito cuerpo para el pecado y decidí usarlo de forma que el recordará para siempre.

Conseguí un par de cuerdas, cogí una silla, algunas velas y un par de calcetines que estuve usando desde que decidir quedar con el y cervezas,el lugar estaba claro..... el cuarto del gasoil, olor característico, tuberías para atarlo, discreto y el lugar perfecto para hacer que no me olvidara.

Cuando llegó Raúl recuerdo que bajó la cabeza al verme, aquí estoy amo me dijo, le pedí que me acompañará y fuimos al cuarto, ya había algunas velas encendidas, lo empuje contra la pared y le quité la parte de arriba confirmando así que tenía un bonito cuerpo para ser usado y decidí atarlo a una tubería.

Con su camiseta le tape la cabeza, me subí a la silla y le meé la cara empapando también su camiseta, su respiración se iba acelerando. Le di la vuelta y le baje los pantalones viendo ese culo que me había enseñado en fotos, me la puso dura del tirón y no pude evitar clavarsela de golpe y follarlo duro mientras notaba su culo cerrado, se le escapaba algún gemido cada vez que le decía " te gusta duro, eh... te voy a destrozar", cuando lo note dilatado le pase un calcetín por la nariz y la boca antes de ponérmelo en la polla y se la volvi a clavar entera, mientras apretaba su cara contra las tuberías, la polla le chorreaba al cabron y así llegó mi primera corrida, me quite el calcetín de la polla y se lo metí en la boca empapado en mi leche.

Decidir abrirme una cerveza y dejarlo atado en las tuberías con la cabeza tapada con la camiseta con mis meos y el calcetín lefado en la boca alrededor de 30 minutos, sin que supiera lo que vendría después. lo pasé a la silla desnudo por completo, solo con la cabeza tapada y el calcetín en la boca y lo ate de pies y manos, cogí una de las velas y empecé a derramar cera sobre sus hombros mientras su respiración se aceleraba, le volvi a mear encima y decidí dejarlo inmóvil otro buen rato mientras yo tomaba otra cerveza.Su polla se seguía mojando cada vez que le pellizcaba los pezones y le hacía alguna caricia con el cinturón, le derramé cerveza fría en la camiseta que le cubria la cabeza antes de volverlo a mear, al cerdo cada vez le babeaba más la polla y yo iba pensando cual sería mi siguiente travesura con ese juguete que había venido a visitarme...

Continuará