Hay días en los que la calentura nubla el pensamiento, en los que uno no mide lo que hace para alcanzar un poco de placer y que nos enfríe un poco la calentura.
Una tarde de verano, cuando recién me mudaba con Héctor estaba caliente. El tenía 42 años y una empresa que atender así que estaba poco en casa. Yo 22 años y conociendo el morbo estaba caliente todo el día y mi novio me había abierto la.puerta para que experimente con otros siempre y cuando le cuente.
Ese día fui al gimnasio tarde, era hora pico. Hice mi rutina y fui para el vestuario y la lado de mi casillero había una camiseta toda sudada. No pude evitar agarrarla y llevarla a la naríz. El aroma fuerte me hipnotizaba y me paró la pija enseguida, hasta que alguien me toca el hombro, me saca de mi trance y hace que se me escape la remera.
Era un chico de unos 25 años, con una hermosa sonrisa, moreno, ojos marrones y unos labios carnosos hermosos que me dice "disculpa ¿La dejé en tu casillero? Lo que pasa que estaba al lado del mio"
_"No pasa nada" digo torpemente.
_"Perdón el olor. Sudo mucho y las duchas están llenas "
_ "No pasa nada " vuelvo a repetir.
Entonces sonríe, se acerca a mi oído y me dice "para no pasarte nada se te puso muy dura. Me llamo Valentín, mi novia está de viaje y yo muy caliente. Si te va te espero en dos minutos en la puerta" Me sonríe, me saca una remera de mi mano, me da la suya y se va.
Yo quede helado. Volví a oler su camiseta, le la pongo y voy corriendo tras el sentado en su moto me da su casco y me lleva a su departamento.
En el camino me decía que hacía años no estaba con un pibe pero que hace rato tenía ganas de un cerdo para jugar.
Llegamos al estacionamiento del edificio. Se baja. Se pone la mano en la entre pierna, la saca y la pone en mi nariz mientras sonríe.
El perfume me vuelve a hipnotizar y me pone más caliente. Así que agarro su mano, y le chupo los dedos poniendo mi mejor cara de degenerado.
El me sonríe. Me besa y me abre la boca para escupirme.
Vamos al ascensor, me besa, me come la boca mientras me empieza apretar el.culo.
Ya en el departamento se saca la remera, se sienta en un sofá, me pide que me saque todo menos su remera, levanta sus brazos y me dice "esto querías? Es todo tuyo"
Yo me sumerjo en su axila y el agarra mi pelo como manubrio para manejarme a su antojo.
Al principio alternavamos entre su axila y su boca. Después iba escupiendo en su axila y pecho para que lo juntara con mi boca y volver a besarlo.
Después me puso en cuatro y me empezó a comer el culo de una manera magistral. Hasta que veo una foto en un estante del pibe con Héctor así que le pregunto "esa foto?"
_"Con mi viejo hace un par de años" me responde y vuelve a comerme el orto que se me abrio más por el morbo de que me lo comiera el hijo de mi novio.
Después de un rato así me lleva a la habitación. Se sienta y me pide que olfa...