La sorpresa

Era la segunda vez que servía a mi Amo. Iba muy tranquilo porque la primera vez fue muy bien. Solo escuchar su voz me pongo a sus pies, me encanta como huele su cuerpo, el tacto de su piel. Me gustó como me trató, firme y protector. Sin actuar. Además tiene un pollón que madre mía, y unos buenos cojones que lamí y relamí hasta que se cansó. Me dio dos folladas y entre medias mamadas, jugó con mi culo e incluso me permitió acurrucarme en su pecho oliendo su sobaco y sintiendo su respiración.

Cuando llegué me ordenó que me quitara la ropa excepto el slip. Se sentó y me puse a acariciar y masajear sus pies. Después de unos 20 min se oyó abrir la puerta de su casa.

Joder. Me asusté y me iba a poner de pie cuando mi Amo me acarició y me dijo que estuviera tranquilo. Me arrodillé y vi entrar en el salón a un hombre negro, altísimo. Parecía un idiota mirandole con la boca abierta.

Se agachó para besar a mi Amo y después me cogió por la barbilla, me acarició, me dijo "bienvenido" y me dió un tortazo mientras me sonreía.

Continuará...