El Sumiso Mentiroso

Si algo no soporto son las mentiras, Rubén se ofrecía como un sumiso que sólo buscaba un amo, que era un perro fiel y todas esas cosas que se dicen cuando uno intenta venderse, decidí darle una oportunidad y empezamos practicando el feet fetish quedando en algunas ocasiones.

Entre amos nos conocemos igual que las perras acostumbran a ir en manada, charlando un día con un amigo le expliqué lo de Rubén y el también le conocía y efectivamente también quedaban para practicar el feet fetish y se le vendió como a mí, un sumiso que solo quería un amo y que era un perro fiel.

Decidimos que sería una buena idea darle una sorpresa y quedamos en mi casa, allí estaría yo con algo especial esperándole.

Sonó el timbre y abrí, después del "Hola Amo", le invite a pasar al comedor y allí se encontró con mi amigo, le cambió la cara.

Le dijimos que no se preocupara, que no pasaba nada y que si quería podía irse o si quería podía quedarse que teníamos algo preparado entre los dos relacionado con su morbo por nuestros pies, decidió quedarse.

El otro amo y yo nos descalzamos, cogí nuestros calcetines sudados como a el le gustan y los metí en una olla a hervir con agua durante 10 minutos, le puse la mesa con un mantel individual, una copa con agua y una cuchara.

Invité a Rubén a sentarse a la mesa y le saqué un plato de deliciosa sopa para cenar, nunca le habían hecho algo así.

Rubén saboreó la sopa bajo nuestra mirada, tardó pocos minutos en acabarse el plato, cuando acabó de comer le dijimos que por favor se levantara que esa era la última vez que íbamos a formar parte de sus morbos y lo invité a marcharse.

No había nada que recriminar.