Mis relatos son sencillos porque son reales. Por eso agradezco los comentarios que recibo. El que voy a contar a continuación también es muy sencillo.

A la cafeteria que iba siempre trabajaba un camarero joven, no llegaba a los 30. Era sudamericano, piel morena, delgado y con una cara preciosa. Me encantaba mirarlo mientras trabajaba. Intentaba que ni él ni mis amigos se diersn cuenta de que me volvia loco.

Un día, que estaba yo solo, esperando por mis amigos, hacia que leia un periódico pero como siempre no paraba de observarlo. Pero ese día habia poca gente y él se dio cuenta de que lo miraba y como si de rerpente se diera cuenta que yo existia también comenzó a echarme miradas. Tengo que reconocer que me puse muy nervioso. Llegaron mis amigos y todo quedó en eso en miradas.

Ya en casa abrí grinder y cual fue mi sorpresa, allí estaba él. Rapidamente le escribí y le dije quien era. Él me dijo que queria quedar. El caso era que sus horarios eran incompatibles con los mios. Pero una noche me quedé solo en casa y le dije que si queria venir. Me dijo que al salir de trabajar venia.

No me lo podia creer, iba a estar con el lindo camarero. Cuando llegó, lo llevé a mi cama. Nos desnudamos mientras nos besábamos y comencé a besar su torso, su barriga hasta que llegué a su polla. De tamaño normal. Me cabia perfectamente en la boca. Era una delicia saborear su polla y sus huevos. Él me puso su mano sobre mi cabeza y comenzó a follarme la boca hasta que se corrió en ella. Tragué toda su leche y me tumbé en la cama a su lado. Comenzamos a hablar y me dijo que estaba buscando un piso y seria nuestro nidito de amor. Me asusté, lo acababa de conocer y ya queria algo serio. Asi que cuando se fue no volví a quedar y él desapareció del lugar donde viviamos. Pero esa es otra historia