Día de partido

"Hoy hay partido" es el mensaje que más me gusta recibir.

Ese día voy a casa de mi Amo, entro, me desnudo, paso por el baño y cojo una palangana, paso por la cocina para servir una cerveza y voy al comedor, donde ya está Él desnudo en el sofá.

Me dice quién juega ese día (puede ser de cualquier deporte) y yo digo quién creo que va a ganar. Esa es toda la interacción que tendremos hasta el final del partido.

Le doy la cerveza, me pongo entre sus piernas con la palangana al lado y empiezo a comérsela mientras Él ve el partido, se toma la cerveza y se relaja después de un largo y duro día en la oficina.

Durante ese rato, si le apetece escupirme, puede elegir entre hacerlo mientras mamo o hacerme parar para hidratarme la boca.

Durante ese rato, si le apetece mear se pone de pie, saco la lengua, me pongo la palangana debajo de la barbilla y espero a que termine. Le relamo para que no gotee en el sofá y continuamos.

Durante ese rato, si me apetece mear, tengo que hacerlo en la palangana sin parar y sin manchar nada.

Generalmente se corre justo cuando acaba el partido. Se pone de pie y me lo echa donde más le apetezca ese día: boca, cara o pelo. La palangana, por si acaso, siempre debajo de la barbilla.

El resultado del partido y mi pronóstico nos lleva a la elección final. Si he acertado elijo yo, en caso contrario Él:

- Irme a casa con toda su corrida (y, quizás, si le apeteció, babas) restregadas por la cara y pelo.

- Enjuagarme la boca y limpiarme la cara y el pelo con el contenido de la palangana.

Una vez aseado o restregado, vacío la palangana en el baño, la limpio y seco, tiro la cerveza, recojo la copa o vaso y lo limpio, me visto y me voy hasta el siguiente "hoy hay partido".