Hubo un momento de mi vida que vivía caliente. Pensaba en sexo todo el día y quería practicarlo a todas horas.
Mi novio en aquel entonces lo sabía y jugaba todo el tiempo con mis deseos. Sabía que me controlaba y que hacia correr mis límites cada vez más pero buscaba nuevas formas de que me entregue.
Una noche de esas en dónde estaba con muchas ganas Héctor decidio jugar conmigo.
Es día había invitado a unos amigos a cenar a casa y yo estaba acomodando la casa.
Cuando llega me besa el cuello por atrás. Deja una bolsa y me dice... "Te traje un regalo para esta noche". Cuando intento agarrar la bolsa. Me saca la mano, me la pone atrás de la espalda y me dice "ahora no. Ahora garchamos y después lo vez".
Me tiro contra la mesa del comedor, me bajo el pantalón, se escupió la mano y me la clavo de golpe. Yo grite de dolor pero se me fue la sangre a la pija.
Me agarra del pelo y me inmoviliza la cabeza contra la madera. Yo solo le pido que me acabe y gimo como puta, su puta y me lo hace saber. Está como 10 minutos hasta que me llena de leche.
Me pide que no me mueva. Escucho el ruido de una caja y después me pone algo en el orto. Me pone algo parecido a ropa interior y un candado. El hijo de puta me puso un cinturón de cantidad y no me dejó acabar ni tomar su leche.
"te gustó mi regalo?" Me preguntó y me besó. Yo lo mire con cara de pocos amigos y me dice "te va a encantar. Y vas a pedir que busquen la llave".
La cena estuvo bastante tranquila. Fue una pareja amiga y un vecino del edificio que iba a venir con la mujer pero al final no fue.
En un momento. Cuando estaba levantado siento algo que vibra en mi culo y casi se me caen los platos.
Intento disimular e ir a la cocina y veo a Héctor que me muestra el teléfono, toca algo y empieza a vibrar más rápido y para de golpe.
Vuelvo a la mesa, lo miro y me señala mi teléfono.
Leo y en un mensaje me pone "quiero que calientes a todos los que están acá y cuando te quiera cojer me venga a pedir la llave" cuando lo miro pone el vibrador bajo pero lo.suficiente para que me ponga rojo y caliente.
Con el primero que intento es Diego, un amigo de Héctor de unos 42 años. Le gustaban los pibes más jóvenes, de hecho fue a la cena con Nico que tenía algunos años más que yo pero muchos menos que el.
Sabía que estaba caliente conmigo. Su novio era lindo, pero se que como pasivo era mucho menos puta que yo y Héctor le contaba con lujos de detalle lo que hacíamos.
Le mandé un mensaje y le digo.. que quiero que me garche. Lee, me sonríe y me dice que adelante de Nico no.
Mientras empiezo a rozar las piernas de Joaquín, mi vecino y Nico.
Nico al principio se resistía, yo sabia que estaba cansado de poner el culo y no ponerla, pero respetaba a Diego.
Joaquín por el contrario iba acomodándose el paquete cada vez más y me manda un mensaje diciendo "me pajeo escuchando como gozas que...